Telefónica ha alcanzado en el primer semestre del año el hito de 1.000 centrales de cobre cerradas, lo que supone seguir avanzando en su plan de digitalización y trasformación de la red para ofrecer la mejor conectividad.
Tal y como ha destacado Pablo Ledesma, director de Operaciones de Telefónica España, “Telefónica comenzó su proceso de trasformación de la red con el cierre de centrales en el año 2016 y desde entonces, a pesar de circunstancias adversas en algunos años como el pasado, ha seguido su plan de cierre de centrales de cobre y expansión de la fibra para avanzar en el objetivo de ofrecer la mejor conectividad tanto a clientes particulares como empresariales. Una vez más Telefónica, que con su despliegue de fibra ha contribuido en gran medida a situar a España como el país europeo con más fibra óptica, desarrolla su actividad acorde a las necesidades que traen los nuevos servicios y la nueva generación de telefonía móvil 5G”.
El objetivo de este plan de trasformación es completar la cobertura de fibra con una red totalmente digital e impulsar que todos los clientes pasen a fibra para así mejorar su experiencia con los servicios y colocarlos en la mejor posición ante el futuro digital, además de consolidar el objetivo medioambiental de la operadora.
Desde el inicio de su plan de cierre, Telefónica ha desmontado 65.000 toneladas de cable; ha reciclado 7.140 toneladas de RAEE (residuo de aparatos eléctricos y electrónicos) y otros elementos; ha reutilizado más de 128.000 tarjetas en su red y ha ahorrado alrededor de 1000 Gwh (355.000 tCo2, equivalente a plantar seis millones de árboles).
En cuanto a la reducción del espacio, una central de fibra da servicio al mismo número de accesos que se atiende desde cuatro centrales de cobre y la tecnología de acceso fibra ocupa solo el 15% del espacio del acceso de cobre.
De este modo, el proceso de cierre de las centrales de cobre conlleva un impulso de la economía circular basándose en la reducción, reutilización y reciclaje (regla de las 3 R). El ahorro energético y de espacio junto con el reciclaje de componentes y la mejora medioambiental que implica el apagado de tecnologías en desuso permite a la operadora avanzar en el compromiso medioambiental estratégico de emisiones netas cero para el 2025.