La conectividad mundial aumenta y se abarata, pero sigue a dos velocidades

La ITU presenta un documento sobre los últimos datos sobre el acceso a Internet. Aunque es más asequible y está más extendido, los más pobres siguen excluidos de las oportunidades online.

Publicado el 05 Dic 2022

La ITU hace balance de la conectividad mundial. Adobe Stock.Portada de Facts and Figures, documento de la UIT en el que se examina cada año la conectividad digital. ITU.Los jóvenes de 15 a 24 años son la fuerza motriz de la conectividad. Adobe Stock.

El coste de los servicios de Internet ha disminuido ligeramente en todo el mundo en 2022, según Facts and Figures, el documento de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en el que se examina cada año la conectividad digital en el mundo.

El precio medio mundial de los servicios de banda ancha móvil disminuyó del 1,9% al 1,5% del promedio de ingreso nacional bruto (INB) per cápita

Además, Internet se ha hecho más asequible en todas las regiones del mundo y entre todos los grupos de ingresos, según el examen realizado.

Pero, con todo, el coste sigue siendo un obstáculo importante para el acceso a Internet, especialmente en las economías de bajos ingresos. La actual situación económica mundial –inflación elevada, aumento de tipos de interés y profunda incertidumbre– podría agravar las dificultades que entraña ampliar el alcance de Internet en las zonas de bajos ingresos.

“Internet podría ser más asequible en todo el mundo, pero para miles de millones de personas es tan inaccesible como nunca”, declaró Houlin Zhao, secretario general de la UIT. “Tenemos que seguir trabajando para que Internet sea cada vez más asequible, incluso ahora que la caída a nivel mundial en la economía empeora las perspectivas de muchos países”.

Las series de Facts and Figures de la UIT ofrecen estimaciones a partir de indicadores clave de la conectividad para el mundo, regiones y grupos de países seleccionados. Gracias a la evaluación se muestra el contexto de evolución de la brecha digital y, al mismo tiempo, se examinan los avances hacia su solución.

A principios de este año, la UIT comunicó que 2.700 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población mundial, seguían sin estar conectadas a Internet. La cifra supuso una mejora respecto a 2021, pero puso de manifiesto una desaceleración si se compara con las fuertes ganancias de conectividad logradas durante el inicio y el pico de la pandemia de Covid-19.

“El acceso a Internet está aumentando, pero no con la rapidez y equidad a lo largo del mundo que se necesita”, declaró Doreen Bogdan-Martin, directora de la Oficina de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT y secretaria general electa. “Demasiadas personas siguen viviendo en la oscuridad digital. Nuestro objetivo a nivel mundial es lograr recursos que permitan a todo el mundo beneficiarse de una conexión de calidad”.

Precios más bajos, pero todavía demasiado altos para muchas personas

Según el documento, el precio medio mundial de los servicios de banda ancha móvil disminuyó del 1,9% al 1,5% del promedio de ingreso nacional bruto (INB) per cápita. La banda ancha móvil permite a los usuarios acceder a Internet desde un teléfono inteligente. La asequibilidad de este servicio se ha convertido en una referencia para la utilización de Internet en el mundo, ya que ofrece un acceso relativamente barato en comparación con el servicio fijo de Internet.

Con todo, para el consumidor medio en la mayoría de las economías de bajos ingresos, el coste de los servicios de banda ancha fijos o móviles sigue siendo demasiado elevado.

Se ha observado que un plan de datos móvil básico en estos países cuesta en promedio un 9% de los ingresos medios. Esto representa una ligera disminución desde 2021, pero sigue siendo muy superior al coste de servicios similares en países con ingresos más elevados. El resultado es que quienes menos pueden costearse un servicio de banda ancha –y quienes más podrían beneficiarse de él– están pagando los importes más elevados en términos relativos.

