Autor: Miguel Ángel Martos, director general de Blue Coat para el Sur de Europa
Durante todo este año llevando escuchando que más y más clientes que consideran la seguridad como un elemento clave de sus negocios, hablan de dar a sus empleados la posibilidad de elegir individualmente aquellas tecnologías que más puedan contribuir al desarrollo de sus funciones. Según un estudio de Economist Intelligence Unit y Vanson Bourne, patrocinado por BlueCoat y publicado el pasado mes de mayo, más de 1900 CEOs y CIOs creen que dar ese poder a los empleados asegura un incremento en los ingresos de sus compañías. Esta idea de dar el poder de decisión a los empleados es muy importante a la hora de lograr un crecimiento de los beneficios o conseguir una ligera ventaja en un mercado altamente competitivo.
Tanto unos como otros nos muestran una imagen optimista de los beneficios y posibilidades que para sus negocios puede tener que los empleados aprovechen y optimicen, individualmente, las mejores aplicaciones, tecnologías, dispositivos y servicios que estén disponibles en cada momento. Así, el 84% de las empresas concuerdan en que para conseguir una mayor eficiencia ser requiere dar una mayor libertad de elección tecnológica a empleados y departamentos. También, el 86% de las empresas creen que una mayor capacidad de elección tecnológica es fundamental para el crecimiento del negocio.
De forma parecida, CEOs y CIOs creen que la libertad de elección tiene un impacto medible en la cuenta de resultados, con un crecimiento en las ventas y en los beneficios del 35%. No está mal lograr un 35% de mejora en nuestros ingresos sólo por permitir a nuestros empleados utilizar aquellas tecnologías que les permitan trabajar más eficiente y productivamente.
Las que tienen una visión más optimista de esta experiencia son aquellas compañías que se benefician de un crecimiento más rápido. Como grupo, son las que mejor saben cómo aprovechar la tecnología para lanzar nuevos productos y servicios, mejorar la experiencia del cliente e innovar.
Mundialmente, el 68% de las compañías con un crecimiento más rápido incrementaron su rentabilidad utilizando nuevas tecnologías, frente al 39% de las compañías de crecimiento más lento. Y el 66% de las compañías de crecimiento más rápido han utilizado la tecnología para dar una mayor capacidad de elección a sus usuarios, frente al 48% de las compañías de crecimiento más lento.
Es interesante notar que, mientras que los CEOs y CIOs de las empresas entienden perfectamente que se deben implementar los cambios tecnológicos necesarios para poder alcanzar los objetivos de sus negocios, las estrictas y muchas veces rígidas políticas de IT, y más en concreto las de seguridad, llegan a convertirse en una parte importante del problema.
El 53% de CEOs y CIOs creen que estas políticas de IT están suponiendo en estos momentos un importante freno a la innovación y al servicio al cliente. Globalmente, el 72% de estos directivos creen además que la seguridad es el mayor obstáculo para que los empleados puedan llevar a buen término su libertad de elección de dispositivos y aplicaciones. A pesar de las ventajas que la elección de la tecnología puede suponer desde el crecimiento de los ingresos como del beneficio, hasta una mayor eficiencia, la seguridad en la manera en la que la entendemos y practicamos hoy en día, sigue siendo un obstáculo.
CEOs y CIOs están de acuerdo en los beneficios que una mayor capacidad de decisión pueden suponer para la empresa, pero también saben que ello no es posible sin contar con la adecuada seguridad implementada. La coordinación y alineamiento entre negocio y TI es crucial para avanzar hacia una nueva política de seguridad que haga posible para los empleados el poder escoger las mejores tecnologías, aplicaciones, dispositivos y servicios disponibles en el mercado. Creemos que la seguridad ha de jugar un papel catalizador en este alineamiento del que acabamos de hablar, y no ser una barrera.
La seguridad correcta, implementada de manera correcta, puede ayudar a liberar el poder de la empresa, promover la innovación y llevar la productividad, así como la satisfacción en el trabajo, a unos niveles superiores.
