Además de ser el consejero delegado de Alcatel-Lucent Enterprise, ahora está añadiendo nuevas responsabilidades a su cargo… ¿Cómo está estructurada la compañía hoy?
A partir de 2017 se decide una evolución en nuestra estrategia donde nos organizamos en cuatro regiones: Europa del Norte, Asia Pacífico, Norteamérica -incluyendo Canadá- y la región donde estoy yo, que es Europa y Sur, y que abarca Francia y todo el Sur de Europa, Turquía, Oriente Medio y África y Latinoamérica. Es una región enorme que representa el 44% de nuestros ingresos. A partir de 2018, cada región la estamos organizando a través de sectores verticales, por lo que hemos decidido establecer unos sectores estratégicos.
Ahora mismo la compañía está estructurada en cuatro divisiones: la de los verticales, con un contacto directo con el cliente final; la del canal, con quien tenemos una estrecha relación; tenemos otra división de cloud con equipos específicos dedicados a la nube; y finalmente, la de soporte, tanto preventa como posventa. En cada región hay un responsable para cada una de estas cuatro divisiones. En 2017 mi cometido era llevar las relaciones con las operadoras, pero ya en 2018 hemos decidido agrupar las operadoras bajo el paraguas del canal, con la intención de dar un empuje más grande a los mercados verticales.
¿Significa que estos verticales de sanidad y Administraciones Públicas van a ser prioritarios para la compañía a partir de ahora?
Está claro que no han sido elegidos al azar. Pensamos que son dos sectores donde podemos posicionar bastante bien nuestra propuesta de valor. Nuestra estrategia ahora pasa por desplegar desde la concepción del producto hasta su comercialización: es una cadena continua, algo que no teníamos establecido antes, porque es fundamental entender las necesidades de cada sector. Es algo fácil de decir pero más complicado de llevarlo a cabo, porque supone un cambio de estrategia muy grande. Poder identificar los casos de uso que interesan al negocio no es una tarea sencilla.
¿Qué hay del resto de sectores?
Aparte de Sanidad y Administración Pública, también está educación, transporte en todas sus modalidades y hoteles. Pero esto no significa por supuesto que no abordaremos el resto de sectores. Significa que tenemos unos procesos internos ya establecidos que acabo de comentar, pero por supuesto el sector financiero por ejemplo también se está abordando, junto con el resto.
¿Qué particularidades ve en el sector sanitario respecto a sus necesidades de comunicaciones?
Es un sector que está en plena transformación digital, y es algo que está ocurriendo no solamente en España, sino en todos los países. Los pacientes crónicos y su seguimiento van a ser uno de los frentes en losque más se va a trabajar en los próximos años, y por supuesto que el coste de un pa-ciente no es el mismo si está en un hospital, en un ambulatorio o en su casa. Y ya es una realidad y es posible hacer el seguimiento de un paciente en remoto. Ahí es donde nosotros tenemos mucho que aportar. Es algo que está pasando ya en algunos países, como en Francia.
¿Y en España cómo está progresando la sanidad?
Hay algo muy positivo, que es la homoge-neidad que hay en las distintas autonomías. En España, las decisiones de organización, de inversión, de procesos, etc. se hacen a nivel autonómico, por lo que hay bastante homogeneidad en las regiones. Y esto es algo que en otros países no se produce, complicando bastante la gestión TIC. Pero falta legislación. Los datos en sanidad son sumamente críticos y sensibles. Hay es-tudios que revelan que los datos sanitarios valen diez veces más que los financieros en el mercado negro. Es algo muy preocu-pante. Si los datos son tan vitales, falta una regulación que lo acompañe. El GDPR no es suficiente para asegurarlos y garantizar-los. En otros países sí que existen ya leyes que los están asegurando, de tal manera que cualquier aplicación que maneje estos datos tiene que tener una certificación con garantías. Pero aquí no pasa, ni a nivel europeo siquiera.
