Edificar en la nube

Cada vez más las empresas se benefician de las ventajas que supone tener una buena gestión en la nube. El contexto económico determina un mayor control sobre los costes y las compañías apuestan por tener un tipo de infraestructura tecnológica dinámica y altamente automatizante.

Publicado el 06 May 2010

Por Gustavo Ciuffo Hace poco tiempo, un completo informe publicado por la compañía Akamai examinaba los componentes de un modelo de cloud computing. El estudio incluía las tecnologías de virtualización de la nube y los servicios de optimización de la misma, así como las principales ofertas desde dentro de la nube (Infrastructure-as-a-Service, Platform-as-a-Service y Software-as-a-Service). En este documento, llamado “Una Perspectiva desde el Borde de la Nube” se destacaba que, cada vez más, las empresas usarán todos los aspectos de este modelo cloud emergente y lo aprovecharán de manera modular. Incluso, destacaba el estudio, algunas empresas ya han establecido nubes privadas, creando un conjunto de recursos de infraestructura, típicamente desplegados dentro de sus propios cortafuegos que pueden ser compartidos dinámicamente entre diferentes aplicaciones y funciones dentro de la empresa. Lo cierto es que, más allá de la forma en que cada empresa aprovecha las posibilidades que ofrece la nube, ya nadie discute el hecho de que la red posibilita todo un mundo de prestaciones fiables, flexibles, escalables y seguras que repercuten directamente en una reducción de costes y en una maximización de los recursos.

Ahorro y pago por uso
El abaratamiento de las cuantías que acabamos de mencionar es una de las bazas fundamentales de la estrategia en la nube. Y esto es así porque el cloud computing permite a las empresas reducir los gastos de capital relacionados con el funcionamiento de su infraestructura, reducir los gastos generales y costes de mantenimiento y externalizar áreas que no son estratégicas para sus prioridades organizativas y de TI. Al mismo tiempo, y como bien señala Andy Rubinson, director de Marketing de Producto Senior y Aceleración de Aplicaciones de Akamai Technologies, muchas empresas encuentran que estos modelos de tarificación (servicios gestionados) “son más atractivos ya que pueden utilizar sólo lo que necesitan, sin sobredimensionar su infraestructura”. En la misma línea se manifiesta Raúl Izquierdo Chicote, Business Development Manager de Alhambra-Eidos, para quien los usuarios de la tecnología en la nube logran abstraerse de la administración y supervisión de otros elementos tales como aplicaciones, servidores, switches, routers, firewalls, sistemas de copia de seguridad, refrigeración de CPDs o alimentación eléctrica. Además debemos tener en cuenta que, generalmente, y como bien apunta Chicote, “el licenciamiento es de pago por uso, por lo que se pueden reducir costes frente a la obsolescencia y rigidez de las licencias perpetuas”. Con independencia de los beneficios económicos también es cierto que, en la mayor parte de los casos, las aplicaciones basadas en la nube han traído al mercado tecnológico unos servicios más eficientes, más sencillos de gestionar y más fiables. “El cloud computing contempla las TIC como un servicio y desvincula el uso de las herramientas informáticas del hardware que los soporta, lo que permite que el cliente tenga (y pague) exclusivamente por los recursos informáticos que va a utilizar en todo momento. Además, al estar la información alojada en un Centro de Datos externos, cuenta con la máxima garantía de seguridad y está siempre disponible, en cualquier momento y lugar. Por su parte, Ricardo Usaola, director de soluciones de gestión del rendimiento de las aplicaciones, gestión del servicio y gestión de la infraestructura de CA Iberia nos comenta que “La facilidad de pago por uso, facilidad de acceso y bajo nivel de inversión que requieren los servicios en la nube hacen que sea una opción válida para grandes empresas que quieren externalizar algún tipo de actividad, cubrir un pico de trabajo que habitualmente se hace internamente o ganar rapidez y agilidad en la creación de nuevas ofertas con recursos que pueden obtener de la nube, pero también resulta interesante para las medianas y pequeñas empresas que contratando servicios cloud pueden acceder a tecnologías sofisticadas que de otro modo no podrían mantener”.
Otra de sus grandes ventajas es que en, muchos casos, las aplicaciones cloud computing integran en una única solución diferentes características y los proveedores comercializan una única solución tecnológica completa en alquiler, asumiendo su mantenimiento técnico. De este modo, los clientes de una aplicación cloud computing utilizar la tecnología sin sus dificultades técnicas y sin una inversión inicial elevada, centrándose en su negocio al 100%, explica a REDES & TELECOM Miguel Martínez Vélez, Director General Técnico de Arsys.

