La Asociación GSM (GSMA), formada por operadoras y empresas del sector del móvil, se muestra disconforme con las enmiendas presentadas por el Comité de Industria, Investigación y Energía (ITRE) del Parlamento Europeo sobre la propuesta de reglamento sobre roaming internacional. Según esta asociación, de incorporarse dichas enmiendas más del 25 por ciento del tráfico de llamadas en itinerancia en Europa ofrecería importantes pérdidas económicas, ocasionando una limitación de la competencia, una reducción de las inversiones en infraestructura o, incluso, un ajuste al alza de los precios domésticos.
El análisis realizado por GSMA afirma que los precios máximos fijados por la Comisión son demasiado bajos (40 céntimos en llamadas emitidas y 15 en entrantes), lo que supondría que los costes de conexión no se podrían cubrir en determinadas rutas. Las llamadas entrantes de más del 20 por ciento de las rutas de roaming de la Unión Europea tendrían tarifas por debajo del coste real, del mismo modo que las llamadas entrantes a móviles con sistema de propago en el 40 por ciento de las rutas de roaming de la Unión Europea tendrían tarifas por debajo del coste real. GSMA defiende un máximo de 65 céntimos para llamadas salientes y 35 céntimos para las entrantes. Según la Asociación, estas cifras tienen en cuenta los costes de las operadoras, mientras que reducirían los precios entre un 40 y un 60 por ciento.