Bajo el título de “Las TIC en la Administración y la Sanidad: la cercanía al ciudadano”, Telefónica ha celebrado una mesa redonda para debatir sobre “la importancia de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), ya asentadas en el tejido empresarial español, que deben encontrar un hueco entre las entidades públicas y los ciudadanos”, tal y como señala Luis Lada, director general de Desarrollo, Planificación y Regulación de Telefónica.
La gran ventaja de las TIC es que favorecen la simplificación de los procesos burocráticos entre la Administración y el ciudadano en la gestión de los servicios públicos, algo que “aplicado al mundo sanitario se traduce en una mejora del diálogo entre médico y paciente”, añade Lada.
Por su parte, el Presidente de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso de los Diputados, Antonio Cuevas, advierte que desde el Gobierno han recogido como objetivos para los Presupuestos Generales del Estado para 2005 “tratar de potenciar el uso de la Sociedad de la Información, fomentar la inversión en I+D de las empresas y aumentar la capacidad del sistema de inversión pública”.
En cuanto a los avances ya realizados en España, Lada reconoce que los servicios electrónicos de la Administración están bastante extendidos entre los ciudadanos, en segmentos como “relación con la Administración a la hora de pagar impuestos, la consulta de datos y estadísticas o la búsqueda de trabajos, aunque en otras materias como los permisos de licencias no tenga tanto éxito”. Pero mientras “España se sitúa por encima de la media europea y entre los seis países europeos con mayor grado de desarrollo en servicios básicos accesibles vía web, en el uso de Internet y en comercio electrónico, seguimos estando a la cola de la Unión Europea”.
En materia de Sanidad, los beneficios de las TIC se encaminan en tres puntos concretos: la tarjeta sanitaria electrónica, la receta electrónica y la historia clínica electrónica. La primera ya está en marcha y supone un sensible ahorro de tiempo y costes en la Seguridad Social; por su parte, la receta electrónica implica una agilización de los trámites burocráticos, una reducción de errores farmacéuticos, el aumento del tiempo que el médico dedica al paciente y, finalmente, evita desplazamientos innecesarios del enfermo al centro de salud; en cuanto al historial clínico electrónico, las ventajas que conlleva el paso del soporte de papel al electrónico es poder acceder al historial desde cualquier punto, eficacia de los trabajos al contar con todos los datos actualizados y mejora de la gestión de los recursos entre los hospitales.