Salto hacia las nubes
Hace algo más de un año, cuando publicamos en nuestra revista un extenso informe sobre cloud computing, apuntábamos cómo diferentes empresas de los sectores de las telecomunicaciones y la banca daban el salto hacia la nube, pasaban de clientes a proveedores gracias a la robustez de sus infraestructuras y ya veían una nueva oportunidad de negocio. Al día de hoy, cada vez más empresas van incorporando estas tecnologías y la propuesta del cloud es sumamente atractiva para cualquier sector. Evidentemente, el tamaño y el tipo de empresa determinan el modelo de solución en la nube que necesita y cómo ha de implementarse para producir un mayor efecto sobre las necesidades internas. Jaime Gutiérrez, Marketing Manager CMS de Colt España, expresa muy claramente esta idea: “Las grandes compañías, que abordan proyectos de mayor envergadura, requieren de soluciones a medida que se integren con las ya existentes. En esos casos las soluciones cloud computing suelen tener un alcance departamental y ponerse en marcha de manera independiente. En cambio, para las empresas medianas son especialmente atractivas las soluciones cloud computing como medio de transformación, modificando su manera de trabajar y haciendo que estas crezcan a medida que lo haga el negocio”. Por su parte, y consultado sobre este mismo tema, Eitan Bremler, Manager de Marketing de Producto, Radware, señala que, desde la experiencia de su empresa “las empresas más interesadas en trabajar con la nube son cualquiera de las nuevas compañías que desean desarrollar su nuevo Web site rápidamente – sin la necesidad de invertir el dinero y el tiempo en la construcción de su propio centro de datos – o las empresas que miran por la reducción de costes, migrando aplicaciones a la nube”.
Lo cierto es que, al menos en opinión de los proveedores, todas las empresas se pueden beneficiar de los avances que supone el cloud computing y, en este sentido, el contexto actual de crisis, condiciona el mayor control sobre los costes. “Los sectores más beneficiados son, sin duda, aquellos sectores en los que existe una necesidad más acuciante de ahorrar costes, y dónde las tecnologías de la información juegan un papel clave en el negocio, son los sectores que antes avanzarán en este camino” explica a nuestra revista Daniel Calvo, director de consultoría tecnológica de EMC. No obstante, y con independencia de que poco a poco se van incorporando sectores de los más variados, es verdad que aquellos sectores que supieron ver hace tiempo las ventajas de las soluciones en la nube, son los que más han consolidado su infraestructura cloud y están viendo claros beneficios. “En la actualidad son las operadoras de telecomunicaciones y las grandes cuentas del sector público y privado las que más están apostando por la evolución del cloud computing adoptando infraestructuras de nube públicas y privadas. Con respecto a los sectores de actividad más interesados, podemos citar, junto a las operadoras de telecomunicaciones, a las empresas financieras, el sector industrial, las firmas de utilities y servicios y las Administraciones Públicas”, nos explica Luis Palacios, director de desarrollo de Negocio para Virtualización en la región mediterránea de Cisco.

