El sector de las telecomunicaciones ha vuelto a recuperar confianza aunque las expectativas de crecimiento siguen siendo moderadas. De hecho en los últimos años este mercado ha pasado de tener unas cifras de crecimiento de dos dígitos a registrar ahora un incremento anual del 3,3 por ciento [según el último informe anual de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), correspondiente a 2006]. Pese a este retroceso, podemos afirmar que el mercado de las telcos creció a buen ritmo el año pasado, gracias a que las tecnologías de la información y las Telecomunicaciones se usan cada vez más a todos los niveles, tanto por los usuarios individuales como por las empresas y la Administración Pública.
En el conjunto del sector, la telefonía inalámbrica aportó en 2006 un 42,8 por ciento de la facturación, seguida por la fija, con un 28,4 por ciento, los servicios audiovisuales con un 15,2 por ciento e Internet con un 7,9 por ciento. Por ende, el dinamismo del sector de las Telecomunicaciones en España se ve reflejado en la telefonía móvil, verdadero motor del sector. La penetración supera ya el cien por cien de la población y sigue creciendo, con un incremento interanual de conexiones móviles cercano al tres por ciento, superando a países como Alemania y Francia.
En España, el sector de las telecomunicaciones representa alrededor del 17 por ciento del total del mercado de servicios de TI, el segundo en importancia después del sector financiero, y supone cerca de 2.000 millones de euros.
Con respecto a las dos últimas décadas, el mercado de las telecomunicaciones han experimentado cuatro transformaciones clave: el impacto de al convergencia de negocio, la extensión de las infraestructuras, la intensificación de la rivalidad en el propio sector y una profunda transformación de las necesidades de los clientes. A continuación analizaremos cada uno de estos procesos y cómo están afectando al futuro del sector.
Las telecomunicaciones han abordado definitivamente el reto de la convergencia. Y lo han hecho con un objetivo: satisfacer las necesidades y demandas del cliente que busca soluciones adaptadas que le reporten ventajas en términos de productividad y eficacia y que le permitan un acceso inmediato a los servicios en cualquier momento y lugar.
El éxito de la convergencia depende de tres factores básicos: una demanda creciente de servicios, la extensión de la infraestructura de acceso y la disponibilidad de dispositivos terminales eficaces que faciliten al usuario el aprovechamiento de los servicios y mejoren su experiencia. La consecución de estos factores ha llevado a que las operadoras establezcan nuevas estrategias que rompan con las barreras tradicionales entre negocios que hasta hace poco se hallaban claramente diferenciados, como la telefonía, la red de datos, la televisión o los contenidos.
La integración de todos estos elementos ha posibilitado el desarrollo de nuevos servicios con modelos económicos diferentes que hacen que la utilización de la tecnología por parte del usuario final sea más sencilla y eficiente a un coste significativamente menor. Ahora, la labor de los operadores se limita a responder las necesidades del consumidor que es verdadero motor del entorno convergente- ofreciéndoles una respuesta global, es decir, garantizándoles diversos canales de acceso a la información (teléfono móvil, ordenador portátil, televisión, etc.) cuando (24 x 7) y donde (en casa, en el aeropuerto, al aire libre, en la oficina, etc.) les interese. El paradigma de la convergencia no es sino la conjunción perfecta de estos tres elementos y conduce a una situación en la que el consumidor opera con total libertad porque elimina todas las limitaciones que afectan al usuario final en su acceso a las comunicaciones, la información y el ocio.
El siguiente cambio decisivo en el sector consiste en la progresiva extensión de las infraestructuras. En la actualidad, el predominio en las tecnologías de acceso les corresponde a las líneas ADSL, que en los últimos años se han extendido con gran velocidad en el mercado europeo. Como señala la Asociación de Empresas de Consultoría en su informe “Telecomunicaciones, innovación y servicio al cliente”, para el futuro se prevé un fuerte desarrollo de la tecnología UMTS, que en 2008 se espera que represente casi la mitad de los accesos a la Red. Asimismo, de aquí a un tiempo se espera el despliegue de las redes de nueva generación (Next Generation Network, NGN), que permitirán a los operadores ofrecer a sus clientes un mayor número de aplicaciones y servicios.
El crecimiento de los accesos a Internet, especialmente los que se realizan a través de tecnologías convergentes como 3G, significa la creación de una extensa base de clientes potenciales para los servicios tradicionales de transmisión de datos y voz, así como para la introducción de nuevas ofertas de servicios innovadores.
Por otro lado, la extensión de las nuevas tecnologías traerá consigo la introducción de nuevos servicios sustitutivos a los tradicionales como, por ejemplo, el desarrollo de las posibilidades de la Voz sobre IP, que generará un nuevo contexto para la telefonía fija tradicional.
La rivalidad competitiva entre los operadores de telefonía ha estallado en los últimos años. La telefonía fija ha ido perdiendo importancia como fuente de ingresos y los proveedores de servicios ofrecen cada vez más minutos gratuitos en un último intento por atraer la demanda. Este mismo fenómeno se prevé para la telefonía móvil y para los servicios de acceso a Internet en un contexto de progresiva comodificación.
