Las nuevas generaciones de móviles entran en juego

El incremento de la demanda de transmisión de datos a través de teléfonos móviles pone de manifiesto la necesidad de evolucionar hacia infraestructuras con mayor capacidad y capaces de proporcionar más velocidad.

Publicado el 01 Sep 2000

Cualquiera que haya intentado enviar datos utilizando un teléfono GSM se ha enfrentado a las limitaciones que presentan las actuales redes móviles. No en vano, los estándares GSM se basan en tecnologías propuestas hace más de 20 años. Como ocurre siempre en el sector de Tecnologías de la Información, la infraestructura se ha quedado pequeña para las nuevas aplicaciones y resulta necesario adoptar desarrollos novedosos para no quedarse retrasados. Por esta razón, las compañías están apostando actualmente por la tercera generación (3G) como el siguiente paso para el desarrollo de las comunicaciones móviles proporcionando, así, mayor rapidez a la transmisión de datos y una conexión continua a la red. Este tipo de redes implica una mayor inversión en infraestructura por parte de los proveedores de servicios. Además, el ancho de banda necesario para utilizar las nuevas aplicaciones implica más gastos. Sin embargo, como reclaman los suministradores de equipos y aplicaciones, este tipo de servicios son imprescindibles para los negocios. Segunda generación Por desgracia, la transición hacia la tercera generación tiene que enfrentarse al lastre que supone la existencia de un gran número de aplicaciones de una segunda generación (2G). Europa y Estados Unidos no se pusieron de acuerdo en el desarrollo de un estándar común, lo que significa que hoy exista una gran diversidad de normas de segunda generación. Mientras que Europa utiliza GSM, Estados Unidos ha optado por TDMA (Time Division Multiple Acces/Acceso Múltiple por División de Tiempo), sin olvidarse de la opción CDMA (Code Division Múltiple Access/Acceso Múltiple por División de Código). La propuesta para crear un conjunto de estándares 3G unificados surgió cuando la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) intentó establecer como estándar al IMT-2000. La idea era crear las condiciones para desarrollar una red móvil universal, sin embargo se han realizado aproximaciones distintas. La inversión necesaria para realizar la migración a las redes de tercera generación es cuantiosa y muchos proveedores de servicios están estudiando su estrategia de migración con tecnologías denominadas de Generación 2,5 (2,5 G) como GPRS (General Packet Radio Service) y HSCSD (High Speed Circuit Swithed Data). Pasos intermedios La generación 2,5 permitirá comprobar que la Internet sin cable puede llegar a ser rentable. La tercera generación es una estructura completamente nueva, lo que significa construir la red desde cero, comenta Alain Lefebvre, vicepresidente de la planificación de marketing para EMEA de OSI. En su opinión, la opción GPRS es técnica más viable que HSCSD, ya que sus estaciones base tienen mayor capacidad y puede triplicar el número de usuarios a los que da servicio debido a que tiene más canales. Pero, ¿qué significará la introducción de 2,5G y 3G para la red corporativa? En realidad muy poco, si todo funciona a la perfección. El principal requerimiento de las redes corporativas es que estén basadas en el protocolo IP, ya que las comunicaciones de datos móviles se desarrollan bajo este principio. Inicialmente, muchas empresas utilizarán la tecnología WAP para enviar datos utilizando un ancho de banda relativamente bajo. La única preocupación es la seguridad, de acuerdo con Andy Hawkins, director asociado de Smith Group. Hawkins comenta que los servicios WAP utilizan encriptación WTLS (Wireless Transport Layer Security) entre el dispositivo móvil y la pasarela y encriptación TLS (Transport Layer Security) entre la pasarela y la LAN del cliente. Por desgracia, hay que desencriptar los paquetes cuando pasan por el gateway y encriptarse nuevamente utilizando una tecnología diferente. Ambos procesos hacen necesarios modelos de seguridad muy sólidos establecidos por los operadores y que los potenciales clientes deberán auditar. En cualquier caso es bastante improbable que los usuarios corporativos y finales dispongan de conexiones a 2 Mbps cuando UMTS y las redes 3G aparezcan en el 2001. Muy pocas compañías están utilizando hoy datos móviles y no se producirá su explosión hasta que los servicios 3G resulten más intuitivos para los usuarios corporativos.

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

R
Redacción RedesTelecom

Artículos relacionados

Artículo 1 de 4