El responsable de ventas considera que el éxito de su empresa lo ha logrado gracias al desestacionamiento, ya que uno de los problemas de vivir en los Pirineos es que en invierno y verano hay muchos visitantes, lo que no ocurre en primavera y otoño, cuando el turismo desciende drásticamente repercutiendo negativamente en las ventas.
Barrabés.com vende en todo el mundo. Incluso comercializa artículos que se han fabricado en Estados Unidos a clientes de ese mismo país. Esto demuestra que en la Red cualquier empresa puede competir en igualdad de condiciones con las grandes multinacionales del sector. Vendemos a más de 40 países material de esquí, montaña, servicios meteorológicos a la carta y contenidos si se tercia.
La web Barrabes.com no solo tiene artículos de material deportivo a la venta; cuenta además, con información valiosa para los montañeros. Incluso hay una revista con noticias de actualidad, reportajes, información meteorológica y ofertas de cursos de esquí.
A la hora de crear la web optaron por mantener el servidor de la propia empresa por las ventajas que aportaba al negocio seguridad para facilitar las compras, velocidad de desarrollo, capacidad de adaptación, flexibilidad. De esta manera, el cliente que decida pagar con tarjeta solo tiene que enviar sus datos, que se transmiten encriptados, y el cargo lo realiza la propia tienda.
La mecánica utilizada para la adquisición de productos a través de Internet es muy sencilla; el cliente entra en la página web y accede a través de un icono a la tienda virtual. Allí encuentra un índice con todos los departamentos ordenados por grupos de artículos hasta encontrar lo que le interesa. También dispone de un buscador de producto que le permite seleccionarlo indicando el tipo de artículo, la marca comercial y la clase. Una vez tomada la decisión sólo tiene que dejar, en una ficha, sus datos y la forma de pago.
El comprador tiene a su disposición todas las opciones de pago, aunque se recomienda utilizar la pasarela para las tarjetas bancarias instalada en la página web. Este sistema pretende garantiza al máximo la seguridad de la información del cliente, así como la realización de la operación de forma sencilla, rápida y automática.
Otra cuestión importante son los costes. Barrabés puede ser competitivo porque ahorra en gastos fijos de personal e instalaciones al vender a través de Internet, lo que le permite ofrecer buenas condiciones.
Aunque Carlos Barrabés afirma que el secreto del éxito no está en el precio. No queremos ser los más baratos, sino dar el mejor servicio. El plazo de entrega en España es de 24 horas y en Europa y Estados Unidos de dos días. Éste es parte del gran éxito de la empresa; y la logística, que contratan con diferentes empresas es su mejor arma.
Sin embargo, la logística no es la primera necesidad, sino el producto en sí; para ellos el hecho diferencial es el conocimiento del producto y su entorno.
Parte del equipo de Barrabes.com ha abandonado Benasque para trasladarse a Huesca, donde se han integrado en un proyecto tecnológico auspiciado por el Gobierno de Aragón. Así, esta empresa de comercio electrónico ha iniciado una nueva etapa con Walqa, una consultora de proyectos de comercio electrónico, formación y diseño web, que ofrece sus servicios a las pymes que quieran abrir una sucursal en el mercado digital.
Previamente, desde Benasque, la familia Barrabés había logrado comercializar sus productos en más de 40 países, y es una de las pocas empresas familiares españolas que ha transformado totalmente su negocio para adaptarse con éxito a la nueva economía.
Carlos Barrabés se muestra especialmente orgulloso de esta nueva faceta como consultor, porque considera que puede aportar confianza y conocimiento de la situación del mercado digital, precisamente por su experiencia en estos últimos cinco años.
Los resultados conseguidos por Carlos Barrabés le han convertido en un gurú del comercio electrónico en España, por lo que su modelo de empresa se estudia en las escuelas de negocios. Además, imparte conferencias por todo el país y ha sido consultado en diversas instituciones como el Senado para facilitar el desarrollo de las Nuevas Tecnologías de la Información.
En diversas ocasiones Carlos Barrabés se ha referido a algunas de las muchas empresas que se han metido en el mundo Internet y que han acabado yendo a pique. Normalmente estas empresas puntocom han fracasado por sus intentos de crear una marca a toda costa y a cualquier precio
Cuando algún empresario o particular quiere introducirse en Internet y no sabe muy bien como hacerlo o sí realmente hacerlo, Carlos Barrabés lo primero que recomienda es que antes que nada haga un análisis del nivel de informatización de procesos que tiene su empresa y si este no es elevado primero que se dedique a esa tarea fundamental y que deje las luces para cuando pueda mantener las centrales.
Barrabes.com inició su acceso al mundo digital en Benasque, un pequeño pueblo de menos de 1.000 habitantes.
Fue precisamente en verano de 1995 cuando se celebró allí un encuentro de físicos. Uno de los asistentes se empeñó en enseñar a los hermanos Barrabés, en qué consistían las autopistas de la información. Por aquel entonces dos de los tres hermanos trabajaban en su pequeña tienda de deportes de montaña. A ambos les iban bien las cosas pero se habían dado cuenta de que habían tocado techo y si querían ampliar su negocio tendrían que marcharse a Huesca o Zaragoza. Por eso, descubrir Internet fue para ellos como una revelación.
Los dos hermanos montaron su primer escaparate virtual con una inversión de millón y medio de pesetas. Desde entonces Barrabes.com se ha convertido en un referente para expertos y estudiosos de la Red.
Los Barrabés señalan con orgullo que su caso ha servido para animar a muchos empresarios y ahora se han decidido a compartir su propia experiencia con las pequeñas y medianas empresas, para que se sumen al mundo digital.
Durante estos poco más de cinco años la empresa ha experimentado grandes transformaciones, hasta el punto de que es prácticamente irreconocible con respecto a la tienda original. Cuando comenzamos a pensar en nuestra primera idea en Internet la empresa tenía de 2 a 4 empleados en temporada y unos 120 metros cuadrados. De esto hace seis años. Ahora somos varias decenas de personas y tenemos a nuestra disposición más de 3.000 metros cuadrados de exposición y almacenaje. La tecnología nos permitió crecer de esa manera con cierta dignidad, la reestructuración de nuestra forma de trabajar y el cambio de objetivos geográficos y las necesidades del cliente nos abrió la mente y nos enfrentó al mundo. Al principio la repercusión publicitaria fue enorme porque éramos muy conocidos y nos pusimos de moda, pero creo que logramos aprovechar aquel empujón para construir marca que fue nuestro objetivo irrenunciable desde los comienzos.
Tenemos una editorial, una escuela de esquí de alto nivel, un equipo de guías, una consultora y otros negocios que combinan nuestra doble pasión Internet y la montaña.