SMC Networks Barricade Storage Server SMC7208SBR

Su pequeño tamaño no debe dar lugar a engaños, ya que esconde un servidor bien preparado.

Publicado el 13 Dic 2001

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Si la función principal del equipo es compartir los 20 Gbytes de su disco duro interno entre varios usuarios, ésta la realiza perfectamente. Gracias a la posibilidad de crear diferentes grupos, en los cuales clasificar a los usuarios, es bastante más sencillo establecer una seguridad mínima de acceso a los ficheros. Pero la existencia de los grupos no complica en absoluto la creación de nuevos recursos, al contrario, la facilita enormemente.

Algo que echamos en falta fue la posibilidad de asignar quotas a los grupos. Aunque sí podemos limitar la cantidad de espacio disponible para cada uno de los usuarios de forma individual, es imposible efectuar una plantilla en base al grupo, por lo que el administrador tendrá que ir uno a uno para establecer este dato.

El administrador recibirá avisos por correo electrónico de ciertos eventos programados, aunque estos resultan en ocasiones algo limitados. De igual forma el aparato emitirá diferentes pitidos, o hará que una de sus luces frontales parpadeé con una frecuencia determinada, en el caso de que se alcancen ciertos límites críticos, ya sea la temperatura máxima o el disco duro completo.

En resumen podemos decir que Barricade es un aparato perfectamente válido para aquellos grupos de trabajo pequeños con unos requerimientos mínimos. La ausencia de un servidor web o de correo electrónico incluso puede ser una ventaja para aquellos que ya dispongan de esta infraestructura utilizando sus propios servidores internos, pero que necesitan de algo más sin realizar grandes inversiones en infraestructura.
En comparación con el dispositivo de 3Com, el Barricade bien pudiera pasar por un servidor exclusivamente de almacenamiento. Algunos modelos de Intel en esta categoría eran significativamente más grandes pero de funcionalidad algo más limitada. Un vistazo a la parte trasera del appliance nos demuestra lo equivocados que en un principio estábamos. Para empezar nos encontramos con que el Barricade cuenta con un pequeño concentrador de ocho puertos (uno de ellos destinado a servir como uplink, es decir, a la conexión a otro hub/switch). A pesar de tratarse de un detalle aparentemente sin importancia, ahorraremos el precio y cableado de un nuevo concentrador o conmutador, de especial ayuda si hablamos de una pequeña infraestructura.

Junto con estos ocho puertos hallamos un noveno que servirá para conexión a un módem cable/ADSL a través del cual acceder a Internet. Si no contamos con una conexión a la Web de alta velocidad, y debemos conformarnos con un módem analógico o RDSI, el dispositivo cuenta con una salida RS232 a la cual conectar alguno de estos aparatos. Además, un último puerto paralelo posibilita compartir una impresora entre todos los clientes, ya sean Macintosh o Windows.
La primera vez que conectamos el aparato a nuestra red tan sólo tuvimos que cambiar la dirección IP de una de nuestras estaciones de trabajo por una capaz de acceder al dispositivo. Hecho esto, solamente tuvimos que ejecutar la única aplicación de configuración proporcionada con el equipo. Ésta se encarga de buscar en nuestra red todos los servidores de SMC disponibles y proporcionarles una configuración inicial aceptable para que, al menos, el resto de estaciones de trabajo en red se puedan conectar. Independientemente de la aplicación, que no es necesaria más que para hacer más sencilla esta puesta a punto inicial, el resto de la configuración se efectúa utilizando el navegador web.

Hemos de decir que la puesta en marcha del aparato es bastante sencilla, y la interfaz no resulta en absoluto confusa. De hecho, al dirigirnos a la dirección del servidor, éste crea una nueva ventana, sin los controles habituales de un navegador. Una ristra de botones dan acceso a las diferentes opciones, siempre clasificadas utilizando diferentes pestañas.

Las opciones de configuración se dividen en dos categorías Configuration y Storage Manager. Desde la primera seremos capaces de modificar la mayoría de opciones de conexión a Internet y diferentes servicios. La segunda tan sólo se ocupa de la configuración de los usuarios y recursos compartidos.

La configuración de la red y conexión a Internet no presta mayores complicaciones. Es posible utilizar, y configurar, con gran precisión el módem o cliente PPPoE para el acceso utilizando estos dispositivos. Encontramos, sin embargo, que el acceso a los recursos de la Red puede ser algo restrictivo. Es imprescindible que para cualquier acceso a la Web se utilice el aparato como servidor proxy.

Todo esto presenta ventajas e inconvenientes. A su favor tiene que el filtrado de los contenidos que es posible efectuar sea mucho más certero. Con la simple marca de una opción eliminamos el paso de cookies, applets Java, JavaScript o controles ActiveX, algo impensable de cualquier otro modo. Por supuesto, es perfectamente posible filtrar determinados sitios web. El inconveniente obvio es que, para cualquier otro servicio, a excepción de los ya configurados como E-mail, FTP o Telnet, es necesario crear un permiso especial para que los usuarios accedan a él.

Independientemente de esto siempre nos será posible permitir el acceso a nuestros servidores desde el exterior (Internet) creando asociaciones (servidores virtuales), aunque esta opción se encuentra algo limitada al puñado de servicios predeterminados.

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Redacción RedesTelecom

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