La consolidación de Sogecable como un grupo de empresas llevó a los máximos responsables tecnológicos de la compañía a reorganizar sus Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el marco de un proyecto de modernización global.
Gran parte de esta estrategia se diseñó en el año 2000, a través de un análisis profundo de la situación de los sistemas e infraestructuras de voz y datos existentes, que estaban soportados en su totalidad por una empresa del grupo, CATSA, en régimen de outsourcing.
En aquel momento, los problemas asociados a las infraestructuras TIC de Sogecable eran de diversa índole costes elevados de producción, dificultades para la distribución de soluciones a una red compleja de empresas, mantenimiento oneroso, y presencia de múltiples puntos críticos en las redes de voz y datos. La situación no era alarmante, pero sí problemática debido a la necesidad de soportar redes y líneas de comunicaciones que integraban una enorme variedad de servicios tales como RDSI, Frame Relay, líneas punto a punto o ADSL; a la presencia de elementos de comunicación multifabricante y, por supuesto, a una gestión de entornos heterogéneos que adolecía de demasiados puntos de ruptura.
Con este planteamiento, el nuevo proyecto se enfocó a conseguir cuatro grandes objetivos reducir los costes de producción, mediante la homogeneización de las arquitecturas centrales de proceso y de las electrónicas al servicio de las redes de voz y datos; dotar a los sistema de conceptos de alta disponibilidad; disponer de infraestructuras básicas de alto valor añadido y, por último, automatizar la gestión de todos los sistemas.
La construcción de una nueva sede social permitió a Sogecable empezar su proyecto TIC desde lo más básico, es decir, desde el cableado y la electrónica de red necesarios para aportar un elevado ancho de banda capaz de proporcionar una gran calidad de servicio.
Los concursos relacionados con el suministro de cable, infraestructura electrónica de LAN y servicios de voz fueron semiabiertos. Primeramente se habló con los fabricantes y después con los integradores, pero siempre sobre la base de un entorno tecnológico Gigabit Ethernet incuestionable. Finalmente, la decisión tomada unificó las compras en Siemens para el apartado de cableado básico, en Cisco para el área de electrónica de red y en Alcatel para la nueva infraestructura de sistemas de voz.
Además, se tuvieron en cuenta otros factores como la capacidad de servicio y el futuro tecnológico de los productos que presentaban los ofertantes. Para la compañía audiovisual, Siemens era el único proveedor del mercado que podía contar rápidamente con la certificación de Categoría 6 para su cableado, la escalabilidad de las soluciones de Cisco permitían superar cualquier horizonte previsible a medio y largo plazo, y los sistemas de comunicación empresarial de Alcatel facilitaban la evolución hacia la Telefonía IP requerida en el futuro.
De manera más concreta, el cableado instalado es el FutureCom E STP de Siemens, con Categoría de Nivel 6 mejorado. El número total de tomas de voz y datos supera actualmente las 6.000. La red permite altas velocidades de transmisión de datos con troncales verticales dotados de fibra óptica a Gigabit Ethernet y tendidos horizontales a 100 Mbps por puesto de trabajo. La arquitectura facilita también el transporte de señales de futuros estándares de alta velocidad tales como enlaces ATM a 155 Mbps y, por supuesto, a 10 Gigabit Ethernet. En definitiva, el proyecto se ha basado en un sistema de interconexión abierto que permite el transporte de todo tipo de aplicaciones y señales para la transmisión de voz, datos, vídeo analógico y digital, videoconferencia, y otros servicios.
En la parte de electrónica de red se optó por los equipos de la familia Catalyst de Cisco, con una redundancia total de los enlaces. Los troncales son, como mínimo, dobles y utilizan caminos físicos alternativos. Además los módulos de los sistemas son intercambiables en caliente y todos ellos soportan diferenciación de tráfico para aplicaciones críticas. Otra de las bondades de la nueva arquitectura es que posee una capacidad ilimitada de segmentación de la red mediante VLANs. Inicialmente se configuraron una por cada cuarto de comunicaciones y otra por cada una de las redes independientes necesarias para determinados servicios específicos del negocio de Sogecable, tales como los de continuidad de emisión o grabación.
En cuanto a la red de voz, la apuesta final se decantó por la implantación de sistemas de comunicación empresarial Alcatel OmniPCX 4400 que aseguraban, según Jon Gabilondo, responsable del área de comunicaciones voz de Sogecable, la evolución hacia el mundo de Telefonía IP que prevemos en un futuro próximo.
En esta evolución hacia el mundo IP, Sogecable tomó una decisión estratégica modernizar sus centralitas empresariales, basadas hasta ese momento en los modelos MD 110 de Ericsson, y mantenerse en el entorno Ibercom facilitado por su proveedor de servicios de telefonía. Como asegura Gabilondo, queríamos seguir disfrutando de los servicios aportados por Ibercom, pero sin perder de vista las funcionalidades que ofrece la Telefonía IP en cuanto a costes y capacidad de gestión. Por esta razón, los sistemas a seleccionar debían garantizar un tratamiento eficaz de la voz y de los datos, con la finalidad de aprovechar la fusión de ambas parcelas.
En el concurso, además de estos criterios, se tuvieron en cuenta otros aspectos como la integración de la mensajería y de la telefonía inalámbrica soportada en terminales DECT suministrados por Alcatel, así como la incorporación de un software de gestión que agilizase los cambios de configuración, las estadísticas de servicio y la administración de incidencias y alarmas en la red.
Tras analizar diversas ofertas, el sistema OmniPCX 4400 de Alcatel alcanzó las mejores puntuaciones por encima de los modelos BC10 y BC11 de Ericsson.
Sogecable se planteó también la necesidad de reestructurar su centro de proceso de datos. Tradicionalmente, este servicio estaba soportado por una empresa del grupo, CATSA, en régimen de externalización de servicios, pero la nueva estrategia de negocio del grupo cambió radicalmente este planteamiento.
La situación anterior partía de una granja de 60 servidores de datos y de servicios distribuidos por las diferentes ubicaciones de la empresa. Con el nuevo diseño, el objetivo fue consolidar este conjunto de equipos, reduciéndolos tan sólo a tres en una configuración clúster que soporta los servicios corporativos de ficheros, de correo y de backup. Por último y como idea principal, todos estos equipos comparten un sistema común de almacenamiento centralizado en un entorno SAN, para cubrir los requerimientos de alta disponibilidad y de salvaguarda de los datos. La configuración de almacenamiento finalmente implantada se compone de un sistema Symmetrix 8530, de EMC, y para realizar el backup se utiliza el tándem StorageTek-Legato.
Con el nuevo CPD han desaparecido las máquinas OpenVMS propietarias y se ha realizado una migración completa hacia Unix como sistema operativo que se centra actualmente en la plataforma Tru64 de Compaq.
Como último proyecto de envergadura, Sogecable se ha decidido a llevar a cabo un trabajo de integración de sistemas a través de la tecnología middleware proporcionada por TIBCO un diseño que se entiende como necesario para la implantación del nuevo CRM de la entidad soportado en Siebel con el fin de asegurar la calidad en la migración de los datos y procesos, facilitar la definición de nuevos procesos de negocio y reducir costes en nuevos desarrollos y mantenimiento.
