La Asociación Nacional de Operadores Locales de Telecomunicaciones (Aotec) ha reclamado que se establezca la obligación de ceder espectro 5G no usado en las zonas rurales, como fórmula para compensar los posibles efectos negativos para la competencia del aumento del spectrum cap previsto por el Gobierno.
Aotec reivindica un cambio reglamentario para que en aquellas poblaciones de menos de 20.000 habitantes donde las operadoras no hagan uso del espectro. Esto “incumplirá el principio de eficiencia que debe presidir el uso de este recurso escaso”. Con esta medida se “dinamizará el uso del espectro y se acelerará la llegada de la nueva conectividad móvil a estas zonas, que de otra forma quedan al arbitrio del mercado. Es una cuestión de cohesión territorial, de mantener la competitividad y la igualdad de los territorios, y de no fracturar el país”, asegura.
De lo contrario, advierte la asociación, la brecha digital que comenzó a cerrarse con la fibra se volverá insalvable. “Los pobres digitales serán aquellos que no puedan acceder a los nuevos servicios que lleguen por esta vía”.
La asociación presentó ante el Ministerio de Asuntos Económicos una propuesta para cambiar el reglamento e introducir esta obligatoriedad. En concreto, planteó modificar el Real Decreto 123/2017, de 24 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento sobre el uso del dominio público radioeléctrico.
Con ello, defiende, se garantizaría el principio de eficiencia en el uso de un recurso tan escaso como es el de espectro al incorporar a más actores en la creación de infraestructuras 5G y explotación del espectro.
Spectrum cap. Orange-MásMóvil
El Gobierno, a raíz de la fusión de Orange-MásMóvil, pretende ampliar el límite de frecuencias en manos de cada operador, el llamado spectrum cap. Este afectará a las bandas medias bajas y altas.
Así, tiene la intención de establecer un límite de 160 MHz en lugar de los 135 actuales para las bandas de 1800, 2100 y 2600 MHz. Para la banda de 3,5 GHz el máximo sería de 140 MHz, en lugar de 120.
De esta forma la nueva compañía resultante de la fusión tendría que deshacerse de menos frecuencias (remedies) y éstas podrían ser adquiridas por las grandes telecos existentes en España, concentrando el mercado. “Un mercado con tres actores es menos competitivo”, asegura. Por tanto, para fomentar la competencia, la cesión de frecuencias donde no estén siendo usadas “permitirá la aparición de nuevos actores, como ocurrió con la fibra, un modelo de éxito”.
Infrautilización de espectro
Las bandas medias y altas son las necesarias para 5G y en la actualidad en zonas rurales están siendo infrautilizadas. El propio Ministerio de Asuntos Económicos -en respuesta parlamentaria- reconoce que, en municipios de menos de 10.000 habitantes, las bandas de frecuencias de 1800, 2100 MHz y sobre todo entre 2,6 y 3,5 GHz, no están siendo utilizadas en la mayoría de los casos.
En este mismo sentido, respecto a las frecuencias de 2,600 y 3600 MHz, en los municipios de menos de 2.000 habitantes sólo se está usando en 87 y por un sólo operador. Por el contrario, en 769 localidades no se están utilizando.
Desde Aotec se recuerda además que las subastas de espectro únicamente impusieron la obligación de llevar 5G real hasta poblaciones de más de 20.000 habitantes, mientras que en el resto el despliegue de la nueva conectividad marcará “la cuenta de resultados y la capacidad de inversión de las grandes operadoras”. Algo que a su juicio no se puede permitir.
El presidente de Aotec, Antonio García Vidal(en la foto), ha subrayado que “la conectividad 5G debe ser un derecho de todos los ciudadanos, vivan en donde vivan. No podemos permitir que sea un privilegio de unos pocos. Por eso el desarrollo de la nueva conectividad no debería ser una decisión exclusiva de tres operadoras. Un plan de país no puede ser gestionado por tres”.
A su juicio, “deberíamos aprender de nuestra propia historia: esta nueva conectividad no se puede desarrollar con el mismo modelo del 4G, porque tras más de ocho años aún existe un gran déficit de cobertura en demasiadas zonas rurales y también en algunas ciudades”. Y añade: “Hay territorios rurales donde se puede tener acceso a una conexión de fibra de 600 Mbp o más y ni siquiera hay cobertura móvil. Por eso debemos facilitar la entrada de nuevos actores en el desarrollo y despliegue de 5G”.
García Vidal ha añadido que la conectividad es un factor clave para el desarrollo económico y la innovación, y su desarrollo “debe ser una decisión que involucre a todos los actores posibles. Las políticas públicas deben impulsar un desarrollo sostenible y equitativo, y la diversificación económica es un objetivo importante para reducir la dependencia del turismo y las grandes ciudades. Y el crecimiento de nuevas ideas y empresas no será posible sin 5G. Política pública y actores económicos unidos: es la oportunidad para la diversificación económica en todos los territorios”.