Hace un año que la compañía decidió dar un giro a su estrategia apostando por las TIC, ¿cómo está siendo el resultado y cuál es el próximo paso previsto?
En 2010 pusimos en marcha una nueva estrategia centrada en Unified Communications basada en tres elementos fundamentales: conectividad, comunicaciones y computing. El primer año ha sido de desarrollo intensivo de la conectividad, que simplifica enormemente la capacidad de las empresas para conectarse. Todo ello parte de nuestra convicción profunda de que la forma más eficiente que existe para suministrar servicios de telecomunicaciones a las empresas es utilizando la propia red, a través de una plataforma flexible y escalable según las necesidades de cada cliente.
La estrategia de la compañía ha sido crear una plataforma sobre la que hemos ido poniendo más servicios y queremos que los clientes vayan apostando más por la red. Por ejemplo, con Microsoft y su último sistema de mensajería unificada, Link, con el que te conectas a través de nosotros y permite hacer y recibir llamadas con Interoute vía web. Nuestro producto estrella es el Data Center Virtual, que ahora está en desarrollo y se lanzará el año que viene, con él se virtualizarán todas los elementos que hay en un centro de datos.
Para Interoute, la clave no es si hay que usar tecnología de Cisco,Juniper, MPLS VPN…. La cuestión es que las empresas necesitan conectar su red y comunicarse.
Ahora se habla mucho del entorno cloud. Lo que es clave sin embargo es la importancia de la red dentro de éste, que es mucha, es lo que da la conectividad. Nosotros damos la plataforma que es la base, sobre la que pivota toda la estrategia. Es el primer servicio de cloud privado como tal.
Este año tenemos dos objetivos esenciales: crear un mecanismo que permita a los clientes añadir servicios a esta plataforma y desarrollar infraestructuras TIC críticas. No tenemos miles de consultores en empresas, no es nuestro negocio. Estamos dedicando 2011 a explicar a las empresas que no necesitan comprar ‘cajas’, instalarlas, hacerlas compatibles con la demás tecnología que están usando, gestionarlas… todo es mucho más sencillo. Eso es lo importante.
En resumen, el eje de toda la estrategia de Interoute es la red. En enero de 2012 anunciaremos la automatización completa de todo, de forma que los clientes conectados podrán entrar en la web, añadir directamente servicios y tenerlos provisionados de forma automática, accesibles en su red privada, cuando en general se necesitan varios días o semanas para lograrlo por los cauces tradicionales.
Recientemente han comprado Visual Conference Group con la idea de potenciar los negocios complementarios… ¿están previstas más adquisiciones?
Al incorporar el vídeo con la compra de VCG, éste entra dentro del paraguas de las TIC unificadas y es otra forma de comunicación de voz y vídeo que vamos a implementar como servicio. Hasta el momento se hacía punto a punto o en un ámbito muy cerrado y ahora queremos fomentar la interacción entre comunidades. Podemos poner una plataforma para que los clientes de una misma empresa se comuniquen o lo hagan entre diferentes empresas. Hay un concepto nuevo que es la nube comunitaria, donde las empresas que tengan cloud privadas puedan interactuar entre ellas y eso es lo que se consigue con el vídeo. Hasta ahora, se podía hacer videoconferencia entre dos y, para añadir otra ubicación, hacía falta un dispositivo para conferencias. Nosotros tenemos eso dentro de la red gracias a la compra de VCG y vamos a ponerlo para que lo usen varios clientes dentro de una empresa o incluso que distintas compañías clientes puedan utilizar esa plataforma para comunicarse entre ellas, por ejemplo, con Lync. El vídeo es un coto muy cerrado y caro, se trata de democratizar el sector.
A pesar de la crisis y cuando el resto de las empresas está sufriendo pérdidas Interoute ha obtenido beneficios por primera vez en su historia durante 2010 ¿cúal ha sido la jugada maestra para lograrlo?
