Juan Cabrera, El Hierro
En octubre de 2011, el Hierro, la isla más occidental de Canarias y también la más despoblada (sus tres municipios apenas cuentan 11.000 habitantes) saltó a las primeras páginas de periódicos y a los telediarios nacionales. Un volcán submarino empezó a soltar gases y materiales, y la actividad sísmica a la que dio lugar obligó a evacuar a la población (por peligro de desprendimientos en las escarpadas carreteras y veredas de la isla). Los temblores mantuvieron en vilo a autoridades y vecinos durante meses. Como consecuencia, dos actividades clave para la economía isleña como son la pesca y el submarinismo se resintieron. El Hierro dejó de ser, de un día para otro, uno de los destinos preferidos para submarinistas de todo el mundo a causa del deterioro del paisaje marino causado por el volcán activo, sumergido a apenas cinco kilómetros de la costa. De golpe y porrazo, los 30.000 turistas que cada año visitaban una isla que se mantiene casi virgen y esconde joyitas para la vista y los sentidos casi en cada rincón, desaparecieron. Para recuperar la actividad económica, en marzo, el Ministro de Industria, Energía y Turismo, el canario José Manuel Soria, estuvo en el Hierro para presentar un plan de inversión de 8 millones de euros que se va a destinar a la promoción del turismo herreño, así como a la dinamización de las empresas de la isla gracias a créditos ICO y al impulso de las nuevas tecnologías. Era la respuesta del Gobierno central al desastre natural.
Casi medio millón de euros
Una parte de esa inversión, concretamente 440.000 euros, ha ido a parar al proyecto de dotar a El Hierro de una infraestructura Wi-Fi de acceso gratuito. Siguiendo el eslogan de las autoridades, todo con el fin de convertir al territorio canario en “la primera isla free Wi-Fi del mundo”. La iniciativa se le encomendó hace un año a Seguittur, una sociedad estatal que trabaja en el desarrollo de las tecnologías en el sector turístico. La red, que está en fase de prueba final y que ha sido instalada por el equipo de Abertis Telecom en Canarias, cuenta con 26 puntos de acceso para exteriores de casi 2.000 dólares cada uno (precio de lista) del fabricante estadounidense Ruckus Wireless repartidos por todo el territorio insular. En concreto, se trata de 15 puntos ZoneFlex 7762, 10 ZoneFlex 7762-S y un punto ZoneFlex 7321 para interiores. Por imperativo de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) y para no violar las leyes de la competencia en el ámbito del Wi-Fi en exteriores, la velocidad de bajada de los datos de la red no supera los 256 Kbps y tampoco extiende su cobertura a edificios y hogares, como explica Nicolás Barrios, el jefe de proyecto destinado por Segittur a El Hierro. Valverde, la capital de la isla, fue el lugar seleccionado para albergar el punto de concentración de una red que mezcla tecnologías Wi-Fi y Wimax. La tecnología de Ruckus, una de las empresas de referencia en WLAN en exteriores, fue adquirida a través del mayorista Wifidom.
Escalable hasta más de 100 puntos
Luis Bello, gerente de Abertis Telecom en Canarias, dice que trabajaron con el Cabildo de El Hierro y con los ayuntamientos de la isla para usar la infraestructura ya existente (torretas o tendido eléctrico), todo con el fin de minimizar el impacto medioambiental, paisajístico y energético. “No tiramos líneas de energía y sólo en algunos casos acompañamos los puntos de acceso con paneles solares”. Además, Bello asegura que la red troncal está preparada soportar más de 100 puntos de acceso conectados en el futuro. Abertis destinó cuatro personas (entre ellas un jefe de proyecto) a El Hierro para hacer la implantación, aunque también se ayudó de instaladores locales de la isla. Por su parte, Verónica Montero, consejera de Turismo del Cabildo de El Hierro, dice que la red Wi-Fi va a permitir que tanto los turistas como los habitantes de los tres municipios se puedan conectar a Internet en cualquier lugar. Además, las autoridades herreñas tendrán más fácil ofrecer información específica de un centenar de rincones de la geografía insular a través de una aplicación para smartphones, “El Hierro te sigue”, que despliega los datos con código QR. Y es que cuando un turista llegue a uno de los puntos dotados de puntos de acceso, como el museo etnográfico del Poblado de Guinea, podrá conocer todos los detalles del lugar y de lo que ofrece sin recurrir a la intermitente cobertura 3G. “La idea es que el visitante se pueda desplazar siempre con la mayor cantidad de información posible”, asegura la consejera. Montero también recalca que, además del interés turístico, los puntos de acceso de Ruckus serán vitales en el futuro para controlar incendios a través de sensores térmicos, y que asimismo permitirán dar acceso a Internet a ciudadanos que, por la difícil orografía de la isla, ahora están desconectados. Por otra parte, los promotores de la red Wi-Fi no descartan alquilar la red a terceras empresas que quieran explotarla comercialmente.
La tecnología BeamFlex mejora la cobertura
Los dispositivos de Ruckus ofrecen el doble de cobertura que un punto de acceso normal gracias a una tecnología propietaria denominada BeamFlex, según explica Óscar Vigo, director de ventas a operadoras de la compañía. Y es que, en lugar de tener una sola antena unidireccional, cada punto va provisto de 19 antenitas que se activan alternativamente en función del número de usuarios que piden conexión en cada momento y de la posición de los mismos. Además, las antenas polarizan la onda dependiendo de la posición concreta en la mano del smartphone o la tableta. De esta manera, se evitan interferencias y se optimiza el rendimiento del equipo, según Vigo. Además, Ruckus añade a la red funcionalidades como calidad de servicio, generación de mallas (para que los equipos hablen entre ellos y solo una tenga que estar conectado uno por Ethernet o fibra) y seguridad.
Otro modelo de desarrollo es posible
El Hierro está evitando la masificación hotelera y de la costa y, en su lugar, está apostando por el ecoturismo y la sostenibilidad. La isla, que desde el año 2000 es Reserva de la Biosfera, tiene un plan para convertirse en la primera isla del mundo enteramente abastecida por energías renovables. Esta iniciativa, respaldada por el Ministerio de Industria, descansa en la puesta en marcha este año de un parque eólico y una central hidroeléctrica, que funcionarán de forma coordinada. La energía excedente de los molinos servirá para desalinizar agua y posteriormente subirla a un embalse. De esta forma, cuando los molinos se paren por falta de viento, el agua caerá haciendo entrar en funcionamiento la hidroeléctrica, lo que permitirá disponer a la isla siempre de energía y conseguir la siempre complicada “estabilidad de la red”. El sistema dará una potencia conjunta de 11,5 megavatios, cuatro más que la demanda total de los hogares y empresas en estos momentos. Además, las autoridades herreñas quieren promocionar el coche eléctrico, que tendrá postes de conexión abastecidos también con la energía del parque eólico. El objetivo final de El Hierro es ahorrarse las 18.000 toneladas de petróleo que consume anualmente.