Cuántas veces ha explicado a la familia y los amigos que trabaja en una compañía llamada Citrix y no se dedica a la venta de naranjas y limones?
Bueno hace años lo explicaba mucho más que ahora. Cuando empecé a trabajar en Citrix lo aclaraba una vez al día, pero ahora la compañía tiene más nombre y en el círculo que me muevo ya me conocen. Actualmente empiezo a notar que se produce más bien el efecto inverso: cuando llevo una camiseta de Citrix me dicen: ¡Ah, trabajas en Citrix! Porque se sorprenden de poner cara a alguien que está en la compañía que les facilita tecnología para su día a día.
Vamos a sacarle más jugo al tema. Dígame: ¿en qué se parecen los cítricos a Citrix? ¿Son ustedes la vitamina C de las TI?
Indiscutiblemente somos la vitamina, pero no de las TI sino del negocio en general, nuestra filosofía es ir más allá de la mera tecnología. Últimamente estamos destacando como una empresa relevante no sólo en el mundo de las TI sino en el entorno de transformación del negocio. Ante la crisis, muchas empresas quieren transformar el negocio y una manera de hacerlo es virtualizando su infraestructura y dispositivos de usuario, por tanto al hablar de vitamina en el sentido de reforzar o dar una energía especial, sí podemos decir que somos la vitamina de la mayoría de los negocios que tienen que repensarse y transformarse para seguir avanzando.
Yo creo que sí. Si miramos lo que ofrecen otras compañías a la hora de virtualizar, nadie lleva 20 años preocupada por cubrir todas las necesidades de virtualización de un negocio, desde la experiencia de usuario al administrador. Mientras nuestros competidores tienen una visión limitada de la virtualización, nosotros somos los únicos con una visión global y con capacidad de evolucionarla.
Me gusta oír hablar de virtualizar el puesto de trabajo, suena a que puedo estar en casa en pijama y responder un email que cierre un acuerdo crucial, todo ello mientras fuera llueve a mares… Supongo que no es tan idílico.
La grandeza de virtualizar el desktop es que nos permite trabajar desde cualquier sitio y con diferentes conexiones y dispositivos, lo que se traduce en una tasa de productividad mayor. La parte menos idílica es que nuestras jornadas de trabajo tienen un horario más extenso del que nos gustaría con este sistema, aunque al final creo que salimos ganando porque la virtualización del desktop nos permite conciliar la vida familiar y laboral.
Acaban de lanzar XenApp 6 y al anunciarlo hablan de verdadera experiencia en alta definición y autoservicio de aplicaciones. ¿El usuario está preparado para tener un desktop a la carta?
El usuario está pidiendo que la experiencia que tiene a día de hoy con un PC potente y unas aplicaciones multimedia la pueda trasladar a otros entornos. Creo que vamos a vivir un boom de las comunicaciones multimedia donde cada vez más el vídeo, la voz y la mensajería instantánea va a sustituir a elementos de comunicación más estáticos. Nosotros tenemos que intentar que la tecnología reproduzca en modo virtualizado esa experiencia que ya tiene el usuario con la tecnología tradicional, de ahí que nuestra solución sea muy apropiada. Con XenApp 6 nos hemos acercado aún más a la experiencia de usuario actual.
Lleva una década dentro de la compañía y recientemente ha dado el salto fuera de la Península, ¿se ve dentro de otros diez años trabajando en el despacho contiguo al de Mark Templeton [CEO de Citrix]?
El despacho contiguo al de Templeton, en Florida, lo ocupa Álvaro Monserrat, que hace una labor extraordinaria, con lo cual no es necesario que yo le sustituya. En mi caso, me veo dentro de diez años en una compañía mucho más grande y de más éxito, pero haciendo lo que hago. Al final, soy hombre de empresa y haré lo que Citrix estime, pero eso sí, con la misma energía que hace diez años porque mantengo la misma ilusión que cuando entré. –