La pandemia de la Covid-19 aceleró la puesta en marcha de medidas que afectaron al sistema educativo y a menores, familias y personal docente. La teleeducación se impuso, ganándose un hueco en las instituciones formativas de nuestro país.
Teleeducación: qué es, ventajas e inconvenientes
Definida como una enseñanza a distancia, abierta, flexible e interactiva, basada en el manejo de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones y, sobre todo, aprovechando los medios que ofrece Internet, la teleeducación presume de ventajas como el acceso a la información de personas aisladas geográficamente o con dificultades físicas; la posibilidad de personalizar el aprendizaje, atendiendo a las distintas capacidades, conocimientos e intereses del alumno; y la actualización constante de materiales y contenidos que permite el sistema, entre otras. Sin embargo, como inconvenientes, la teleeducación presenta la aparente falta de contacto humano entre alumnos y profesores y cierta falta de confianza por parte de los docentes en utilizar las nuevas tecnologías para impartir clases.
De perspectivas prometedoras a una realidad
En 2001, la Asociación de Usuarios de Internet (AUI) y la Universidad Carlos III de Madrid elaboraron el informe “Internet y la Teleeducación oportunidades y barreras para su desarrollo”, en el que se aseguraba que, en el ámbito de la teleeducación en España, las perspectivas eran muy prometedoras en un plazo de dos a cuatro años. Pese a estas esperanzadoras previsiones, el estudio también señalaba que existían numerosas barreras que era necesario superar como la calidad y los costes de acceso a Internet, la falta de hábito en el uso de las nuevas tecnologías y la falta de información de los usuarios.
Dos décadas después, y con un virus revolucionando el mundo y la red de redes omnipresente en nuestro día a día, estos obstáculos se han ido superando. De hecho, un 98% de los menores españoles usa Internet de forma habitual desde la pandemia. Así lo indica la brújula El uso de las tecnologías por menores en Españadel Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), publicado a principios de 2022.
Pero no todo es tan bonito. Aunque el 95% de los hogares estaba preparado para hacer frente a las clases en línea, casi el 5% de los niños y niñas no tuvieron los medios necesarios. Es más, en el caso de las familias con ingresos inferiores a 900 euros, el dato de menores sin dispositivos para la educación a distancia roza el 17%. Madrid es la Comunidad con mejor nota para el online (98% de hogares preparados), seguida de Cataluña (98%) y Navarra (97%). A la cola, Melilla (89%), Canarias (90%) y Murcia (91%).
A raíz de esta situación, el Gobierno de España inició en junio de 2020 el programa Educa en Digital, dotado de 190 millones, con el objetivo de distribuir hasta 500.000 equipos entre los centros educativos para fomentar la transformación digital de la educación, tanto en su modalidad online como presencial.
España desconectada
Y es que, para que la teleeducación tenga el éxito deseado en nuestro país es necesario que las entidades de teleeducación y las organizaciones de usuarios presionen para que el acceso a Internet sea lo mejor y más barato posible, además de llegar a todos los usuarios independientemente del lugar donde viven.
En este sentido, la Administración se ha puesto las pilas para conectar las zonas remotas ya sea mediante fibra u otra vía de acceso, como el satélite. Programas como UNICO van encaminados a conectar la España Vaciada y los despliegues van muy rápido, tal y como indica el último Informe de Cobertura de Banda Ancha 2022.
La teleeducación más allá de las universidades
Aunque la formación online ya existía desde hace tiempo, la teleeducación es un concepto más amplio que meros cursos virtuales impartidos en academias. Haciendo honor a la verdad, las universidades son las principales entidades que ofrecen esta modalidad desde hace tiempo y con cada vez mayor número de materias. Sin embargo, lo que ha traído consigo la crisis sanitaria es que esta fórmula didáctica se asiente también en centros de educación Primaria y Secundaria para alumnos que no pueden asistir a clases presenciales. Pero en estos casos todavía queda mucho por andar, sobre todo en centros públicos.