El consejo de expertos antimonopolio nombrados por el consejo de Bruselas establecerá en los próximos días la cifra con la que se multará al desarrollador de software, que en ningún caso podrá superar el 10 por ciento de la facturación anual de la firma, que se calcula en unos 3.000 millones de dólares (2.428 millones de euros).
Los reguladores consideran que Microsoft se niega a poner fin a sus infracciones y en vista de que tras las continuas conversaciones no han llegado a un acuerdo, el órgano europeo expuso planes detallados para imponer cambios. De este modo, la decisión de la Comisión Europea requiere que la firma comparta información sobre su propiedad, con compañías rivales creadoras de servidores, y proveer a los fabricantes de computadoras con una segunda versión de Windows sin el ‘software’ audiovisual.
La Comisión ha fijado el 24 de marzo como fecha para exponer la sanción definitiva. Cuando se haya tomado la decisión, el comisario para la Competencia de la UE, Mario Monti, anunciará uno de los dictámenes más importantes en sus cinco años en el cargo.