El pasado 15 de junio, el ministerio de Industria, Turismo y Comercio resolvió el concurso público lanzado el 11 de abril para el otorgamiento de las tres concesiones de frecuencias GSM-900. Al final, las operadoras móviles que han logrado hacerse con las licencias han sido Telefónica Móviles y Amena, que han obtenido una concesión de 4 MHz (20 canales radioeléctricos) y dos licencias de 3MHz (15 canales), respectivamente.
Como resultado del concurso, ambas operadoras se comprometen a invertir en un plazo de dos años 834 millones de euros, de los cuales, 532 millones se destinarán a las denominadas zonas específicas (localidades rurales, de influencia de instalaciones de centrales nucleares y grandes vías de comunicación).
Vodafone España fue la tercera operadora interesada en el concurso pero, finalmente, no obtuvo ninguna concesión por “presentar un nivel inferior de compromiso de inversión en las zonas específicas”, según apuntan desde el Ministerio. De la misma manera, Tele2, que en un primer momento se presentó a la puja, decidió retirarse “tras analizar las posibilidades reales de llegar a un acuerdo de itinerancia nacional que sirviera para complementar el despliegue de red propia que disponían las bases del concurso”, revelan fuentes de la compañía.
Tras la resolución del concurso, el reparto del espacio radioeléctrico de cobertura en GSM-900 queda establecido del modo siguiente: Telefónica Móviles lidera la cobertura en GSM-900 y completa los 16,5 MHz de banda, al sumar la nueva concesión de 4 MHz a los que ya tenía; Vodafone se queda con los 12 MHz que ya disponía; Amena estrena frecuencia con 6 MHz; y Tele2, que a día de hoy no presta servicio de telefonía móvil en España, se queda sin cobertura. En vista de este panorama ahora habrá que valorar si, realmente, se cumplirán los objetivos que perseguía el concurso, como son los de extender el servicio de telefonía móvil a zonas con nula o deficiente cobertura, incrementar la competencia y mejorar la calidad en la prestación de dicho servicio.
Pedro Lisbona, director de Unidad de Negocio y gerente de proyecto de Doxa Consulting, critica el hecho de que no se hayan introducido nuevos agentes en el mercado con el fin de incrementar la competencia, si bien reconoce que “esta situación beneficiará a los operadores actuales, en concreto a Telefónica y a Amena, para poder competir de una manera más eficiente”. Y es que la apuesta efectuada por Telefónica Móviles y Amena ha sido muy elevada, con el fin de impedir la entrada de nuevos competidores como el magnate mexicano Carlos Slim que también expresó su intención de entrar en el mercado español- o Tele2.
Con respecto al propósito de mejorar la calidad, “es obvio que se conseguirá, puesto que Telefónica tiene actualmente un mayor número de clientes y necesita unas bandas de frecuencias mayores para poder optimizar su servicio”, declara Lisbona.
Fuentes de Amena consultadas por REDES & TELECOM, indican que las licencias de red GSM-900 servirán para mejorar la calidad de servicio en todo el territorio nacional, especialmente en Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia, Alicante, Baleares, Sevilla, Málaga, Granada, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.
El objetivo de Telefónica Móviles es utilizar esta mayor cantidad de espectro, tanto en la mejora de la calidad del servicio GSM, como en “seguir impulsando el crecimiento de sus servicios por la vía de los precios y las promociones a los clientes”, tal y como anuncian en una nota de prensa.
Por su parte, Vodafone España está satisfecho con la frecuencia 900 que actualmente tiene disponible y que, según afirma, le permite atender las necesidades de cobertura GSM en las zonas especiales. No obstante, fuentes de la compañía manifiestan que la planificación de la inversión de Vodafone España para los próximos años “da prioridad al despliegue de los servicios 3G”, sin descuidar la demanda de cobertura GSM, según aseguran a esta publicación.
Y es que, puede resultar paradójico que en pleno despliegue de la tecnología UMTS, se haya presentado un concurso para una generación predecesora. Sin embargo, explica Pedro Lisbona, esto tiene una explicación: “en la actualidad, el servicio mayoritario dado por todos los operadores móviles es el servicio de voz y GSM lo garantiza. Las bandas de frecuencia 900 están orientadas para prestar servicios de voz y otros que, en estos momentos, bien por el número de redes, de antenas y de usuarios, son necesarios renovar y reforzar. Sobre todo ahora, con la temporada estival, ya que muchos usuarios acuden a la costa y esto puede suponer una saturación y congestión en las redes de las zonas litorales”. Por estas razones, prosigue, “no podemos considerarlo como un paso hacia atrás, ya que UMTS está orientada a datos y, en estos momentos, no tiene un horizonte más que a medio o largo plazo”.
Ahora bien, las licencias de GSM-900 podrían servir, en un futuro, para extender los servicios de UMTS. Para poder plantearse esta alternativa, las compañías móviles necesitarían emplear, al menos, 5 MHz de dicho espectro radioeléctrico para estos fines, una condición que reúnen actualmente las tres operadoras. Sin embargo ¿Cuáles son las pretensiones de las compañías móviles?
Mientras que Telefónica Móviles ha rehusado pronunciarse sobre este asunto para “no desvelar la estrategia”, Vodafone considera que “esta decisión debe corresponder al regulador”. Además, añade que para darse esta posibilidad, “sería necesario que la actual infraestructura de radio para banda 900 pueda adaptarse a los servicios 3G y, para este fin, se necesita una nueva tecnología que no está disponible”. Por su parte, Amena no se ha planteado este tema ya que dispone de amplia cobertura UMTS que, de momento, es suficiente para ofrecer este tipo de servicios a sus clientes.
El director de Unidad de Negocio de Doxa Computing afirma que la decisión de ampliar o no esta frecuencia “dependerá de la normativa comunitaria, ya que UMTS es un estándar europeo, regulado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)”. La singularidad de este asunto es que cuando se otorgaron las licencias de UMTS, el Gobierno determinó que las operadoras tenían que ser fieles al espectro que obtenían para la tecnología que tenían asociada al mismo y fue, posiblemente, esta razón la que motivó que Xfera no pudiera salir al mercado con GSM. Sin embargo, las directivas sobre Telecomunicaciones Europeas dicen todo lo contrario. Éstas indican que los operadores deben utilizar el espectro que tienen asignado de acuerdo con sus intereses y sus recursos técnicos disponibles, con independencia de la tecnología o tecnologías que se les haya otorgado, siempre y cuando estas opciones beneficien al cliente final.
Por tanto, ninguna de las compañías se ha interesado, hasta el momento, por la complementariedad de estas dos frecuencias. Algo que no es de extrañar, si se tiene en cuenta la cobertura de que disponen las tres principales operadoras de país. De momento, el plan de Amena es continuar desplegando redes para UMTS, tecnología con la que actualmente ofrece cobertura en 59 ciudades españolas y que prevé incrementar, hasta finales de 2006, con la intención de cubrir el 91 por ciento de la población del país. En cuanto a Vodafone, que en la actualidad ofrece cobertura 3G en más de 400 poblaciones donde reside el 55 por ciento de la población española, pretende destinar buena parte de su inversión al despliegue de los nuevos servicios UMTS.
Por su parte, Telefónica Móviles, que ha decidido no hacer pública la cobertura de sus frecuencias por provincias y número de habitantes a los que da servicio, ha cerrado un contrato con Nortel con objeto de ampliar el núcleo de red multiservicio y soportar de manera eficaz un mayor tráfico de voz y datos en su red UMTS, al tiempo que reducir los costes operacionales mediante la consolidación de diferentes redes. n
