5G puede marcar el comienzo de la próxima ola de comunicaciones por satélite, sentencia la firma de análisis GlobalData. Al aumentar las redes móviles 5G con capacidades satelitales de próxima generación, los operadores satelitales tienen la oportunidad de convertirse en un jugador importante en el ecosistema emergente.
Las lentas velocidades, la alta latencia y menor confiabilidad en comparación con las opciones tradicionales de fibra y DSL han mermado el rol del satélite convirtiéndole en una alternativa de último recurso, relegado a áreas ultra rurales más allá del alcance de otras tecnologías.
Sin embargo, con la mejora de la tecnología satelital, se espera que los requisitos de capacidad y rendimiento que en la actualidad ofrecen se tengan en cuenta en la era 5G. Los estándares que rigen los servicios 5G- que probablemente estarán listos para implementarse para el tercer trimestre de 2018-, son mucho más “satellite-friendly” que las anteriores redes de 3G y LTE.
Glen Hunt, investigador principal de tecnología de telecomunicaciones y analista de software en GlobalData, dice: “Las próximas generaciones de satélites, satélites de alto rendimiento (HTS), se están construyendo sobre arquitecturas abiertas. Son mucho más flexibles y fáciles de integrar en redes 5G. Con HTS, los operadores de satélites pueden expandirse más allá de la banda ancha rural y convertirse en una parte integral del ecosistema 5G.
“Los despliegues de HTS serán dramáticamente menos costosos que las generaciones anteriores de satélites debido a una combinación de factores que incluyen nuevos avances en los vehículos de lanzamiento, miniaturización de componentes y, en consecuencia, menor consumo de energía”.
Mientras tanto, los reguladores están buscando ansiosamente oportunidades para borrar bandas de espectro para 5G y comunicaciones satelitales. Por ejemplo, la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC) recientemente otorgó la aplicación de Higher Ground para una licencia de estación terrena global que permita operar hasta 50.000 estaciones terrestres, conocidas como ‘SatPaqs’, para comunicarse con los múltiples satélites con licencia de los EE. UU.
Hunt concluye: “Al aumentar las redes 5G con las capacidades de la próxima generación de satélites, los operadores satelitales tienen la oportunidad de convertirse en un jugador importante en el ecosistema emergente 5G. Puede ser el momento justo: las arquitecturas de red abiertas, junto con un amplio espíritu de cooperación entre los operadores satelitales, inalámbricos y fijos, pueden ayudar a marcar el comienzo de la próxima ola de comunicaciones por satélite”.