Sin duda, cada vez esta disyuntiva tiene menos sentido. Hoy en día, las empresas necesitan tener la información necesaria disponible de manera instantánea para poder satisfacer las peticiones de los clientes. Esto se ha convertido en un requisito vital. Por tanto, desarrollar una estrategia de acceso a la información debe ser prioritario para todo tipo de organización.
Analizando los componentes necesarios para garantizar el acceso a la información y definiendo ésta como “la capacidad de poder acceder a cualquier aplicación necesaria para el negocio, desde cualquier lugar y a través de cualquier dispositivo, de una manera segura, fácil e instantánea”, tenemos como primer componente necesario la conectividad -o las redes- tanto en disponibilidad como en costes.
El segundo elemento es la tecnología y en él confluyen las tendencias de centralización y de virtualización del interfaz del usuario; dicho en otras palabras, es el epicentro donde toda la lógica y datos se almacenan en diferentes centros de datos con el consiguiente aumento de seguridad y reducción de costes, así como separación de la ejecución de la aplicación de su visualización y manejo.
En los últimos años, las aplicaciones son cada vez más pesadas, requieren más memoria y potencia de procesamiento, descargan más información a los dispositivos clientes e incrementan el soporte necesario, al tiempo que aumenta la complejidad y la constante actualización de los componentes hardware y software; ahí es donde la virtualización refuerza tanto la seguridad, como posibilita el acceso. Hoy en día, no disponer de una solución de acceso es un error estratégico que posiblemente muchas empresas tendrán que soportar.