El alto precio que las operadoras tienen que pagar por sus redes de UMTS ha sido el desencadenante que ha llevado a Telefónica, Vodafone y Amena a buscar una fórmula que les permita ahorrar costes en la telefonía móvil de tercera generación.
John de Wit, Consejero Delegado de Vodafone, cree que éstas son las áreas menos rentables para las compañías que concentran sus inversiones en zonas urbanas. Para el directivo, el alto precio que las operadoras tienen que pagar por el alquiler de estas redes hace inviable ofrecer precios más bajos a los usuarios.
Por su parte, Telefónica, que ya ha reconocido mantener conversaciones con los otros operadores para buscar soluciones que reduzcan las costosas inversiones, ha afirmado por boca de Luis Lada, que lo único que impide que los operadores puedan compartir redes son los aspectos legales.
En este sentido, cabe recordar que los adjudicatarios de licencias de UMTS en España se comprometieron, por medio de avales bancarios, a desplegar cada uno su red con un determinado volumen de inversiones.
Por eso, para Lada, si las operadoras decidiesen compartir sus redes y reducir sus inversiones en éste área, el Gobierno podría ejecutar los avales.