La denuncia presentada por la Asociación de Empresas Operadoras y de Servicios de Telecomunicaciones (ASTEL), en diciembre de 2000, aduciendo que Telefónica ponía trabas en la preselección de llamadas por parte de sus clientes ha tenido respuesta por parte del órgano regulador competente.
El órgano en cuestión ha sido el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) y la respuesta se ha traducido en la imposición de una multa récord e histórica entre las acordadas por el TDC- de 57 millones de euros.
La valoración del Tribunal con respecto al comportamiento de Telefónica en torno a la preselección, durante el período en el que se enmarca la denuncia, es de “muy grave” por afectar directamente al proceso de liberalización del mercado de las telecomunicaciones.
Por su parte, Telefónica ya ha manifestado que recurrirá la multa de forma inmediata al considerarla “desproporcionada, anormal e inmoderada”.
