La conectividad es un elemento fundamental en el data center y en los últimos años se está convirtiendo en crítico debido al incremento de las tasas de transferencia de datos. Se calcula que de aquí a 2025 la velocidad de las transmisiones se habrá duplicado con respecto a la actual. De hecho, según la segunda edición del Índice Global de Interconexión (GXI), un estudio en el que Equinix analiza el intercambio de tráfico global, la previsión de crecimiento anual compuesto (CAGR) del ancho de banda de interconexión hasta 2021 alcanzará el 48%, para situarse durante ese año por encima de los 8.200 Terabits por segundo (Tbps) de capacidad. Estas cifras suponen un crecimiento que duplica el del tráfico IP global, es decir, del tráfico del Internet público.
“Las empresas se ven obligadas a transformar sus procesos de negocio al acelerado ritmo que marcan las innovaciones tecnológicas con el objetivo de no caer en la obsolescencia y mantener la pugna con sus competidores. En este contexto de transformación digital y de nuevas necesidades por parte de las empresas, el data center con capacidad de interconexión mantiene un papel fundamental, ya que es el motor que permite el intercambio de datos de forma rápida, directa y segura”, manifiesta Ignacio Velilla, managing director de Equinix en España. Según el directivo, la interconexión ha pasado de configurarse como un valor añadido de los data centers a entrar de lleno en el núcleo de su negocio. “El data center ha evolucionado de una infraestructura estática, cuyo cometido tradicional se limitaba al almacenamiento de datos, a convertirse en un facilitador de nuevas tecnologías como el Big Data, la Internet de las Cosas o la Inteligencia Artificial, gracias a su capacidad de transmitir datos de forma privada, prácticamente a tiempo real y con los mayores estándares de seguridad”.
Igualmente, Joan Monrabá, director general de Colt en España, ofrece una perspectiva de cómo la conectividad y las comunicaciones están transformando el CPD: “En un mundo cada vez más complejo y sofisticado, la mayor parte de los clientes que utilizan los servicios de un centro de datos solicitan disponer de la mayor flexibilidad posible en la selección de sus comunicaciones. El ser un data center neutral y ofrecer el mayor abanico posible de opciones/conexiones es un requisito fundamental. Adicionalmente es necesario destacar que el propio data center debe disponer de los sistemas y equipos de distribución para que la conectividad dentro del mismo sea flexible en su crecimiento basándonos en la demanda que se vaya generando”. No en vano, como recuerda: “La conectividad es tan importante como el resto de componentes alojados en cualquier centro de datos. Si no hay conectividad, no se transmite ningún dato”, sentencia.
Y en este contexto, la infraestructura y la electrónica cobran un papel protagonista. “Si bien el sistema de cableado de red puede ser una parte importante del presupuesto de un centro de datos, éste no puede funcionar sin él. Lo que significa que la calidad y el rendimiento de la conectividad es primordial”, apostilla Miguel Ángel Sevilla, country manager de Leviton España. “Además, hoy más que nunca, es imperativo que el centro de datos y los directores de TI tengan muy en consideración que el cableado y la conectividad puedan perdurar en el tiempo, permitiendo la adopción de múltiples actualizaciones tecnológicas, tecnologías emergentes y últimos estándares. Una instalación nueva se construye típicamente con una vida útil de 20 años, pero las demandas de ancho de banda implican que las actualizaciones técnicas se realicen cada 3-4 años. Eso es 6 ó 7 actualizaciones tecnológicas en una instalación. La estrategia correcta de migración de una red evitará costosas actualizaciones que requieran sustituir el cableado instalado y diseñar una nueva arquitectura de red. El mejor planteamiento tendrá que abordar las actualizaciones de transceivers como parte de la estrategia de cableado estructurado, y viceversa”, explica.
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