Desde hace unas semanas los siete millones de clientes del segundo operador de telefonía móvil en España tienen un nuevo nombre de marca Vodafone España. Con esta decisión Airtel asumió el nombre de su principal accionista y la primera compañía de móviles del mundo.
Para dirigir esos cambios Vodafone ha elegido a John de Wit, quien comenzó a trabajar en Philips como todo holandés que se precie.
Precisamente una de las principales tareas del nuevo responsable de la compañía fue intentar demostrar que la creación de una marca unificada no significaba que Vodafone España fuese a perder su propia identidad. Vodafone jamás ha estado centralizada, pero la visión del marcado ahora es distinta. Con Vodafone se generará un mayor desarrollo tecnológico y grandes ahorros. También podremos unificar el servicio de telefonía en todos los países. De Wit quiere dejar, en todo momento, muy clara la españolidad de la nueva compañía Vamos a seguir siendo una empresa muy española por lo que tenemos que conocer las necesidades de los españoles. Para lograrlo aprovecharemos la estructura de Vodafone y nuestros negocios tradicionales en Internet.
Vodafone España pretende aumentar su presencia en nuestro país. Sólo siendo grandes podemos ocuparnos de las cosas más pequeñas fue el eslogan con el que la compañía explicó hace unas semanas su nueva identidad corporativa y con el que justificó el cambio de denominación de Airtel por el de la compañía líder en telefonía mundial, que tiene presencia en 28 países y cuenta con 280 millones de clientes en todo el mundo.
Este cambio de imagen entraña, indudablemente, algunos riesgos. Aunque estos son minimizados por su consejero delegado. Indudablemente Airtel es una marca conocida en España y por sus resultados merecería estar en el Libro Guinnes de los records. Pero la discusión no es ésa porque en el mundo actual la telefonía móvil va a ser, cada vez más, un mercado global porque nuestros clientes se mueven más y quieren comunicarse con la misma calidad que cuando están en su país. Piense que España recibe cada año 60 millones de visitantes y ese es nuestro reto. Lo que se ha hecho es elegir formar parte de una estrategia que tiene Vodafone desde hace algún tiempo y que se basa, principalmente, en la necesidad de crear una gran marca mundial.
Lo que De Wit no quiso decir es la cantidad de dinero que la firma se ha gastado en la campaña de comunicación de la nueva marca Se invierte lo suficiente para lograr los objetivos marcados. Sin embargo a lo que sí se ha referido en varias ocasiones es al compromiso de patrocinio de su compañía con la escudería Ferrari durante el próximo campeonato del mundo, que representa el acuerdo publicitario más importante firmado en la historia del grupo de telecomunicaciones. Además, Vodafone mantiene otros acuerdo de patrocinio deportivo con la liga de fútbol, la Federación Española de Atletismo, la Selección de Fútbol Playa, el Club Liceo de Hockey y la estación de Sierra Nevada.
La carestía de las infraestructuras ha impulsado a las diferentes operadoras a buscar alianzas estratégicas. Así, tanto John de Wit como el presidente de Telefónica Móviles, Luis Lada, se han mostrado dispuestos, en diferentes ocasiones, a que las firmas con licencia UMTS compartan esas infraestructuras y que su implantación comercial en el 2003 sea una realidad y no sufra nuevos retrasos.
Además de esta posible colaboración, lo que queda claro es que John de Wit no es un hombre que quiera todo el pastel para él sólo. Cuando se le pregunta por la situación de Xfera y su decisión de aplazar su proyecto hasta el año 2003 él contesta que en España hay sitio para un cuarto operador. Hay que recordar que Airtel fue la única compañía que firmó un acuerdo con Xfera para prestarle cobertura de red, aunque los directivos del cuarto operador consideraron que los términos eran demasiado duros y caros. Una opinión que no comprarte De Wit. Lo único que puedo decir es que negociamos un contrato competitivo que le permite, bajo su propia marca, empezar la comercialización de servicios GSM y hasta GPRS en toda España.
