La apertura del bucle local se hace esperar

Publicado el 17 Ene 2001

66370_48

El futuro está tan abierto que sólo podemos esperar lo mejor, aunque la terca realidad del día a día ya se encargue de traernos, con más frecuencia de lo que desearíamos, el desencanto y la amargura.

Este primero de año, más que nunca, es un tiempo de grandes esperanzas, sobre todo en lo que se refiere a nuestro sector de las telecomunicaciones. Y es que este 2001 nos trae debajo del brazo la guinda de ese gran edificio de la liberalización que con tanto esfuerzo, pasos adelante y alguno hacia atrás, se ha venido construyendo en los últimos años.

Encaramos estos próximos doce meses habiendo salvado uno de los mayores y, prácticamente, el último, escollo de este proceso desregulatorio la apertura del bucle local de abonado. Hasta ahora había sido, no la piedra de toque, sino casi el muro de las lamentaciones en el que se han estrellado una buena parte de las aspiraciones de este sector.

El Gobierno ha querido cerrar el año 2000 aprobando el reglamento técnico que regula las condiciones de apertura de la red local de telefonía fija de Telefónica y, con ello, dando un paso adelante hacia la meta de hacer realidad la competencia y acercar a todos los españoles las indudables ventajas de la Sociedad de la Información.

Como suele ocurrir en estos casos, la Ley ya existía pero no resultaba posible llevarla a la práctica al carecer de los instrumentos que detallaran cómo plasmar en la realidad del día a día lo que era espíritu y letra en un papel impreso.

El reglamento, aprobado por el Consejo de Ministros del pasado 22 de diciembre, viene a paliar esa carencia y dar publicidad a los principios que tendrán que orientar, por un lado, la actuación de los nuevos operadores; y por otro, el del operador dominante.

Sin duda, la coordinación y los ajustes técnicos necesarios para hacer efectiva la apertura a la competencia de esa línea telefónica que la mayoría de nosotros tenemos en casa, de forma que los usuarios podamos elegir con quien queremos realizar nuestras llamadas locales sin necesidad de marcar engorrosos prefijos, va a ser dificultosa y no estará exenta de roces e incluso de chispas. Lo importante es que ahora existe un marco de actuación definido que, con sus aciertos e inevitables errores, marca las líneas maestras a las que se tienen que ajustar las actuaciones de unos y otros en el juego del mercado.

Sin embargo, y aún reconociendo lo que de positivo tiene la aprobación de este reglamento, al Gobierno le ha faltado redondear la faena y vuelve a dejar para el último minuto la fijación de las tarifas del alquiler del bucle local de abonado de Telefónica, cuestión nada baladí y que constituye uno de los elementos claves para definir estrategias y horizontes de competencia.

Una vez más, da la sensación de que quiere apurar hasta el último minuto para tomarle el pulso a las decisiones de mayor calado y, aunque el compromiso del Gobierno de aprobar las tarifas antes del uno de enero de este año se haga realidad, este nuevo retraso sólo va a significar que los usuarios no podrán empezar a beneficiarse de las ventajas de la competencia hasta dentro de muchos meses.

Teniendo en cuenta por un lado la dificultad técnica que la cuestión tiene y, por otro, las presumibles contenciosos que los operadores, entrantes y dominante, puedan interponer a los precios aprobados por el Ejecutivo, no parece descabellado pensar que habrán de pasar al menos seis meses para poder hacer nuestras llamadas con la compañía que más nos convenga.

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

R
Redacción RedesTelecom

Artículos relacionados

Artículo 1 de 4