Infraestructura necesaria
La mayoría de los profesionales expertos en cloud computing consultados por REDES & TELECOM han coincidido en que la infraestructura de red es un elemento fundamental para adoptar un modelo tecnológico basado en la nube, tanto para quien provee el servicios como para el usuario del mismo. “El proveedor debe poder garantizar muchos factores que dependen de la infraestructura de red, como la disponibilidad, la continuidad del servicio, la seguridad de los datos alojados, etcétera. Sólo una red avanzada, capaz de ofrecer un control granular sobre recursos y usuarios puede garantizar todo esto”, explica Salvador Ferrer, director técnico de Enterasys. Lo que está claro es que el trabajo en la nube necesita sí o sí un tipo de infraestructura tecnológica dinámica que cuente con una serie de ventajas, como un alto grado de automatización, una rápida movilización de los recursos, una buena capacidad de adaptación elástica, virtualización avanzada, estandarización, capacidad para medir el consumo y un precio flexible en función del consumo realizado. Algunos de estos parámetros, mencionados por Elisa Martín Garijo, directora de Tecnología e Innovación de IBM España, contribuyen claramente a delimitar el elemento diferenciador de una óptima tecnología en la nube. En este sentido, desde la compañía IBM lo tienen claro: “Como proveedor de cloud computing, IBM dispone de una oferta única que cubre todos y cada uno de los segmentos de este mercado. Somos capaces de ofrecer desde los servicios sobre cloud público a las soluciones de cloud privado llave en mano, pasando por los componentes de hardware, software y servicios para construir entornos cloud. Prueba de nuestra experiencia son los 20 centros de cloud computing en los que operamos, que nos han permitido desarrollar más de 100 proyectos en todo el mundo”, destaca Garijo. Además, y como bien señala José Manuel Armada, director de Ingeniería de Clientes de Interoute Iberia, una buena infraestructura “empieza por una red que soporte los servicios y que esté dimensionada de forma adecuada, centros de datos capaces de garantizar la disponibilidad de las aplicaciones y, por último, el soporte adecuado”. Finalmente, digamos que, como muchos de los servicios en la nube basan su actividad en la virtualización, los principales fabricantes (VMWare, Citrix y Microsoft, por ejemplo) están invirtiendo gran cantidad de recursos en proporcionar las plataformas y las herramientas de automatización necesarias para potenciar este modelo. “La idea –explica a nuestra revista Marcos Paredes, director de Tecnología de Ozona Consulting, es que este modelo sea, por un lado, totalmente transparente para los usuarios y, por otro lado, se puedan minimizar los recursos de gestión y administración por parte de los departamentos de TI. Las soluciones de virtualización, almacenamiento, replicación y seguridad están siempre presentes detrás de un entorno Cloud”.

Nuevos modelos de trabajo
Como toda nueva tecnología que interviene en las distintas fases operativas de una corporación, el cloud computing está generando modelos inéditos de trabajo. Estos modelos, que como decíamos más arriba suponen un importante ahorro de costes, generan además ingresos recurrentes con una mínima inversión. Josu Franco, Director de Desarrollo Corporativo de Panda Security, nos explica muy claramente esta idea: “Con este modelo, los distribuidores no necesitan desplazarse e ir a casa del cliente a hacer intervenciones in situ, lo pueden hacer de forma remota. Para los clientes, implica un ahorro importante de costes. Para los partners que comercializan este tipo de solución, supone ingresos recurrentes con una mínima inversión, ya que tampoco necesitan desplazarse, ir a casa del cliente a hacer intervenciones in situ, etcétera”. Por otra parte, y complementando la idea que nos expone el directivo de Panda, cabe destacar que las soluciones SaaS van a permitir al canal de distribución ofrecer servicios de valor añadido al usuario final. De esta manera, el canal puede recuperar el beneficio que ha ido perdiendo en los últimos años debido al cada vez menor margen que obtiene sobre el hardware. Fernando Sánchez, gerente de Delaware, va más allá y asegura que la adopción de cloud computing supone al día de hoy un cambio cultural de gran calado, que está impactando no sólo en las líneas de gestión de elementos de tecnologías de la información, sino también en los modelos de relación y en los procedimientos operativos de la gestión de servicios asociadas. “Todo cambio cultural implica cierta resistencia al cambio que además se une a la falsa sensación que se produce al inicio de falta de control de los elementos implicados en la gestión. Este ha sido uno de los problemas principales de la implantación de soluciones de cloud computing, ya que ha primado el objetivo de reducción de costes sin realizarse un replanteamiento previo a nivel estratégico del modelo operativo a seguir, así como de explotar todas las capacidades que ofrece trabajar en la nube”, sostiene el directivo. Resumiendo este tema referente a los nuevos modelos de trabajo, nos quedamos con las palabras de Alejandro Solana, director técnico de VMware para España y Portugal, para quien gracias al cloud computing, cualquier empresa, incluso las Pymes, pueden beneficiarse de una reducción de costes de mantenimiento (y gastos de energía), liberación de espacio físico en la oficina y, sobre todo, una mayor disponibilidad de las aplicaciones. “De esta manera –explica Solana- todas las aplicaciones, incluso las más críticas, se convierten en una “utility”, de la misma manera que el agua, la electricidad y el gas, por lo que los responsables de las empresas pueden dedicarse a actividades que impacten al negocio directamente y no perder tiempo en gestionar las infraestructuras tecnológicas e instalar actualizaciones”.

