El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, ha señalado que el Gobierno español presentará “después del verano” un plan de desarrollo de la banda ancha, que será “ambicioso pero realista” e incluirá objetivos de penetración y plazos para cumplirlos. Asimismo, ha reconocido que el “flanco más débil” en el uso de esta tecnología está en las empresas, por lo que el nuevo plan hará “un esfuerzo” en ese entorno.
El Secretario hacia estas declaraciones tras la reunión del Consejo de Telecomunicaciones, celebrado en Luxemburgo, junto con el resto de los representantes de los 25 países miembros de la Unión Europea, responsables del área de las Telecomunicaciones y las Tecnologías de la Información.
En este marco, Ros apuntaba como objetivo prioritario la generalización de la banda ancha para contribuir al desarrollo y la modernización del país. De hecho, además de la extensión de la red, el secretario de Estado ha subrayado como prioridad el desarrollo de aplicaciones, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, que suponen la mayor parte del entramado empresarial español.
El otro campo prioritario, para el Secretario es la “administración electrónica”, con la que pretende conseguir facilitar las gestiones de los ciudadanos con las administraciones públicas y el acceso a los documentos, además de servir como ejemplo para el mercado.
Por otro lado, los Veinticinco han adoptado unas conclusiones en las que invitan a los estados miembros “a que establezcan las estrategias nacionales de banda ancha antes de finales de 2004 y consideren, en la medida de lo posible, su aplicación para finales de 2005 y su actualización, si es necesaria”.
De acuerdo con un informe de la Comisión que han analizado los ministros de Telecomunicaciones, la penetración de la banda ancha en la UE ha crecido espectacularmente en el último año, con un aumento medio del 80 por ciento. La media de los Quince se situaba en el 6,4 por ciento de penetración sobre el total de población en enero de 2004.
Por su lado, España se encuentra tres décimas por debajo de la media comunitaria, en un 6,1 por ciento, aunque la progresión en los últimos doce meses ha sido ligeramente inferior a la de sus socios europeos. La clasificación la encabeza Dinamarca, con un 14 por ciento de penetración de la banda ancha en su territorio, seguida de Bélgica y Holanda. Irlanda y Grecia son los farolillos rojos.
