No corren tiempos para grandes ambiciones. Sin embargo, Kaspersky las tiene. El proveedor de herramientas de seguridad ruso, muy conocido en el mundo del consumo hasta la fecha, quiere convertirse en un plazo de tres o cuatro años en la marca más popular en el puesto de trabajo empresarial (o endpoint) del mercado europeo. Eso sí, le queda mucho por hacer. Y es que, según Eugene Buyakin, mano derecha del fundador de la compañía, Eugene Kaspersky, y encargado de operaciones, McAfee y Symantec siguen a una distancia sideral, cada una con un 20% de este mercado, nada menos que 15 puntos más. Para Ovanes Mikhaylov, responsable del negocio de la compañía en España, no se trata de un imposible. “El mercado de la seguridad está tan repartido en cada segmento que para ser primero no hay que ganar mucha cuota de mercado”, destacó. Eso sí, Mikhaylov aseguró que no está obsesionado con los números y que ahora su equipo local debe demostrar que puede mantener una base instalada grande con con un buen soporte y servicio. Para ello ya cuenta con una docena de personas.
Kaspersky, que celebra estos días en Dubai su convención europea de partners, a la que, precisamente ha invitado a distribuidores corporativos y no a su clientela histórica de minoristas, respalda este giro en su potente crecimiento actual. Según Buyakin, al que entrevistó CHANNEL PARTNER en un receso del evento, la facturación total de la compañía con base en Moscú crecerá este año un 15%, para superar los 600 millones de dólares (en 2010 realizó ventas por valor de 538 millones, aunque creció un 38%).
Además, Kaspersky, que es ya muy popular en el mundo del antivirus y la suite para hogares y usuarios particulares, pondrá en marcha, a partir de enero, un nuevo programa de canal. Aunque según algunos partners, el actual programa es “muy estable”, necesita ciertos arreglos que trae su sustituto. Uno de ellos es un registro automático de proyectos, o deal registration, que evita la competencia desleal que hacen los distribuidores de última hora a los que llevan un cliente y una venta desde el principio. Además, el nuevo programa renombra todas sus certificaciones, que a partir de ahora serán Platinum, Gold, Silver y Registrado, muy en línea con lo que hace la competencia. En España, Kaspersky vende a través de cinco mayoristas (Diasa, GTI, Codine, Micronet y Afina) y los 7.000 pedidos que recibió en 2010 fueron canalizado por 1.500 revendedores registrados. Según Ovanes Mikhaylov, el objetivo es segmentar esa marea de registrados para que los que hagan una apuesta fuerte por la compañía tengan su recompensa y visibilidad en el mercado. Por otro lado, es probable que los 60 socios Certificados que ahora van a las cuentas medianas acaben siendo Gold y los siete que venden a las grandes empresas se acrediten como Platinum.
Ningún directivo de Kaspersky ha dado cifras concretas de inversión en la nueva iniciativa. Sin embargo, el número dos de la compañía, Eugene Buyakin , sí aseguró que la asignación para el canal aumentará el año que viene un 30% con respecto a este ejercicio. A partir de enero, los revendedores tendrán, además, datos periódicos de clientes que requieran actualizaciones, descuentos adicionales y un mayor soporte de ventas y marketing que contempla la publicación de más casos de éxito, de whitepapers y de vídeos. Todo estará disponible, por lo menos inicialmente, desde el site: www.kasperskypartners.eu
En el apartado de producto, las dos novedades de las que más se ha hablado en Dubai refuerzan precisamente el catálogo de producto para la gran cuenta. Se trata de Endpoint Security 8 para Windows y Security Center. La primera es una suite para el puesto de trabajo que es capaz, entre otras cosas, de controlar las aplicaciones del usuario, y no solo el sistema. Para complementar este herramienta, la consola de gestión Security Center, que está dirigida a pymes y a grandes corporaciones, permite, desde un solo punto, estar al tanto de lo que pasa en los puestos físicos y virtuales. Ambos productos forman parte de la línea profesional Open Space.
La sorpresa en la reunión de Dubai, a la que asistieron, además de los mayoristas españoles, integradores como Altea, Insight, Ozona, Telefónica o Nextel, la dio el fundador Eugene Kaspersky. El ingeniero informático, que se inició en el mundo del malware en 1989 intentando buscar un antídoto al virus Cascade, todavía le da a la firma ese aire algo extravagante, emprendedor y entusiasta que la dio a conocer en a finales de los noventa, cuando se dedicaba a licenciar su tecnología para terceros pero no vendía con marca propia. Kaspersky apareció ante el centenar largo de socios congregados en la zona turística del Golfo Pérsico enfundado en un traje rojo de piloto de Fórmula Uno, al estilo de Fernando Alonso, cuyo coche patrocina, para contar cómo anda el mundo de la ciberdelincuencia, un relato que trufó de anécdotas personales.
Eugene Kaspersky volvió a insistir en que el cibercrimen, a pesar de que las pérdidas que ocasiona, de crecer año a año un 30% y de suponer un montante económico que multiplica por 10 el presupuesto de los sistemas que lo pueden evitar, “no es hoy la cuestión más importante”. El protagonismo en los años que vienen será para las ciberguerras y para el espionaje en Internet entre mafias y Gobiernos.