Una rebaja que ha traído la paz

Publicado el 13 Dic 2001

Dice un refrán popular que lo que enferma también sana, y así ha ocurrido con la tan traída y llevada tasa por uso del espacio radioeléctrico que durante una buena parte del año ha envenenado las relaciones entre los operadores, obligados usuarios de este bien tan escaso como necesario para su negocio, y la Administración.

Pocos días antes de que acabara el pasado mes de noviembre, el Partido Popular presentaba en el Senado, cámara en la que tiene la mayoría, una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado que elevaba el recorte ya previsto del 62,5 por ciento a la Tasa del próximo año, hasta el 75 por ciento. Una diferencia que cuando se aplica a una cifra de miles de millones de pesetas, no deja de ser importante y medirse con un número seguido de muchos ceros. De esta forma y durante 2002, la cantidad a la que tendrán que hacer frente es de sólo 40.000 millones de pesetas, en lugar de los 160.000 millones de este año.

Este regalo anticipado de Navidad se ha recibido como agua de mayo por los operadores y ha llegado justo a tiempo para apaciguar unos ánimos bastante caldeados por tenerse que enfrentar al pago de unas cifras que consideraban desorbitadas y que les había llevado a recurrirlo ante la Audiencia Nacional.

La decisión, en líneas generales, se ha valorado de forma positiva por una y otra parte, en lo que podría interpretarse como de acierto en la elección de una solución cuya principal virtud es establecer un marco predecible para los próximos años. Así, si mientras desde el Gobierno se resaltaba que es el resultado de su compromiso de adecuar el valor de la tasa a las circunstancias del mercado; la respuesta de los operadores móviles dominantes ha sido más que explícita frente a las vacilaciones sobre si pagar la tasa correspondiente a este año o no, cuando conocieron la propuesta de reducción del 75 por ciento para 2002, Telefónica Móviles y Vodafone decidieron que se iban a dejar caer por la ventanilla del ministerio de Hacienda para depositar cada uno de ellos 38.000 millones de pesetas.

Y aunque más vale tarde que nunca, para Xfera parece haber llegado demasiado fuera de plazo. Congelado su proyecto empresarial desde octubre último, el pago de la tasa ha sido uno de los principales escollos al que han aludido los responsables de esta nueva operadora para justificar esa decisión, además de ratificarse en su intención de no pagar por un espectro que no pueden utilizar.

En cualquier caso, hay que alegrarse de que el entendimiento se haya abierto paso entre operadores y Administración, especialmente en un momento en el que la colaboración entre unos y otros parece más necesaria que nunca para remontar la crisis.

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Redacción RedesTelecom

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