Check Point Software Technologies informa sobre una nueva ciberamenaza que afecta a los dispositivos móviles: los ataques en cadena.
Los ciberdelincuentes son conscientes de que los ataques contra smartphones y tablets son muy eficaces y rentables, especialmente los que incluyen ransomware. Sin embargo, hasta hace poco la estructura de este tipo de malware era muy simple.
Hoy las cosas están cambiando: grupos dedicados al cibercrimen han creado los conocidos como ataques en cadena. Estas amenazas tienen varios componentes o eslabones. Cada uno de ellos tiene un objetivo diferente, y una función independiente en el esquema del ataque. Esta técnica persigue la infección de un mayor número de dispositivos que otros malware menos sofisticados y evadir mejor las técnicas de detección.
Así las cosas, un ataque en cadena incorpora los siguientes elementos:
• Un dropper, que puede parecer bastante inofensivo. Su función es descargar o instalar otros eslabones de la cadena de ataque. Puede tener, por ejemplo, el aspecto de un juego en Google Play.
• Un paquete de exploit, que permite ejecutar código con privilegios de root. Permite al ciberdelincuente acceder a recursos importantes, como el hardware y los archivos del sistema. Si se ejecuta con éxito, se descarga el siguiente enlace de la cadena.
• La carga maliciosa, que puede variar enormemente: muchas son variantes de ransomware que encriptan los archivos y piden un rescate por ellos. Otras son aplicaciones de robo de información. En algunos ataques, instalan apps fraudulentas adicionales para ganar dinero.
• Watchdogs de persistencia. Algunos ataques los incorporan para impedir al usuario que elimine el malware. Si un componente malicioso importante es desinstalado, el watchdog lo descarga de nuevo.
• Un backdoor (opcional). Permite la ejecución de código de forma remota. Hace posible que los ciberdelincuentes controlen los dispositivos de sus víctimas en tiempo real.
Gracias a que se encadenan los componentes, los hackers consiguen que, en caso de que se identifique o bloquee una amenaza, solo afecte a parte del ataque. Cada archivo genera una fracción de la actividad maliciosa global, lo que los hace mucho más difíciles de detectar que los malwares tradicionales. Además, los ciberdelincuentes pueden ajustar o actualizar fácilmente los eslabones de la cadena.
¿Cómo romper la cadena?
Check Point indica que, para proteger los dispositivos móviles, es necesaria una solución capaz de prevenir todos los componentes del ataque. También debe impedir la autorización de privilegios, la ejecución de comandos sin el consentimiento del usuario y la descarga de archivos sospechosos.
Una buena solución incluirá la opción de poner automáticamente en cuarentena a todas las apps y archivos descargados, e inspeccionarlos en un entorno seguro para detectar posibles comportamientos maliciosos. Esto es mucho más efectivo que intentar detectar el malware, ya que también protege contra los ataques en cadena desconocidos.