Las empresas anunciantes pagan sistemáticamente más por mostrar anuncios online a las mujeres que a los hombres, especialmente en naciones altamente desarrolladas, según una investigación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y de IMDEA Networks. Esta discriminación de precios basada en el género en el marketing digital, conocido como “tasa rosa”, contribuye a aumentar la desigualdad de género, ya que se cobra más a las mujeres por acceder a productos y servicios similares, explican.
Tasa rosa es como se conoce popularmente la discriminación de precios basada en el género en el marketing digital
Esta investigación ha dado lugar al mayor estudio empírico sobre la tasa rosa del marketing digital (DMPT, por sus siglas en inglés) realizado hasta la fecha, según los investigadores. En concreto, han analizado datos de más de 4,5 millones de grupos de audiencia de Facebook en 187 países y 40 territorios. Además, emplean una metodología novedosa que utiliza la API de la plataforma publicitaria de esta red social para recopilar datos sobre los costes publicitarios de audiencias masculinas y femeninas, lo que ofrece una perspectiva global completa.
“A diferencia de investigaciones anteriores, que se centraban principalmente en esta tasa rosa en los bienes de consumo, esta examina específicamente la discriminación de precios basada en el género en la publicidad en línea, revelando una correlación significativa entre la tasa rosa del marketing digital y el nivel de desarrollo de un país”, explica uno de los autores del trabajo, Amir Mehrjoo, estudiante de doctorado en IMDEA Networks y en la UC3M.
“Esto sugiere que el progreso económico no equivale necesariamente a la igualdad de género en el mercado digital y puede incluso exacerbar los prejuicios existentes”, añade otro de los autores, Ángel Cuevas, investigador del Dpto. de Ingeniería Telemática de la UC3M.
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¿Por qué la disparidad en la tasa rosa entre países?
El estudio apunta algunas posibles explicaciones sobre la notable disparidad en el DMPT entre países desarrollados y menos desarrollados.
En primer lugar, la mayor demanda, dado que en los países desarrollados las mujeres pueden ser las principales decisoras de compras (aumentando la demanda y el costo de la publicidad dirigida a ellas).
En segundo lugar, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que se correlaciona con un mayor DMPT, sugiriendo que el desarrollo económico puede exacerbar los sesgos de género.
En tercer lugar, factores culturales, porque en países menos desarrollados los roles de género tradicionales pueden reducir el enfoque en la publicidad dirigida a mujeres.
Y, en cuarto lugar, la cuestión regulatoria, porque los países desarrollados tienen regulaciones más estrictas sobre la discriminación de género en la publicidad, pero su aplicación puede ser menos efectiva en países menos desarrollados.
Diferencias por países y sectores
Los países de Oriente Medio y África con un IDH bajo no experimentan la tasa rosa del marketing digital. “Posiblemente, los menores índices de penetración de Internet y el menor desarrollo de los mercados de publicidad digital en estas regiones podrían contribuir a este fenómeno. En los mercados de publicidad digital menos desarrollados, puede haber menos opciones de segmentación granular disponibles, incluida la segmentación por género, lo que podría reducir las oportunidades de discriminación de precios”, indica Amir Mehrjoo.
Los sectores más afectados, en los que las empresas anunciantes pagan un coste notablemente superior por dirigirse a las mujeres, son hobbies (un 64% más por dirigirse a las mujeres en esta categoría), estilo y moda (la tasa rosa del marketing digital es un 53% más alta para las mujeres) y viajes (pagan un 49% más por llegar al público femenino).
Tomar medidas
A largo plazo, los investigadores esperan que su trabajo anime tanto a las empresas anunciantes como a responsables políticos a tomar medidas, como la elaboración y aplicación de normativas y directrices más estrictas para evitar estas prácticas discriminatorias.
Al fin y al cabo, “nuestra comprensión del mundo está determinada por la información que consumimos, gran parte de la cual se filtra a través de algoritmos que determinan lo que vemos en Internet”, apunta otro de los autores del estudio, Rubén Cuevas, también del Dpto. de Ingeniería Telemática de la UC3M. “Estos algoritmos, aunque están diseñados para optimizar la experiencia del usuario, pueden perpetuar inadvertidamente sesgos con importantes consecuencias sociales. Nuestra investigación destaca uno de estos sesgos, la tasa rosa del marketing digital, que demuestra cómo algoritmos aparentemente neutros contribuyen a la desigualdad de género”, concluye Mehrjoo.