“España representa un mercado muy importante para nosotros, con un 4 por ciento de las ventas totales en 2003 y la quinta posición en el ranking mundial” comenta Ingemar Naeve, consejero delegado de Ericsson en España. La compañía ha conseguido cruzar este “bache del sector” gracias a la creación de nuevos servicios, área que supone un 30,3 por ciento de la facturación de la firma en nuestro país, donde se incluye el despliegue de redes.
Para ratificar la importancia que este mercado tiene para el grupo a nivel mundial, cabe destacar que en España tienen ubicado el segundo centro de I+D más importante, y uno de los siete centros de soporte técnico de segundo nivel, que da cobertura a 74 mercados internacionales.
Para el consejero, “el ritmo que han marcado las operadoras móviles en el lanzamiento de UMTS es muy positivo para el desarrollo del mercado, y todas han incluido en su oferta nuestros terminales”, pero en cuanto a la legislación considera que “es necesario regular y unificar los mecanismos para solicitar la implantación de antenas, ya que España se ha configurado como el país que opone más reticencias, lo que se traduce en retrasos en el despliegue, reducción de las inversiones y aumento de los costes”.
Así mismo, también hacía hincapié en que “la ralentización de la competencia en telefonía móvil, debido al retraso en la entrada del cuarto operador, o la “comoditización” de la telefonía fija, unidas a una legislación intervensionista en la fijación de precios, obstaculizan la recuperación del sector”.
Finalmente, como clara tendencia el directivo observa “como las redes fijas ganan en tráfico de datos, mientras la voz pierde terreno para ganarlo en las redes móviles, lo que supone que las redes fijas se llenarán de nuevos servicios y la voz dejará de ser el principal, para convertirse en uno más”.
