El Mobile World Congress 2025, celebrado en Barcelona, ha sido el escenario de importantes avances en conectividad y telecomunicaciones. HPE también ha aprovechado para hacer nuevos lanzamientos, destinados a optimizar las redes de próxima generación, con el objetivo de mejorar la eficiencia y el rendimiento en distintos sectores industriales.
Uno de los desarrollos más relevantes es el nuevo conmutador de red HPE Aruba Networking CX 8325P, que permite una sincronización de tiempo precisa a nivel de nanosegundos. Esta tecnología resulta esencial para aplicaciones como redes privadas 5G, inteligencia artificial y entornos con alta movilidad, donde la latencia ultrabaja es crítica. Su integración de Precision Time Protocol (PTP) directamente en la infraestructura de red elimina la dependencia de dispositivos externos y mejora la fiabilidad de la conectividad.
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Innovación en la infraestructura de red
Otra de las presentaciones destacadas en el evento ha sido el servidor HPE ProLiant Compute DL110 Gen12, basado en el procesador Intel Xeon 6 Granite Rapids-D. Diseñado específicamente para telecomunicaciones, este equipo proporciona mayor capacidad de cómputo y eficiencia energética, lo que lo convierte en una solución para la modernización de redes Open RAN.
Además, se han anunciado avances en redes empresariales con la alianza entre HPE y T-Mobile, que busca ofrecer soluciones de conectividad para pequeñas empresas. Esta iniciativa incorpora el programa T-Mobile Connected Workspace con equipos de conectividad optimizados para facilitar la gestión de redes en entornos corporativos.
Transformación digital impulsada por la IA y la nube
Las demostraciones en vivo en el Mobile World Congress han mostrado cómo las nuevas soluciones pueden mejorar la eficiencia operativa y reducir costes en la implementación de redes. Las innovación en automatización, 5G privado y conectividad inalámbrica buscan responder a las crecientes demandas del mercado, especialmente en entornos donde la inteligencia artificial juega un papel central.
El evento ha confirmado la aceleración de la transformación digital en el sector de telecomunicaciones, con tecnologías diseñadas para optimizar infraestructuras y ofrecer nuevos modelos de negocio. La integración de la inteligencia artificial y la computación en la nube sigue marcando el rumbo de la industria, con una clara apuesta por redes más eficientes, seguras y escalables.
