Vodafone España ha entrado hoy en la Tercera Generación con el lanzamiento comercial de sus primeros servicios y terminales UMTS, que inicialmente está disponible en las 22 mayores ciudades españoles e incluye al 23 por ciento de la población de nuestro país.
Los servicios suministrados por la operadora, según detalló Francisco Román, consejero delegado de Vodafone España, son los de videollamada, streaming de vídeo o videomensajes; mientras que en el apartado de terminales la oferta comprende a día de hoy el terminal Samsung Z105, con un precio de 599 euros, al que próximamente se unirá el modelo Sony Ericsson Z1010, que se comercializará a 499 euros.
Los planes de Vodafone pasan por ir incrementando progresivamente la cobertura, hasta a finales de este año alcanzar a todas las capitales de provincia, o lo que es lo mismo, el 35 por ciento de la población; y proporcionar el servicio en todas las ciudades españolas de más de 20.000 habitantes en marzo de 2006, para llegar en ese momento al 65 por ciento de los españoles.
“UMTS es un capacitador de los servicios que ofrecemos y nos tiene que dar una ventaja competitiva”, explicó Román. En su opinión, la introducción se realizará inicialmente de forma lenta porque todavía no hay terminales a un precio asequible. A partir del próximo mes de octubre Vodafone tiene previsto acelerar el proceso de implantación de la 3G y espera que a finales de este año haya terminales en el mercado por 200 euros.
Por otro lado, la operadora móvil también ha dado conocer los resultados económicos correspondientes a su año fiscal, cerrado el pasado 31 de marzo.
En el último ejercicio, Vodafone facturó un 13 por ciento más alcanzando 3.866 millones de euros, mientras que los ingresos por servicios, en los que no se incluyen la venta de terminales y otras partidas, fueron de 3.561 millones y aumentaron un 14,7 por ciento. Los ingresos por datos subieron un 39 por ciento sobre el año anterior.
Como datos relevantes del pasado ejercicio, Francisco Román destacó el crecimiento del ARPU hasta los 377 euros anuales, el más alto del sector en España y uno de los más elevados dentro de la corporación, como consecuencia del incremento de la media de minutos por cliente, minutos de tráfico en red y número total de SMSs; el incremento del 39 por ciento de la facturación derivada de los datos, suponiendo el 11,4 por ciento del ARPU; y un esfuerzo inversor en la red que rondó los 486 millones.
Vodafone España cerró su último año fiscal con 9,7 millones de clientes, después de ajustar sus criterios de contabilización a los del Grupo. Con la anterior métrica, la cifra total se habría elevado hasta 9,9 millones, marcando un crecimiento del 8.9 por ciento para todo el año.
