La necesidad por parte de la población de estar al día acerca de Covid-19, ha sido aprovechada por los ciberdelincuentes para difundir malware camuflado de información de interés. Además, si la víctima se encuentra teletrabajando, ya no solo se pone en peligro su información personal, sino también la de la compañía.
Tan solo unos días después de que se decretase el Estado de Alarma, el CCN-CERTalertaba de un repunte importante de las campañas de malware, relacionadas precisamente con la Covid-19 para infectar a individuos y organizaciones, como NetWalker, que simulaba aportar información sobre el estado sanitario a través de correos electrónicos, o Guloader, que usaba de gancho una falsa vacuna. Asimismo, la propia Organización Mundial de la Salud, afirmaba a mediados de abril que el número de ciberataques se había multiplicado por cinco.
Sin duda, este verano viviremos un contexto excepcional, en el que el teletrabajo seguirá siendo el protagonista. De hecho, un estudio llevado a cabo por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, confirma que un 34% de los empleados teletrabajan desde que comenzó la crisis del coronavirus, frente al 4,8% que señalaba el mismo estudio de 2019.
Por tanto, adoptar medidas excepcionales que sirvan para aplacar los riesgos virtuales, sobre todo en los desplazamientos a segundas residencias para teletrabajar, cobra un mayor sentido este año.
Maximizar las medidas de protección
A las recomendaciones que normalmente se suelen ofrecer para prevenir un ciberataque (como tener contraseñas únicas y complejas, no interactuar con correos electrónicos sospechosos o mantener siempre dispositivos y aplicaciones actualizados) Entelgy Innotec Security, división de ciberseguridad de Entelgy, añade las siguientes para teletrabajar seguros desde la playa o el pueblo:
– En primer lugar, es importante no utilizar los equipos de empresa para gestiones personales como realizar pagos online o descargar archivos que no sean necesarios para el desempeño del trabajo en la compañía. Y, para prevenir, nunca accedas a ninguna cuenta de uso personal desde estos dispositivos. Del mismo modo, tampoco se debe utilizar dispositivos personales para llevar a cabo tareas profesionales.
– Siempre es desaconsejable conectarse a Internet a través de redes Wi-Fi públicas, pero cuando se trata del portátil o móvil de trabajo, estas redes se deben evitar sin excepciones, puesto que la información de la compañía podría verse comprometida.
– En caso de desplazamiento a otra residencia durante la época estival, hay que asegurarse de contar con las mismas medidas de seguridad y recursos que en el lugar de trabajo actual (todos los equipos necesarios, VPN, red doméstica para acceder a Internet, etc.).
– Si se dispone de móvil de empresa, configurar la seguridad del dispositivo para no exponer la ubicación, activar doble factor de autenticación en las redes y aplicaciones corporativas y personalizar el desbloqueo del dispositivo para dificultar al máximo el acceso por parte de otros usuarios son medidas rápidas y sencillas para salvaguardar la privacidad.
– Durante estos meses de verano, las aplicaciones de videollamada seguirán teniendo un papel crucial para las organizaciones. Es preciso que estas reuniones sean lo más privadas posible, que solo puedan acceder participantes autorizados y evitar, siempre que se pueda, acceder a enlaces o archivos compartidos que no procedan de fuentes fiables a través de estos canales.
– Por último, si el usuario no confía en contar con las medidas de seguridad necesarias para proteger su actividad y la confidencialidad de la compañía, lo mejor es ponerse en contacto con la empresa para mejorar esta protección.