El primer ministro británico, David Cameron, estudia la posibilidad de poner en marcha nuevos protocolos de seguridad en Reino Unido que conllevaría el cierre de servicios de mensajería instantánea y chat como WhatsApp, iMessage, FaceTime, Telegram o Snapchat.
Y es que, a raíz de los atentados de París, Cameron ha señalado que este tipo de sistemas emplean mensajes encriptadas que no pueden ser “pinchados” por las fuerzas de seguridad aunque dispongan de una orden judicial. En otras palabras, protegen la privacidad de las comunicaciones.
Su intención es actualizar la Ley de Comunicación de Datos (Snoopers Charter) que expira en 2016, de ahí que las próximas elecciones –que se celebrarán el 7 de mayo- sean clave para el cambio de legislación: si los Conservadores ganan los comicios se encargará de hacer “una normativa exhaustiva que garantice un lugar seguro donde comunicarse”, ha indicado.
El debate está abierto. ¿Hasta qué punto debería permitirse a los servicios secretos y fuerzas de seguridad acceder y examinar libremente todas las comunicaciones?