La filial española del grupo de telecomunicaciones Vodafone tiene previsto presentar durante el año 2003 sus servicios de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) en nuestro país. Esa es al menos la intención de John de Wit. Este lanzamiento comercial va a venir precedido de diferentes pruebas que comenzarán a realizarse a mediados de 2002. Es una primera fase de un proyecto más amplio y ambicioso que incluye otros países para los que España siempre ha servido de puente con Europa Latinoamérica. Vodafone quiere estar a medio plazo en ese mercado y para ello ya están en contacto con diferentes operadores de América Latina, donde Vodafone España pretende lograr un papel más importante dentro de la estrategia general del grupo.
Pero a corto plazo su principal preocupación es la total implantación de GPRS. De Wit señala que su compañía aspira a seguir creciendo gracias a esta tecnología a pesar de reconocer que el aumento de clientes no podrá ser tan fuerte como en años pasados. Sin embargo habrá nuevas capacidades. Así, la compañía ha previsto que el 25 por ciento de su facturación en el año 2004 se produzca a través de datos y no de voz.
En diferentes ocasiones John de Wit se ha referido a la nueva tecnología móvil y a las diferencias que nos separan a los europeos de los japoneses. En primer lugar, en Japón, la penetración de Internet no es muy alta y el móvil como acceso a la red es más importante que el PC. En Europa, el caso es distinto. En España, en concreto, hace apenas seis años sólo un 2 por ciento de la población tenía móvil. En ese momento el móvil no tenía éxito porque no había mercado. En su opinión y sin lugar a dudas, con el tiempo habrá un mercado masivo de acceso a Internet y el móvil jugará un papel muy importante.
Lo cierto es que la evolución de Airtel ha caído durante el último año, aunque, contrariamente a lo que pudiera parecer, esta tendencia no preocupa en exceso a su responsable porque con el 75 por ciento de penetración las cifras de mercado de las que se habla son marginales. El 44 por ciento de nuestros clientes son de contrato, con lo que con menos clientes disponemos del 32 por ciento del valor en ingresos del mercado español. De Wit considera que la posición de su empresa es buena y que los resultados, positivos, van a producirse de forma inmediata.
A esto hay que añadir que el directivo niega con rotundidad que su empresa haya perdido cuota de mercado en los últimos meses. Eso no es así y lo demuestran los datos del cierre del ejercicio. Pero además de eso el hecho de que pudiésemos haber perdido cuota de mercado no significaría que hubiésemos perdido clientes. La verdad es que Vodafone fue la primera compañía del mundo que dijo que los simples números de cuota de mercado no representan lo que está pasando en ese mercado ni los resultados de una compañía móvil. En España se dice que la cuota de población que tiene un móvil es del 68 por ciento, lo que no significa que el 68 por ciento de los españoles esté utilizando el móvil. De Wit considera que, en el caso de Vodafone, un 13 por ciento de los clientes de prepago es inactivo, lo que significa que no han hecho ni recibido ni una sola llamada en un mes. Esa proporción no es peor que la de Amena o Telefónica.
Desde luego las inversiones que ha realizado Vodafone durante los últimos años han sido cuantiosas. Lo mismo ha ocurrido con Telefónica y Amena y, en menor medida, con Xfera. Ahora hay que buscar la tranquilidad del mercado para seguir invirtiendo sin sobresaltos. De Wit refiriéndose a la tasa radioeléctrica señala que necesitamos un cierto nivel de estabilidad. Estamos invirtiendo millones de euros y me parece lógico, justo y correcto que se introduzca ese gasto como un cierto factor de estabilidad de, como mínimo, cinco años.
Se muestra satisfecho de la decisión del Gobierno de reducir en un 75 por ciento esa tasa. Una rebaja que estará en vigor durante los cinco próximos años, resolución que John de Wit había reclamado insistentemente desde su llegada a Vodafone España.