Según una encuesta realizada a nivel mundial por el Instituto Ponemon, a petición de Symantec, el 50% de los empleados que dejaron un trabajo en los últimos 12 meses se ha quedado con datos confidenciales pertenecientes a la empresa, pero además, la mitad de los trabajadores que deja un empleo piensa que no están cometiendo un delito al robar datos corporativos.
Sin embargo, para que las empresas protejan sus datos e información, resulta esencial desarrollar iniciativas para sensibilizar a los empleados acerca del robo de la propiedad intelectual. En este sentido, el 68% de los empleados considera que es aceptable robar datos de la empresa, ya que esta no hace nada por garantizar que las normas se apliquen estrictamente.
Otros datos de la encuesta desvelan que entre los empleados que han renunciado o han sido despedidos en los últimos 12 meses y que han conservado datos confidenciales pertenecientes a la empresa, el 40% de ellos planea utilizarlos en su nuevo puesto de trabajo. Además, el 62% de los empleados cree que es aceptable transferir ficheros a los ordenadores personales, tabletas, smartphones y aplicaciones para compartir archivos online; mientras que sólo el 38% de los empleados asegura que su supervisor considera la protección de datos como una prioridad.