A principios de este año, la UIT y la Oficina del Enviado del Secretario General de las Naciones Unidas para la Tecnología anunciaron objetivos ambiciosos para lograr una conectividad digital universal y de calidad en 2030. En ellos se estableció como objetivo prioritario la asequibilidad, definida como la disponibilidad del acceso a la banda ancha a un precio inferior al 2% del INB mensual per cápita, con miras a garantizar que todo el mundo pueda beneficiarse plenamente de la conectividad.

En relación con las economías de las que se dispone de datos para 2021 y 2022, en este último año hubo más países que alcanzaron la meta de asequibilidad del 2% en diferentes tipos de servicios.

Una brecha de género en el marco de la brecha digital

Aunque las mujeres representan cerca de la mitad de la población mundial, hay 259 millones de mujeres menos que de hombres con acceso a Internet. Solo el 63% de las mujeres ha utilizado Internet en 2022, en comparación con el 69% de los hombres, según Facts y Figures 2022. La brecha de género es aún más preocupante en países de ingresos bajos, donde el 21% de las mujeres accede a Internet frente al 32% de los hombres, cifra que no ha mejorado desde 2019.

En general, el mundo se ha ido acercando a la paridad de género en los últimos tres años. Esta paridad se logra cuando el porcentaje de mujeres dividido por el porcentaje de hombres que utilizan Internet se sitúa entre 0,98 y 1,02. La paridad de género ha aumentado del 0,90 en 2019 al 0,92 en 2022.

En 2022, solo un 63% de mujeres han utilizado Internet, en comparación con un 69% de hombres

Por lo general, las regiones con mayor utilización de Internet también tienen puntuaciones más altas de paridad de género. Y al revés: muchas de las economías menos adelantadas y vulnerables del mundo tienen poca utilización de Internet, una baja puntuación de paridad de género y un progreso limitado a este respecto en los últimos tres años.

La propiedad de teléfonos móviles sigue aumentando

Por primera vez, Facts and Figures de la UIT muestra estimaciones mundiales y regionales de la propiedad de teléfonos móviles en las que se observa que casi tres cuartas partes de la población mundial de 10 años o más tenía en 2022 un teléfono móvil. Los teléfonos móviles son la pasarela más común para utilizar Internet, y el porcentaje de propiedad sirve de indicador de la disponibilidad y el acceso a la red.

Casi tres cuartas partes de la población mundial de 10 años de edad o más posee actualmente un teléfono móvil

Con todo, la propiedad de los teléfonos móviles sigue siendo mayor que la utilización de Internet, especialmente en los países de ingresos bajos. La dependencia del servicio móvil celular puede ser otra indicación del efecto de los costes, ya que los precios de este servicio son inferiores a los de la banda ancha.

Los jóvenes usuarios de Internet superan un umbral digital

Según el documento, los jóvenes de 15 a 24 años son la fuerza motriz de la conectividad: en el mundo, el 75% de ellos tiene actualmente la capacidad de utilizar Internet, frente al 72% de 2021. Se calcula que, entre los demás grupos de población, el porcentaje de utilización se sitúa en un 65%.

Los jóvenes de 15 a 24 años de edad son el motor de la conectividad: en el mundo, el 75% de ellos tiene actualmente la capacidad de utilizar Internet

La universalidad, que se alcanza cuando el 95% de un grupo de población utiliza Internet, ya se ha logrado entre los jóvenes de 15 y 24 años de edad en economías de ingresos altos y medianos altos. Las economías de bajos ingresos presentan la mayor brecha generacional: el 39% de los jóvenes utilizan Internet, frente a solo el 23% de los demás grupos de población.

Otra de las conclusiones de Facts y Figures 2022 es que los abonos a la banda ancha móvil continúan aumentando rápidamente y se acercan a las tasas de abonos a la telefonía móvil celular, las cuales se están estabilizando. Los abonos a la banda ancha fija también siguen creciendo constantemente, pero la falta de competencias digitales continúa siendo un obstáculo que impide a las personas aprovechar plenamente los beneficios de acceder a Internet y limita su capacidad de evitar los peligros vinculados a la red.

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Cristina Albarrán
Cristina Albarrán

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