El que la hace, la paga. Eso es más o menos lo que le han dicho sus 8,7 millones de usuarios a Vodafone, después de que el pasado 20 de febrero vieran cómo su teléfono móvil se apagaba.
Unas 8.003 reclamaciones y 628.201 consultas se ven ahora materializadas en una queja conjunta y en la voz de una plataforma empresarial que, bajo el auspicio de Ausbanc (Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios), exige a la operadora una compensación de 10 euros a cada usuarios afectado.
Tal exigencia llega tras el anuncio de la operadora de aplicar, como medida compensatoria, un descuento del 50 por ciento en las llamadas nacionales -tanto a fijos como a móviles- de todos sus clientes durante el fin de semana correspondiente al 1 y 2 de marzo. El descuento afectará a las llamadas de voz y de datos, que hagan sus clientes tanto de contrato como de prepago.
La rebaja al parecer no es suficiente para la plataforma empresarial. Su argumento es que no se puede compensar con un descuento de fin de semana el número de llamadas realizadas en un día laborable, especialmente en el caso de las empresas y, por eso mismo, sitúa la compensación justa en la cantidad de 10 euros.
Según palabras del portavoz de la plataforma y presidente de Ausbanc, Luis Pineda, ésta emprenderá primero un proceso de mediación con la empresa que, en caso de no obtener respuesta favorable, podría llegar a los tribunales.
Por su parte, el ministerio de Ciencia y Tecnología, además de solicitar a la operadora un informe técnico con la descripción detallada de las causas de la interrupción, ha señalado que si se demuestra la culpabilidad de Vodafone, ésta deberá indemnizar a sus clientes con el abono en minutos de comunicación equivalente al precio que, durante la avería, habría hipotéticamente abonado el usuario.
Y, en medio de tan complicada situación, José Manuel Entrecanales, presidente de la compañía en España, anunciaba el nombramiento de Francisco Román como CEO de Vodafone, en nuestro país, a partir del próximo 31 de marzo.
