Linksys Wireless G

Nace una nueva generación de dispositivos dispuestos a competir con los ya existentes en el mercado wireless.

Publicado el 17 Jun 2003

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A los dispositivos tradicionalmente catalogados como inalámbricos les surgen, en los últimos tiempos, nuevos competidores. Entre ellos hemos seleccionado para nuestro análisis dos componentes de la misma familia -un punto de acceso y una tarjeta de red PC Card- destinados ambos a formar parte de una red inalámbrica. La novedad estriba en que incorporan el estándar 802.11g, de reciente aparición en España. Esto quiere decir que pasamos de los 11 Mbps teóricos de WiFi a 54 Mbps, sin necesidad de tirar a la basura las tarjetas que tengamos.

A primera vista, ni el adaptador (WPC54G) ni el punto de acceso (WAP54G) resultan fuera de lo común. El primero tiene un diseño funcional, con la antena integrada completamente en un único bloque (similar al de las clásicas Orinoco) y con dos indicadores de enlace y transmisión. Por otro lado, el punto de acceso disfruta de un moderno diseño con varios indicadores en su parte frontal y dos antenas en su parte trasera. Linksys ha incluido una superficie de montaje para colocarlo en la pared. No obstante, el aparato no soporta la alimentación utilizando el cable de categoría 5, por lo que necesitaremos llevar una toma eléctrica hasta donde lo coloquemos.

Nuestro primer cometido es su configuración, de modo que dispongamos de acceso a la red cableada. El CD cargado con la utilidad apropiada es extremadamente sencillo de utilizar, a la vez efectivo, algo de lo que no todos los fabricantes pueden presumir. Desde un primer momento, nuestro equipo detectó el aparato y, aunque esto pueda parecer simple, resulta complicado en una red atestada de ordenadores y cualquier otro hardware de la infraestructura. La configuración fue igualmente simple, en apenas cuatro pasos lo dispusimos todo para acceder vía web al resto de parámetros.

Esperábamos encontrar alguna novedad con respecto al soporte del nuevo estándar 802.11g, sin embargo, vimos rápidamente que las opciones en este sentido se limitaban a forzar su modo de funcionamiento a mixto (b y g) o rápido (g). El resto de las funciones son las habituales que encontramos en un punto de acceso de gama media. Como era de esperar, cuenta con cifrado WEP de 128 bits, con el cual encontramos algún problema debido a la interfaz (básicamente la longitud de la clave ASCII), aunque nada que no se pudiera solucionar con una visita rápida al manual.

La instalación de la tarjeta en un portátil tampoco fue excesivamente compleja. Dada la novedad del dispositivo, los controladores no se encontraban cargados en XP, por lo que tuvimos que recurrir al CD correspondientes en primera instancia. El resto fue coser y cantar: el sistema operativo identificó correctamente la tarjeta y bastó con introducir la clave WEP para conectarnos a la red.

La supuesta compatibilidad con 802.11b quedó rápidamente demostrada en los dos casos (tarjeta y punto de acceso), puesto que ambos respondieron perfectamente al trabajo con otros equipos “antiguos”, claro que a una velocidad inferior.

Muchos se preguntarán por el rendimiento: ¿es tan alto cómo dicen? Nuestras pruebas doblaron los rendimientos obtenidos con aparatos WiFi, aunque no pasaron de ahí. Que nadie se asuste. Hay que tener en cuenta que nunca hemos llegado a acercarnos al máximo teórico con el antiguo estándar, por lo que doblar la cifra anterior cumple de sobra con nuestro objetivo inicial.

Desde luego, se trata de un conjunto excelente para el hogar y empresas de mediano tamaño. Su precio es realmente bueno, capaz de competir en algunos casos con la infraestructura cableada. Si se busca tarjetas y puntos de acceso asequibles, pero sin escatimar en funciones, estos productos Linksys son una opción que no habría que dejar de contemplar.

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Redacción RedesTelecom

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