En el marco de la Critical Communicatios World 2021, que se celebra en Madrid del 3 al 5 de noviembre, Motorola Solutions ha hecho público el estudio Consensus for Change (Consenso para el cambio). Dicha investigación se ha centrado en los efectos de la pandemia en el mundo de la tecnología y cómo esta ha ayudado precisamente a su adopción en la sociedad. Realizado junto al Instituto Goldsmiths de la Universidad de Londres, se ha basado en una encuesta a 12.000 personas, además de 50 entrevistas extra con las agencias de seguridad pública, en 10 mercados (entre ellos en España).
Y es que, como ha subrayado Sergio Redomero, director general para España de Motorola Solutions: “Ha sido un año intenso para nosotros en este sector, hemos vivido situaciones críticas con nuestros clientes (ambulancias, policía, etc) y hemos respondido muy bien a sus necesidades. En base a la experiencia que hemos adquirido en este año hemos elaborado este estudio en el que se pone de manifiesto el cambio de tendencia y de opinión de la sociedad respecto a la tecnología”.
Principales conclusiones
Tal y como ha explicado Ricardo González, vicepresidente de Estrategia en Mercados Internacionales de la compañía, los principales resultados de este informe podrían resumirse en tres conclusiones:
RENOVACIÓN DE EXPECTATIVAS
Durante la pandemia, la sociedad se ha dado cuenta de la importancia del uso de la tecnología. En el mundo de la seguridad pública, la respuesta respecto a su adopción ha sido muy positiva con un 88% a nivel general y un 94% en España. Es decir, “la percepción de la tecnología en nuestro país es todavía más positiva que la media”, ha recalcado el directivo.
En general, la gente está dispuesta a usar la tecnología y esperan que ésta produzca resultados favorables para su vida, pero también quieren saber cómo se usa la información. El 71% cree que se debe emplear más para resolver los retos creados en el mundo moderno. De hecho, el 70% espera que se utilice para prevenir riesgos (un 87% en el caso de España). Además, aunque se demanda un mayor uso de la analítica, de videocámaras…, aumenta la preocupación por la ciberseguridad.
ACELERACIÓN DE LA INNOVACIÓN
La voz sigue siendo la aplicación más crítica para los servicios públicos de seguridad. Este tema, sin embargo, está evolucionando con sistemas que operan en banda estrecha (radio) y también banda ancha (LTE y 5G). Usuarios de estas plataformas y también los propios ciudadanos piden que la comunicación sea fluida, instantánea y robusta. Asimismo, solicitan que la voz esté acompañada de datos y que las soluciones sean interoperables.
Y, por supuesto, también quieren vídeo. En este sentido, el directivo ha señalado que ha habido una explosión en su uso en usuarios de seguridad pública en tanto en cuanto permite responder más rápido a incidencias y ver qué está pasando. Es decir, hace posible prevenir, detectar y analizar.
Completa este porfolio de novedades la nube, con la Inteligencia Artificial y el análisis de datos a la cabeza. Los usuarios demandan que la cámara sea autónoma, avise e interprete. Y recurrir a la nube para analizar los datos. Se pide eficiencia, que no estemos inundados por datos y más datos, así como una respuesta rápida.
TRANSPARENCIA Y CONFIANZA
Los ciudadanos y usuarios admiten que la privacidad es para ellos un factor muy importante (82%), pero que confían en las fuerzas de seguridad porque han visto el buen uso que han hecho durante la pandemia de la información. Además, saben que les van a permitir vivir mejor y que estos servicios van a funcionar mejor.
Caso de éxito: Ayuntamiento de Las Rozas (Madrid)
En 2017, los cuerpos de seguridad del municipio madrileño de Las Rozas querían acabar con un problema de delincuencia en la zona. Ante esta situación, establecieron necesidades y soluciones y se apoyaron en la tecnología, concretamente en los sistemas de videovigilancia de alta definición (hasta 24 megapíxeles) y multisensor; conexión por fibra óptica y almacenaje de la información 24/7.
En 2018 recibieron las autorizaciones pertinentes e hicieron un estudio técnico, como ha detallado Manuel López, agente de la localidad. Tomaron la decisión e hicieron el primer proyecto: obra civil de instalación de cámaras y servidores.
En 2019 se abordó la fase de chequeo y verificación. Con el éxito de esta iniciativa, se amplió el proyecto a todo el municipio, no sólo a las dos áreas principales a las que se circunscribía en un principio: el casco antiguo y la zona comercial (Europolis).
En el año 2021, ya con el primer proyecto funcionando, se abordó el segundo. A pesar de Covid-19 siguieron desarrollando esta fase y emprendieron la instalación, testeo y puesta en marcha de los sistemas. Con banda ancha, Wimax y radioenlaces
“Y en 2022 esperamos obtener unos resultados positivos de este proyecto, con nuevas oportunidades”, ha concluido Manuel López.
“La seguridad ciudadana, se ha convertido en un bien de consumo de primer orden”, ha explicado Natalia Rey, concejala del Ayuntamiento de Las Rozas. “Ha habido un cambio en la cultura operacional, como institución más cercana al usuario final, decidimos implementar un proyecto de videoseguridad pública”.