En Europa ya hay más de un centenar de operadores móviles virtuales (OMV) que pretende ser una alternativa de bajo coste, o aportar nuevos servicios diferenciales a segmentos específicos, frente a los operadores de redes móviles tradicionales.
En España existe regulación desde el año 2002, pero esa medida tomada por el Gobierno no ha sido suficiente para disponer en el mercado de nuevas compañías como operadores móviles virtuales, ya que, a parte de la licencia pertinente, se requiere un acuerdo comercial con operadores con red.
El efecto que a priori se supone más inmediato, es el incremento de competencia y, por tanto, el de rebaja de tarifas, pero analizando los mercados donde existen operadores móviles virtuales, vemos que no siempre su presencia ha supuesto rebaja de tarifas. Este es el caso del mercado británico o alemán, que después de cinco años de presencia de los operadores móviles virtuales no ha supuesto una rebaja significativa en las tarifas.
Otro efecto importante de la entrada de los OMV es su orientación a segmentos de mercado específicos (como puede ser el cliente prepago), que podría permitir reorientar las estrategias comerciales de los operadores móviles actuales, centrándose en aquellos segmentos de mercado de mayor rentabilidad (contrato y empresas).
Está claro, los operadores móviles virtuales jugarán un papel fundamental en el desarrollo del mercado móvil, sobre todo teniendo en cuenta que se estima que entre el 10 y el 20 por ciento de los mercados occidentales (Europa y Norteamérica) será de OMV debido a su penetración actual y crecimiento. Se podría decir que los operadores móviles virtuales pueden causar el mismo impacto en el mercado móvil, que las compañías áereas de bajo coste en el sector aeronáutico.
