Esto es así porque, en líneas generales, resulta común para cualquier operador enfrentarse ante retos como la rápida expansión del uso de Internet, el aumento del tráfico en las líneas y las aplicaciones de intercambio de ficheros (P2P). Por consiguiente conocer al detalle el tipo de tráfico generado por los usuarios y poder así ofrecer una QoS acordada resulta clave para este tipo de compañías.
La experiencia acumulada nos permite afirmar que este estado de cosas conlleva para los operadores tres efectos profundamente perniciosos, cuya acumulación incluso puede llegar a poner en peligro su viabilidad empresarial.
El primero de ellos es el uso excesivo e indiscriminado de las redes de transporte y otros recursos costosos, lo que no sólo implica un incremento constante del tráfico sino un cambio en el perfil del tráfico de asimétrico a simétrico. A corto plazo, esto supone la necesidad de ampliar las infraestructuras y los enlaces de comunicaciones y poder así soportar este aumento ofreciendo la misma calidad en el servicio. También afecta a la aparición de virus que generan tráfico espúreo.
En segundo lugar, los operadores deben afrontar la identificación y clara diferenciación entre los usuarios que utilizan la red en su negocio o actividad y los que la emplean como medio de entretenimiento (tanto clientes domésticos, como usuarios abusivos de redes corporativas y educativas). Y, por último, nos encontraríamos ante el hecho de la hipotética exposición del operador a reclamaciones de clientes y potenciales cánones por parte de las entidades gestoras de derechos de autor.
Hay ya en el mercado determinadas soluciones concebidas para estos operadores que prometen superar los inconvenientes que acabo de indicar. Por tanto, pienso que sería muy interesante reflexionár sobre qué se debe exigir a esta clase de soluciones para que realmente solventen dichos problemas. A grandes rasgos destacaría tres aspectos:
Visibilidad. Es decir, la solución debe incluir el examen del perfil y el comportamiento de sus usuarios, así como el análisis del tráfico generado, proporcionando datos de consumo a los sistemas de facturación.
Control. El sistema debe gestionar positivamente posibles abusos (con los consiguientes ahorros de costes), limitando el consumo individual de cada cliente (de acuerdo con horarios, tarifas contratadas…), identificando y controlando virus y optimizando el ancho de banda disponible.
Ofrecimiento de nuevos servicios, como pueden ser transporte de datos preferente (para conseguir nuevos ingresos por el servicio) y planes flexibles de acceso (con ofertas concretas para determinados usuarios), incrementándose así sus niveles de rentabilidad. La suma de estos tres valores añadidos es la que ha de abrir la senda para que el operador cuente con posibilidades como disponer de una mayor capacidad para implantar políticas tarifarias que favorezcan a los usuarios más rentables, implantar medidas técnicas que permitan medir y limitar el tráfico P2P y, en caso de que se estime pertinente, ir llevando paulatinamente al mercado hacia un modelo de pago por uso. Además, la solución que implante le debe capacitar para detectar inteligentemente el tráfico P2P (cada vez más sofisticado al camuflarse como tráfico http).
Si examinamos las soluciones existentes hoy en día en el mercado, mi conclusión personal es que los sistemas de detección, estudio y control del tráfico P2P más eficaces son los que se basan en un modelo hard-soft con unas características muy específicas, entre las que citaré las siguientes:
En la parte hard resulta conveniente que cuenten con un sistema capaz de detectar, medir y/o limitar en tiempo real el caudal de aplicaciones P2P, trabajando a velocidades de cable (wire speed), con unas dimensiones y prestaciones acordes con los requerimientos de un operador dominante. También sería relevante que este sistema se instalara en cascada con el tráfico, en puntos de agregación o en líneas de backbone apropiadamente seleccionadas de forma compatible con el diseño de red del operador. Y, por supuesto, deberá tener gran escalabilidad, con capacidad para gestionar desde un número pequeño hasta grandes cantidades de potenciales usuarios simultáneos.
En la parte soft, la experiencia nos aconseja que la solución adquirida incluya un conjunto de aplicaciones para implementar los conceptos citados que incluya posibilidades como software de observación y facturación básica, software de facturación avanzada y software de intervención.
En definitiva, las soluciones de análisis y gestión del tráfico IP constituyen una alternativa cada vez más interesante y necesaria para cualquier clase de operador de telecomunicaciones que desee situarse en primera línea de un mercado cada vez más complejo y competitivo. Garantizarse un proveedor especialmente cualificado que le ayude a sacar a dicha solución todo el partido posible será una decisión estratégica clave que habrán de tomar sus responsables ejecutivos. _
Giuseppe Simona, subdirector general
de Eurocomercial
