El buen ritmo de crecimiento que experimentaba la instalación de líneas ADSL (Internet de alta velocidad a través de banda ancha) en España ha frenado bruscamente en el primer trimestre de este año. A finales de marzo, se superaban las 1.136.000 líneas, un total de 174.000 nuevas, que representan una disminución de casi el 20 por ciento respecto al mismo período del año pasado.
Según las cifras facilitadas por las operadoras a la Asociación de Internautas (AI), igual que en los meses precedentes, Madrid y Barcelona mantienen su posición destacada de liderazgo en cuanto a concentración de estas líneas de banda ancha. La capital tiene ya 236.601 líneas, ocupando el primer puesto, mientras que la Ciudad Condal prosigue en segundo lugar con 225.194.
A mucha distancia figuran Valencia, con 50.302 líneas; Málaga (47.555), Alicante (40.153) y Baleares, que ocupa el sexto puesto. Por el contrario, Soria se encuentra a la cola de la clasificación con 1.026 líneas de conexión a la Red mediante banda ancha, seguida por Zamora (1.621), Teruel (1.682), Ávila (1.688), Cuenca (1.822) y Segovia (1.900).
En este sentido, el presidente de la AI, Víctor Domingo, denuncia que la brecha digital se profundiza entre las regiones de importantes beneficios para las operadoras en las zonas de negocios, como Madrid y Barcelona, en detrimento de las zonas rurales y más desfavorecidas. En su opinión, esto supone una clara discriminación para los ciudadanos españoles.
Además, el directivo asegura que la conexión a Internet a través de la Red Telefónica Básica (RTB), completamente desregularizada, cada vez es peor, pues un porcentaje en torno al 80 por ciento se está pasando al ADSL, en situación de extrema necesidad.
Por todo ello, Domingo afirma que es necesario tomar una urgente solución al respecto y poner en marcha una urgente remodelación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que se muestra incapaz de influir en las dinámicas que el mercado les impone en favor de sus particulares intereses, contrarios al interés general y que, sin duda, son el reflejo de una falta de liderazgo político.
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