Ante este hecho, la estrategia de los operadores sigue dos claras líneas de acción: la búsqueda de la excelencia operativa, como único medio de sostener los márgenes en los segmentos del mercado en los que no es posible la diferenciación, y la recuperación de los márgenes globales mediante la introducción de nuevos servicios diferenciados en el mercado.
Entretanto, las fusiones y compras entre los operadores de telecomunicaciones no han dejado de sucederse y representan una oportunidad única de posicionarse rápidamente en nuevos segmentos de mercado, situación que mejora drásticamente su cobertura y por tanto su posicionamiento frente a la competencia.
De cara al usuario final, las consecuencias de una mayor concentración de la competencia, en conjunto con una mayor generalización en el uso de la tecnología existente (banda ancha, telefonía móvil, etc.) y lanzamiento de mejoras tecnológicas (mayor capacidad de las conexiones de Internet, transmisión de datos vía dispositivos móviles,…), han resultado en una caída generalizado de los precios, tanto de telefonía como de accesos de Internet.
La última operación en este sentido que afecta a nuestro país es la compra de la filial de Tele 2 en España por parte de Vodafone, que convierte al operador británico en otro de los grandes operadores de telecomunicaciones integrado, con el objetivo de lanzar al mercado paquetes conjuntos a precios competitivos, de fijo, móvil, Internet y televisión. El movimiento de Vodafone le sitúa como el principal rival de Telefónica en España, tanto en ingresos como en número de clientes.
Por último, la transformación que está redefiniendo el panorama competitivo del sector de las telecomunicaciones tiene que ver con la completa transformación del modelo de cliente. La percepción que se tenía de los usuarios como una masa prácticamente homogénea en cuanto a su demanda y absolutamente pasiva se ha extinguido definitivamente. La industria se está orientando hacia un consumidor activo que busca interactuar y participar en la creación del contenido que le interesa. Para el usuario final, la consecuencia más importante de esta transformación consiste en la posibilidad de acceder a un número mayor de productos y servicios, adaptarlos a sus gustos y consumirlos según le convenga.
Asumida la relevancia que tienen los contenidos para el desarrollo del sector, los operadores han adaptado su estrategia a esta nueva realidad, extendiendo su oferta de servicios más allá de su actividad de negocio tradicional.
Por un lado, los operadores de telefonía han ampliado su cadena de valor enriqueciendo su oferta de voz con servicios de datos y vídeo, en los que aprecian importantes posibilidades de negocio. Por su parte, los operadores móviles han tenido que incorporar nuevas aplicaciones y servicios para aumentar la experiencia positiva del cliente.
Así pues, servicios que hasta hace un tiempo era inconcebible que se disfrutaran con un solo proveedor forman ya parte de una misma oferta, lo que supone que haya en un único paquete servicios de voz, vídeo, datos y movilidad (lo que se conoce como cuádriple-play. En el centro de este nuevo mundo se sitúa la red IP, a la cual se puede acceder a través de múltiples tecnologías (ADSL, Red 2.5 G y 2G, WIFI y WIMAX, red eléctrica, cable o satélite) y mediante la utilización de terminales convergentes, capaces de acceder a las redes fija y móvil.
A continuación destacamos algunos servicios que, si bien llevan desarrollándose algún tiempo, no ha sido ahora cuando han adquirido un verdadero protagonismo en las ofertas combinadas de los operadores.
-Televisión IP (IPTV): Esta tecnología transformará en un futuro próximo la televisión actual y representa una nueva oportunidad de negocio para operadores. La IPTV responde a un nuevo modelo de consumo de televisión que ha sido desarrollado basándose en el video-streaming.
En España, varias empresas de comunicaciones empiezan a ofrecer servicios de IPTV. Telefónica ofrece un servicio de televisión IP bajo el nombre de Imagenio; Jazztel también se ha unido al carro de esta tecnología y ofrece el servicio con el nombre Jazztelia TV; Orange también oferta este servicio llamado Orange Tv, así como Ya.com (ya.com tv) y Superbanda (superbanda tv).
-TV móvil: Y si la televisión IP prevé muy buenas expectativas de negocio no se espera menos de la televisión digital vía móvil. Varios estudios de mercado concluyen que existe una demanda de televisión en el móvil y que son las noticias locales y generales las aplicaciones más deseadas, seguidas de los programas de televisión y los pequeños extractos de películas o trailers. (En el numero 218, en la sección Primer Plano hablamos de este servicio en un reportaje amplio),
-Videoconferencia: La videoconferencia tradicional ha evolucionado de forma exponencial en los últimos años gracias a tres fenómenos: las comunicaciones unificadas, la alta definición (HD, por sus siglas en inglés) y la telepresencia. Hoy en día es posible mantener una reunión por videoconferencia y enviar o recibir de manera simultánea una segunda imagen de alta calidad con el contenido de una presentación o un documento; o bien con la imagen y el sonido procedentes de un DVD/VCR. Todo ello, desde diferentes ubicaciones y en tiempo real.