¿Qué entiende Alcatel-Lucent Enter-prise por comunicaciones cognitivas? ¿Está su compañía desarrollando activamente la Inteligencia Artificial para aplicarla a las comunicaciones? En nuestro caso, nos estamos apoyando en IBM Watson para desarrollar un modelo de comunicaciones cognitivas, que no es otra cosa que poner inteligencia dentro de las comunicaciones. Por ejemplo, en los call centers. Un contact center lo que hacía era conectar en tiempo real las comunica-ciones de voz con las bases de datos de los clientes para entrar en la ficha del cliente, el llamado CTI. Ahora hacemos lo mismo pero ayudándonos en la nube, multicanal y no solo voz, multiplicando sus funciona-lidades, por ejemplo, reconocimiento del lenguaje natural en los chatbots. La Inteligencia Artificial va a impactar a muchos niveles, porque está entrando ya en nuestras vidas sin que nos demos cuenta. El oficio de un médico va a cambiar porque estamos yendo hacia una medicina cada vez más personalizada y adaptada al genoma de cada uno. Y por tanto la cantidad de información que se manejará es tal que los médicos necesitarán el soporte y la ayuda de la Inteligencia Artificial.
¿Cómo está siendo la progresión de su propuesta Rainbow en España?
Rainbow es una plataforma en la nube que permite comunicaciones de persona a persona y persona a máquina. En ALE tenemos dos vertientes: UCaaS (Unified Communications as a Service) que no es nuestra prioridad aunque también lo ofrecemos. Pero nuestro caballo de batalla es CPaaS (Communication Platform as a Service), lo que supone la integración de Rainbow en la o las aplicaciones de negocio que tengan nuestros clientes. Nuestro objetivo no es desarrollar esas aplicaciones, sino ser capaces de integrarnos con ellas para hacerlas más eficientes.
En España hemos avanzado bastante, no a la velocidad a la que nos hubiera gustado, los ciclos son largos porque estamos justo al principio de una transformación digital. Tenemos que aprender nosotros, nuestros integradores, porque es un modelo de venta indirecto, y también los clientes finales tienen que identificar estas nuevas posibilidades. Este año hemos estado volcados en valorar las oportunidades que tiene Rainbow en el mercado. Y vamos avanzando: tenemos contratos a punto de firmar, pero todavía no se han materializado. Estamos en ello, porque estamos inventando el tipo de contrato e incluso la manera de facturar. Es algo totalmente nuevo.
En cuanto a la Administración Pública, ¿cómo están las inversiones a nivel local?
Los presupuestos se aprobaron poco antes de la entrada al Gobierno de Pedro Sánchez, y no sé si por esto o no, pero la realidad es que no se está invirtiendo. Vamos a ver qué se va a decidir a partir de ahora, pero el escenario de incertidumbre lleva tiempo estando aquí. Está siendo un año complicado y no es por la falta de proyectos, porque proyectos hay, y necesidad de transformarse, también.
En cuanto a las infraestructuras de Red, ¿qué está haciendo su compañía?
La manera de consumir los servicios de comunicación e infraestructuras de redes está cambiando. Hay nuevas generaciones que son nativos digitales. Y nosotros nos tenemos que adaptar a esas nuevas tendencias como la movilidad, los objetos conectados, la seguridad y la digitalización de todos los procesos. Y por supuesto es necesaria una infraestructura que sea capaz de soportar todos estos retos y evoluciones. Tenemos varias líneas de negocio. Por un lado, una completa gama de switches que tienen en cuenta de manera segura a los objetos conectados. En este campo tenemos un acuerdo OEM con HPE-Aruba, que continúa, pero, de manera adicional, hemos decidido desarrollar nuestra propia solución de infraestructura Wi-Fi llamada Stellar, y que para nosotros es muy importante dentro de nuestra estrategia. Además, la estamos ya integrando en el coche conectado, y puede ser muy útil para la localización de personas y objetos. Y por supuesto, la analítica es fundamental también y la tenemos en cuenta. En cuanto a seguridad, no somos expertos en ese campo, pero todos nuestros equipos tienen todas las capas de seguridad que permiten garantizar la confidencialidad y seguridad. La infraestructura es una prioridad absoluta para nosotros.
¿Cómo va a cerrar el año?
Este no ha sido un año fácil para nosotros en España. La transición de las comunicaciones está pasando, y la nube también lo está propiciando. Pero la telefonía en la nube sigue siendo una inversión que a las empresas les cuesta hacer, entre otras cosas porque la voz no es clave: ¿por qué invertir en una infraestructura que mis empleados no utilizan de manera prioritaria si utilizan su móvil que tiene funciones adicionales?