3Com Internet Server

3Com no se ha preocupado mucho en ocultar algo obvio nos encontramos ante un ordenador de muy reducidas dimensiones.

Publicado el 13 Dic 2001

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Las conexiones posteriores muestran claramente la existencia de varias ranuras de ampliación tapadas, una de ellas por una tarjeta de red marcada como LAN. Tras un vistazo más a fondo, descubriríamos la salida de la tarjeta de vídeo tapada por una pequeña placa y conectores mini-din para un teclado y ratón igualmente impracticables. Retirando varios tornillos se accede al interior, donde se puede ver claramente la placa base, el procesador y disco duro.

El montaje del dispositivo es realmente sencillo. Basta con conectar el puerto Ethernet marcado como WAN a nuestro router/módem que nos proporciona acceso a Internet y el marcado como LAN a nuestra red. Si tenemos pensado compartir una impresora es posible conectarla al puerto paralelo y quedará a disponibilidad del grupo de trabajo. Además, si queremos que nuestros usuarios móviles se conecten a la red interna utilizando un módem, podemos conectarlo al puerto serie disponible.

Tras la conexiones oportunas, tan sólo es necesario encender el aparato y comenzar con la configuración. Los manuales al respecto son muy claros, basta con instalar el CD-ROM. Este se encargará de instalar los controladores de red y TCP/IP en nuestro equipo, si es que no dispone de ellos, y configurarlos, así como guiarnos a través del proceso mediante un asistente. Además se incluyen versiones de Internet Explorer y Netscape (utilizando este último para configurar finalmente el equipo).
La configuración efectiva del appliance se efectúa desde el navegador, utilizando el puerto 8000. La primera vez que nos conectamos, un asistente nos guiará durante todo el proceso, desde la configuración inicial hasta la creación de un usuario administrador. Los pasos básicos son cinco, incluyendo la puesta en hora. Además, tendremos que especificar los parámetros utilizados para la salida a Internet (si empleamos la tarjeta de red o un módem RDSI o convencional), la configuración del correo electrónico, la clave de acceso al servicio y las pruebas de conexión. Esta última verificará si en efecto el dispositivo tiene salida a la Red y es capaz de contactarse con los servidores de nombres y correo electrónico que hemos proporcionado. Terminado con el proceso, tan sólo nos queda añadir usuarios para que éstos puedan acceder al equipo.

Desde esta misma pantalla podremos no sólo sumar, eliminar y otorgar permisos a los diferentes clientes, además seremos capaces de crear alias, listas de distribución y auto-respondedores. Los primeros crean un nuevo nombre ficticio que redirigirá todo su correo electrónico a un usuario real. Así, por ejemplo, todo el correo electrónico dirigido al alias webmaster será enviado a un usuario de correo diferente, generalmente al encargado del mantenimiento de la web. Por otro lado, las lista de distribución nos permiten crear una dirección de correo que se redirigirá a múltiples usuarios, mientras que los auto-respondedores contestarán los e-mails recibidos de forma automática con un texto de nuestra elección.
Dentro ya de la configuración del correo pudimos comprobar que, afortunadamente, su establecimiento nada tiene que ver con otros sistemas mucho más complejos, pero sin sacrificar su funcionalidad. De hecho este es capaz de funcionar en múltiples modos, ya sea como servidor aislado o como mero paso intermedio con el servidor de nuestro ISP. Aparte de todas estas opciones, encontraremos utilidades como los filtros anti-spam, o un completo control sobre la frecuencia con la que deben contactarse con servidores de correo externo, diferenciando claramente las horas de trabajo y días de semana.

El servidor DHCP se muestra bajo una simple pestaña en la opción Network y tan sólo será necesario que especifiquemos el rango de dirección a repartir. Lo mismo ocurre con el servidor DNS. En éste podremos añadir el nombre, o crear alias, de equipos de nuestra red, además de ser un mero intermediario con los DNS que nuestro ISP nos proporciona.

La opción de rutado permite crear caminos estáticos dentro de nuestra red mientras que la configuración WAN deja que configuremos con alto grado de detalle la forma en la que nuestra red se conectará a Internet. Si estamos decididos a proporcionar algún tipo de servicio desde los equipos situados tras el Internet Server, será necesario que activemos los parámetros oportunos dentro de estas configuraciones, ya que el aparato bloquea de forma automática cualquier tipo de conexión interna, una opción simple de configurar pero quizá algo restrictiva. Por otro lado, se encuentra las opciones de filtrado web, sólo posibles si configuramos un proxy en todos los clientes, y una caché web que acelerará el acceso a Internet.

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Redacción RedesTelecom

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