Apostamos por un cambio en el modelo basado en la eficiencia, obtener más por menos, vender servicios, esa ha sido la clave. Por ejemplo, un cliente quiere 600 megas repartidos en varios puntos y lo hacemos todo por él, le facilitamos el trabajo. En los buenos tiempos, la industria se relajaba, dejaba que le cobraran por todo. Ahora que no sobra el dinero, los clientes están más pendientes y agudizan el ingenio. Cuando implantan nuevas tecnologías, la mayoría de empresas tienen dos preguntas básicas: cuánto cuesta y cuánto ahorro. Quieren usar tecnología nueva, pero no quieren verse obligadas a invertir varios millones en sistemas que empezarán a funcionar dentro de tres años. Ahora hay menos tiempo y menos dinero que hace unos años. En Interoute hemos invertido en una plataforma sofisticada, inmediata, que ahorra tiempo y dinero. Por eso seguimos creciendo.
Interoute tiene dos líneas de negocios principales, por un lado vende a las operadoras mientras que por otro compite con ellas, ¿eso es sostenible?
Nuestro objetivo no es luchar como marca frente a nuestros clientes pero nuestra infraestructura está ahí, y van a venir a comprarlo quienes quieran. Es cierto que atendemos a los operadores pero también proveemos a las empresas. No competimos sobre el terreno con clientes que a su vez son proveedores de servicios, sino que les ayudamos a ser más eficientes en otros mercados donde no tienen infraestructura. Entendemos Europa como un mercado único, no como una suma de pequeños mercados. Queremos llenar la red de clientes. Tratamos de que no haya luchas de canal, no nos ha creado problemas hasta ahora porque nuestro objetivo es llenar la red de clientes.
Tras el agotamiento de los bloques de direcciones de IPv4, deberíamos estar inmersos en plena migración a IPv6 ¿qué está ralentizando la implantación del nuevo protocolo?
En el pasado, los bloques de IPv4 se dieron con mucha alegría y aunque se sabe que muchas no se usan ya están dadas y las entidades no se deshacen de ellas. No veo problema, ni hay que dejarse llevar por el tremendismo en la transición, quien realmente tira de redes IPv4 es quien tiene redes de acceso, quien tiene clientes ADSL y, cada vez más, los dispositivos móviles. Nuestros sistemas operativos están preparados para IPv6 y ambos protocolos coexistirán durante un tiempo, hay que estar preparados pero no hay ningún problema. Va lento porque lo están haciendo muy mal, muchos de los servidores están tranquilos porque tienen de momento suficientes direcciones. Mientras que por ejemplo en África, que llevan un desarrollo más lento, están más preocupados, piden más y no las hay. No ha habido organización, han coexistido ambos y seguirán haciéndolo durante un tiempo. En EEUU y Europa tienen direcciones para rato y no quieren complicarse la vida, pero los mercados emergentes lo tienen más complicado.
Si de momento los usuarios no tienen la IPv6, los proveedores de contenidos no se molestan en cambiar, porque ellos son los que tiran del mercado realmente y los proveedores no van a meter sus contenidos en IPv6 si no va a verlos nadie. Hay tecnología suficiente, es más una cuestión de organización, no ha habido ningún cuerpo de Internet que haya liderado esta transición.
Cada vez hay mayor crecimiento de datos, el tráfico de Internet tanto a través de redes fijas como móviles ha crecido demasiado y las operadoras piden a los proveedores que les ayuden a sufragar este aumento de capacidad, ¿cómo valoran esta petición?
Es claramente un tema de negocio que visten de libertad y de neutralidad en la red. Estamos agregando continuamente más tráfico de distintas compañías. Los proveedores de acceso como Telefónica o BT no tienen por qué ‘subsidiar’ a otras empresas del mundo digital como los proveedores de contenidos y los Gobiernos no deben permitirlo. Y, si además hay congestión en la red, es obvio que las operadoras preferirán tráfico que paga (para conseguir prioridad) antes que el tráfico que va en tarifa plana. Los operadores tienen que tratar de optimizar sus redes; esa es la razón de ser de cualquier empresa. No es una cuestión de libertad, sino de dinero. Si alguien quiere ver televisión de alta definición en su casa, nadie puede obligar al proveedor de Internet a poner más capacidad en su red para que el servicio funcione, cuando el dinero se lo lleva otro (el proveedor de televisión, en este caso).
El mercado pondrá a cada uno en su lugar y los proveedores de transporte deberán ajustar su diseño y su red a las prioridades de su negocio. La ley natural del mercado irá dejando a los que realmente se adaptan y los que aportan un valor dentro de la cadena y eliminando al resto.