De acuerdo con un informe de Juniper Research los ingresos por servicios 5G facturados por los operadores alcanzarán los 315.000 millones de dólares en 2023, frente a los 195.000 millones de 2022. Esto representa un crecimiento de más del 60% en un solo año. El estudio predice que este aumento estará impulsado por la aceleración de la migración de las suscripciones móviles a las redes 5G, debido a las estrategias de los operadores que minimizan o eliminan cualquier prima sobre las ofertas de suscripción 4G existentes. La consultora estima que el año que viene habrá más de 600 millones de nuevas suscripciones a 5G, a pesar de la desaceleración económica prevista para 2023.
En 2023 habrá más de 600 millones de nuevas suscripciones a 5G
El informe predice que el crecimiento de las redes 5G continuará, y que más del 80% de los ingresos facturados por los operadores a nivel mundial serán atribuibles a las conexiones 5G en 2027. El sector de las telecomunicaciones demostró su solidez frente al impacto de la pandemia de la Covid-19, y el documento proyecta que el crecimiento de esta generación también será resistente a la recesión económica, debido a la importancia vital de la conectividad a Internet móvil en la actualidad.
Los servicios 5G representarán el 80% de los ingresos mundiales de los operadores en 2027
Sobre estos hallazgos, la coautora de la investigación, Olivia Williams, señaló: “A pesar del crecimiento de la Internet de las cosas, los ingresos procedentes de las conexiones de los consumidores seguirán siendo la piedra angular del aumento de los ingresos de los operadores de 5G. Más del 95% de las conexiones globales de 5G en 2027 serán dispositivos personales conectados, como smartphones, tabletas y routers de banda ancha móvil.”
La oportunidad de las redes privadas
Además, el informe augura que la capacidad de las redes 5G autónomas para ofrecer un “corte de red o network slicing” actuará como plataforma ideal para el crecimiento de los ingresos de las redes privadas 5G. Las redes 5G autónomas utilizan redes centrales de nueva generación que soportan la tecnología de fragmentación de red, que puede utilizarse para tomar una “porción” de la infraestructura 5G pública y ofrecerla a los usuarios de la red privada. A su vez, esto ayuda a mitigar el coste del hardware de la red 5G privada y a aumentar su propuesta de valor global, todo ello en un contexto de deterioro de las condiciones macroeconómicas.