Éste es un sistema que categoriza los sites en función de los comentarios de los creadores. Aunque se trata de un sistema casi de matrícula de honor, la mayoría de las páginas comerciales lo siguen y no está de más tenerlo en cuenta.
Obviamente, no todo el mundo es de fiar, por lo que disponemos de simples bloqueos de URL. Aun con esto, Baltimore no proporciona listas actualizadas, por lo que la mejor opción es la de búsqueda de texto. Esta opción busca frases clave en una página.
Cada frase tiene asignada una puntuación, la cual se añade al total de la página cada vez que se encuentra. Si la puntuación final excede la puntuación global máxima preestablecida, la página es bloqueada. El ajuste de este sistema es algo complicado y obtendremos falsas alarmas muchas veces antes de hacernos con él.
Una vez que todas las definiciones están listas se aplica un horario. Además de categorizar los datos, existen otros escenarios para la protección. Los ejemplos incluyen el bloqueo de código móvil -JavaScipt, Active X-, ficheros ejecutables y virus descargables.
Una consideración importante con este software es la máquina que necesita para ejecutarse. Ya que se analizan todos y cada unos de los contenidos, es necesario almacenarlos para verificar la existencia de virus. Si la conexión es particularmente utilizada, ello puede tener un grave efecto sobre la velocidad.
En general, esta suite tiene más que justificada su existencia, junto a los filtros de URL tradicionales. Su fuerza reside en la capacidad de tratar con amenazas desconocidas examinando los contenidos. Hubiera sido interesante ver el soporte para SSL pero incluso sin él tiene mucho que ofrecer.
WEBsweeper nada tiene que ver con el filtrado de URL. En lugar de eso, el programa examina el contenido de la página para decidir más eficazmente. Por ejemplo, el correo electrónico es un peligro bastante conocido, y sin embargo es sistemáticamente ignorado en este tipo de productos.
El programa comprueba el contenido de los formularios y según éstos se envían, asegurándose de que las reglas de la empresa no se rompen. El único contenido que no puede verificar es el de sitios protegidos mediante SSL. De todas formas, la utilización de proxies como SafeWeb (ver recuadro) no engañará a esta inteligente aplicación.
WEBsweeper trabaja situándose entre los usuarios e Internet. Antes de que el usuario pueda acceder a la página, su contenido es verificado. Sólo si ésta pasa por el filtro se le abrirá al usuario. Esto quiere decir que normalmente las páginas tardarán algunos segundos más en cargarse.
La aplicación lleva ya bastante tiempo en el mercado, pero la versión 4 es una reencarnación refundida, algo que aliviará a aquéllos que tuvieron la oportunidad de jugar con la tercera edición, la cual era algo difícil de hacer funcionar.
El principal avance en la presente es la manera de funcionamiento del programa en sí. En anteriores versiones era necesaria la instalación de un software proxy externo, normalmente difícil de configurar. Ahora, pese a seguir soportándose este modo, puede funcionar de manera independiente.
Otro gran cambio reside en la consola de administración, quedando en línea con MIMEsweeper. Ejecutándose bajo las MMC, nos permite acceso a un mecanismo de reglas conceptualmente similar a otros productos de Baltimore.
El concepto es simple el tráfico web pasa a través de una lista de escenarios que clasifican el tráfico. Cada una de las clasificaciones tiene una lista de reglas que especifican cómo actuar. Así, es posible bloquear el sitio web mientras que se envía un correo electrónico al administrador.
El programa dispone de una gran variedad de verificaciones que pueden emplearse para comprobar el tráfico, y no es difícil crear un perfil que niegue toda forma de navegación no autorizada.
Cada escenario dispone de tres comprobaciones diferentes una lista de URL, búsqueda de texto y el Platform for Internet Content Selection (PICS).
