Apple volvió ayer a dar una vuelca de tuerca al mercado tecnológico con la presentación de toda su gama de relojes inteligentes. Y es que la compañía de la manzana lanza por fin el Apple Watch, un producto de gama alta e incluso exclusivo que pide su entrada no sólo en las tiendas de informática, sino en las joyerías y en los establecimientos de alta moda.
En sus versiones más exquisitas, el nuevo Apple Watchestá pensado para el sector del lujo, puesto que llegará a costar más de 10.000 dólares. La gama de entrada partirá de los 350 dólares, muy por encima de sus competidores en el ámbito de Android.
Los relojes del fabricante de Cupertino saldrán a la venta el 24 de abril en nueve países, entre los que no estará España. Aparecerán tres modelos: Sport, que es el básico y se vende desde 349 dólares; Apple Watch Collection, con esfera de hierro y cristal de zafiro, y que irá de los 549 a los 1.099 dólares; y Apple Watch Edition, con carcasa de oro y que irá de los 10.000 a los 17.000 dólares. Por lo visto ayer en la presentación, queda claro que el Apple Watch sólo funcionará con un iPhone (ni siquiera con el iPad será operativo). De forma independiente, pues, servirá para dar la hora y poco más.
El reloj ofrece notificaciones, citas en el calendario, el pulso del propietario o mensajes de correo y SMS. Además, desde el asistente personal Siri se podrán manejar todas las aplicaciones. Y servirá también para hacer llamadas de voz si se conecta al teléfono por Bluetooth y conexión Wi-Fi.
Tim Cook aseguró ayer que su Apple Watch tendrá 18 horas de autonomía antes de requerir el enganche al cargador magnético. Según analistas que cita el diario Cinco Días, se esperan unas ventas de 24 millones de unidades de Apple Watch durante el primer año, lo que supone en torno al 6% de la base instalada de iPhone en el mundo. También hay analistas que dejan las previsiones entre los 10 y los 20 millones de unidades durante los 12 primeros meses en el mercado.
En cualquier caso, se espera que el Apple Watch sea un revulsivo para el mercado de wearables, donde ya se han estrenado Samsung, gran rival de la compañía de la manzana, LG, Motorola o Huawei, que en el pasado Mobile World Congress de Barcelona sorprendió a todos con un smartwatch acabado en zafiro. Según Smartwatch Group, en 2014 se comercializaron en todo el mundo 6,8 millones de relojes inteligentes, aunque las previsiones de crecimiento para los próximos años son muy altas.