Nubosidad en ascenso
Hasta aquí hemos intentado explicar el presente del cloud computing, las ventajas de la nube y la incidencia que ella tiene en los nuevos modelos de negocio. Pero ¿qué pasará en este campo en el futuro?, ¿cuáles son las tecnologías que destacarán y coparán las necesidades de una buena gestión en la nube? Y sobre todo ¿hacia dónde debe ir un proveedor de cloud computing que quiera destacar y ser un referente en esta materia? Respecto a este último interrogante, Javier Carlos Ros Sánchez, director de Desarrollo de Negocio TI de Unitronics, asegura que los departamentos TI necesitan de un proveedor de cloud computing “que cumpla sus requerimientos y acuerdos de nivel de servicio pactados, para ello debe ser fiable y solvente, pero además necesitan la figura de un “cloud integrator” que les permita realizar la transición de estos servicios hacia la nube de una forma ordenada y fiable, y que gestione posteriormente la relación, proporcionando una capa de valor añadido a los servicios del fabricante”. Por otro lado, debemos considerar que las empresas tienen que adoptar continuamente las mejores prácticas y considerar las nuevas tecnologías para seguir siendo competitivas en este mercado global. “Cloud Computing puede ser la próxima ola de evolución de TI –nos explica Ramon Miranda, CTO de Avanade-, cuando pensamos en cloud computing más allá, vemos escenarios potenciales donde nuestro propio escritorio corporativo pueda estar alojado en cloud computing. A pesar de ser realmente software, estaremos a la vez dando un salto en el modelo computacional tradicional del puesto de trabajo, elevando las posibilidades de conectividad y disponibilidad”. Miranda destaca asimismo que este escenario es el que conocemos como VDI (Virtual Desktop Infrastructure), pero llevado a cloud computing implicará que nuestro escritorio ya no estará físicamente en nuestra mesa u hospedado en nuestros servidores de virtualización del CPD sino que se ubicará en cloud computing y que, simplemente, mediante cualquier dispositivo con software que permita el acceso remoto (ThinClient, por ejemplo), podremos acceder desde cualquier parte del mundo a nuestro escritorio de trabajo, datos y aplicaciones. Llegados a este punto – dice el directivo de Avanade- podríamos interpretar como si hubiéramos movido el hardware del PC tradicional a cloud computing. En el caso de SaaS, y tal como indica Eduardo Martinez, director general de Staff&Line, la parte más importante será la segunda “S” de “Servicio”. Por ello es que una vez que los servicios ofertados alcancen un nivel de madurez suficiente, “se complementarán con servicios de mayor valor para el cliente y cobertura end-to-end”. Añadiendo un dato más a esta última cuestión, Juan Antonio Sánchez Cañibano, Global Product Manager en el ICT Competence Centre y Gestor de Producto en el área de negocio de Servicios desde la Red de Telefónica España Grandes Clientes, nos aclara que “En cloud empieza a haber dos grandes familias de servicios que se complementan y fortalecen mutuamente. Por un lado, los servicios de IaaS (Infraestructura como servicio) junto con los servicios PaaS (Procesos y plataformas como servicio) están suponiendo la evolución natural de los servicios de hosting tradicionales hacia modelos utility. El IaaS ha supuesto un cambio disruptivo en la forma en que las Grandes Empresas y Administraciones Públicas demandan y consumen servicios de Tecnologías de la Información, con énfasis en la flexibilidad, ahorro de costes, minimización de tiempos de provisión y cambios en producción. Por otro lado, existe el gran bloque de servicios denominado SaaS (Software como servicio) que permite el uso racional de productos de forma flexible y ajustable a las necesidades de cada empresa. El SaaS está logrando un éxito exponencial en pymes, debido a las dificultades de éstas de llegar a productos comerciales y realizar complejas implantaciones de soluciones que con el SaaS quedan totalmente resueltas”, apunta Caíbano.
Lo importante, en todo caso, es señalar que, tal como destaca muy acertadamente Ramsés Gallego, director General de Entel Cataluña y Director de Security & Risk Management de Entel, las bases y fundamentos principales de la nube están creados. Nos quedamos, a modo de resumen, con la observación que propone el responsable de Entel: “las mejoras vendrán por la capacidad de aprendizaje de la red, que llegue a comprender qué necesitamos en función de varios parámetros (como por ejemplo dónde estamos o qué tipo de servicios queremos consumir) y que proponga documentos, datos y personas con las que relacionarse en consecuencia”.

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Redacción

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