Las empresas europeas de telecomunicaciones están abandonando el cobre para pasarse a redes de fibra completa, una transición que, en opinión de la firma crediticia Moody´s, traerá interesantes beneficios para las operadoras.
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Todo comenzó con el cobre
Las redes de cobre tradicionales, conectadas a través de la red telefónica pública conmutada, comenzaron sirviendo servicios de voz. De hecho, el cobre tiene una larga historia en la comunicación a larga distancia. El primer cable de comunicaciones subatlántico transatlántico operativo de 1866, según la US National Oceanic and Atmospheric Administration, era un simple cable de cobre. Estas redes evolucionaron para ofrecer acceso a Internet, primero a través de banda ancha de acceso telefónico y luego a través de tecnologías de línea de abonado digital que utilizan canales de frecuencia más alta para la transmisión de datos.
Y llegó la fibra
La tecnología de fibra óptica da paso a una nueva era. Estas redes prometen velocidades más rápidas, menores costes de mantenimiento, menor uso de energía y mayor capacidad de banda ancha. Unas características clave que permiten a los operadores generar oportunidades de ventas adicionales.
Desmantelamiento del cobre
El desmantelamiento de las redes de cobre obsoletas tarda alrededor de una década en promedio, y los antiguos operadores europeos titulares de estas redes se encuentran en diferentes etapas de este proceso.
La mayoría de los tradicionales operadores europeos habrán desmantelado sus redes de cobre para 2030
Desde Moody´s estiman que, en los últimos cinco años, las empresas de telecomunicaciones europeas han invertido acumulativamente unos 30.000 millones de euros en redes de fibra hasta el hogar (FTTH) para sustituir al cobre.
Telefónica será el primer operador europeo en desmantelar su red de cobre, y el proceso se completará en 2024; Telenor y Telia no se quedan atrás, con planes para concluir el desmantelamiento en 2025 y 2026, respectivamente.
En los últimos cinco años, las telco europeas han invertido acumulativamente unos 30.000 millones de euros en redes de fibra hasta el hogar (FTTH) para sustituir al cobre
Debido a que este proceso es costoso y requiere mucho tiempo, los operadores no emprenderían dicha tarea sin esperar beneficios significativos a cambio.
Beneficios de la transición completa a la fibra óptica
La transición completa a la fibra óptica supone muchos beneficios para las operadoras
Ahorro en costes operativos
En primer lugar, el desmantelamiento de estas infraestructuras puede generar una serie de ahorros en los costes operativos, así como aumentar las ganancias. De hecho, auguran un incremento promedio de 2%-3% en el EBITDA, beneficio que se acumulará con el tiempo. Por lo tanto, los beneficios financieros a largo plazo de este proceso hacen que valga la pena.
Menor uso de energía
Asimismo, los ahorros potenciales incluyen un menor uso de energía. Las redes de fibra son mucho más eficientes energéticamente que sus homólogas de cobre, ya que utilizan de cuatro a cinco veces menos energía. Telefónica estima que la tecnología FTTH es un 85% más eficiente energéticamente que las redes tradicionales de cobre. Esta eficiencia energética se traduce en un importante ahorro de costes a lo largo del tiempo.
Mejoras de desempeño ambiental y social
Otro punto a su favor son las mejoras al desempeño ambiental y social de los operadores, gracias a la eficiencia energética y la reducción de emisiones. Además, el despliegue de redes más rápidas y de mayor capacidad apoya la digitalización más amplia de la sociedad, fomentando así el crecimiento económico y la innovación. Por ejemplo, Telefónica tiene como objetivo cero emisiones netas para 2040 y se ha fijado un objetivo intermedio de reducir sus emisiones de alcance 1 y 2 en un 90%. Su estrategia también pasa por neutralizar las emisiones no disminuidas en sus mercados principales para 2025.
Gestión escalable e incursión de la IA
Además, las redes de fibra ofrecen oportunidades de gestión de redes más escalables. A medida que crece la demanda de datos, las operadoras necesitan soluciones flexibles y escalables para satisfacer estas necesidades. Las redes de fibra son inherentemente más escalables que las de cobre, lo que facilita la expansión y actualización a medida que aumentan los requisitos de datos. Esta escalabilidad puede adaptarse a las crecientes demandas de datos del mundo digital actual, lo que garantiza que las empresas de telecomunicaciones puedan mantenerse al día con los avances tecnológicos y las expectativas de los consumidores.
El cambio a las redes de fibra no es simplemente un reemplazo de las viejas por nuevas, sino un movimiento estratégico hacia un panorama de telecomunicaciones más avanzado tecnológicamente
Como resultado, la transición a las redes de fibra abre la puerta a posibles beneficios derivados de la inteligencia artificial (IA). La velocidad, fiabilidad y escalabilidad de las redes de fibra las convierten en una plataforma ideal para la integración de tecnologías de IA. Estos pueden optimizar la planificación y el rendimiento de la red, mejorar el mantenimiento predictivo y ofrecer servicios más personalizados a los consumidores. Por lo tanto, el cambio a las redes de fibra no es simplemente un reemplazo de las viejas por nuevas, sino un movimiento estratégico hacia un panorama de telecomunicaciones más avanzado tecnológicamente, eficiente y preparado para el futuro.
Vender el cobre
Algunas empresas también pueden sacar provecho directamente de extraer el cobre en sus redes y venderlo.
Menor inversión de capital y otras ventajas financieras
Asimismo, el despliegue de la fibra ha supuesto una gran inversión de capital; ahora la inversión debería reducirse notablemente, en particular para los más avanzados en esta transición como es el caso de Telefónica. Desde la firma estiman que el gasto de capital como porcentaje de las ventas caerá desde su máximo en la filial española al 10% en 2026.
También el flujo libre de caja mejorará para los operadores, ya que el gasto de capital en mantenimiento debería disminuir debido a que las tasas de fallos de la fibra las redes son más bajas que las del cobre, un beneficio continuo más allá de la finalización de la implementación.
Desafíos de la transición
Sin embargo, explican desde Moody´s, la transición aún exige una gestión cuidadosa para cosechar beneficios. Las empresas pueden enfrentarse a desafíos durante la transición, incluida la tensión financiera a corto plazo, posibles interrupciones del servicio y pérdida de clientes.
Riesgo de tensiones financieras
El riesgo de tensiones financieras está relacionado principalmente con el despliegue de la fibra, que requiere una inversión significativa. Sin embargo, muchos operadores europeos ya están avanzados en este proceso.
Interrupciones de servicio
Podrían producirse interrupciones del servicio durante el período de transición. Estas interrupciones pueden ser el resultado del proceso físico de conmutación de las redes, así como problemas técnicos que puedan surgir durante el proceso. Las empresas deben planificar cuidadosamente para minimizar el riesgo de interrupciones del servicio y mantener un servicio de alta calidad para sus clientes.
Pérdida de clientes
La pérdida de clientes es otra preocupación. Si los clientes experimentan interrupciones en el servicio o perciben el proceso de transición como inconveniente, pueden optar por cambiar a otros proveedores, lo que afecta los ingresos y el EBITDA.
En este sentido, los reguladores pueden establecer estándares de servicio que las empresas deben cumplir durante la transición, y puede haber posibles sanciones por interrupciones del servicio.