Nadie pone en duda que el telfono mvil de ltima generacin que compramos hoy es la basura tecnolgica de maana. Es un producto al que no se le concede demasiada vida porque enseguida se quedar obsoleto. Todo esto representa un grave problema sanitario y ecolgico y la sociedad debe comenzar a concienciarse de la necesidad de cambiar ciertos hbitos negativos por otros ms saludables en vez de tirar el telfono viejo al primer contenedor que encontremos en la calle podemos entregarlo en determinados lugares para que sea reciclado.
En este principio del siglo XXI corren buenos tiempos para el reciclaje. Los ciudadanos empezamos a darnos cuenta de la necesidad de mantener limpios los lugares donde vivimos y que deberemos preservar y dejar en buenas condiciones para las futuras generaciones.
Con este nuevo hbito se est superando una deficiencia medioambiental que ha despuntado en el mundo occidental en los ltimos aos. Se trata de un problema de muy reciente aparicin que no exista en la dcada de los ochenta, por la sencilla razn de que estos aparatos no existan. Pero ahora las cosas han cambiado y casi todo el mundo tiene su mvil. Ms de la mitad de los espaoles disponemos de un terminal inalmbrico y muchos de nosotros lo hemos renovado en ms de una ocasin. El problema ha surgido a la hora de deshacernos del telfono que se nos ha quedado obsoleto, porque unas veces lo hemos guardado en casa y otras lo hemos tirado directamente a la basura. Dos posibilidades que no son nada recomendables.
Aunque no representan un peligro excesivo s puede llegar a ser un problema molesto. Esa es al menos la opinin de Jos Prez Garca, director general de la Asociacin Multisectorial de Empresas Espaolas de Electrnica y Comunicaciones (Asimelec), quin seala que los mviles no contienen sustancias peligrosas salvo en lo relativo a las bateras. Por tanto, como cualquier otro residuo que acaba en un vertedero sin control perjudica el medio ambiente pero, en s, no son peligrosos.
Lo que no hay que hacer en ningn momento es desdear los problemas ambientales que puede provocar el mvil a la hora de deshacernos de l. Hay que tener muy en cuenta los metales que contienen las bateras de estos aparatos, y que generalmente estn compuestas por nquel-cadmio, litio o metal hidruro.
Aunque las estadsticas no son excesivamente fiables en este aspecto, se calcula que desde que en la dcada de los noventa empezaron a proliferar estos aparatos, unos quince millones de terminales han quedado totalmente inservibles y guardados en un cajn.
Resulta difcil conocer el nmero de mviles en esta situacin, tanto en el mercado europeo, en general, como en el espaol, en particular. As lo afirma Jos Prez Garca. No tenemos datos concretos del mercado europeo. En cuanto a la situacin en Espaa, un estudio nos indica que la vida comercial media de un telfono es de dos aos. Por tanto, si en el ao 2000 se vendieron casi 12 millones de unidades, se podra estimar que al final de este ao se generar residuo de mviles en esa cantidad.
Despus de la campaa inicial del Tragamvil realizada en la Comunidad de Madrid se opt por pasar a una segunda fase. En esta ocasin se puso en marcha la Campaa Nacional de Recogida y Reciclaje de Telfonos Mviles. Se trata de un autobs que ha recorrido la geografa espaola, desplazndose hasta las poblaciones de ms de 50.000 habitantes, recogiendo los mviles que ya no se utilizan.
Esta segunda experiencia ha sido muy satisfactoria, segn se seala desde Asimelec. Los resultados de la campaa han sido extraordinarios tanto en lo que aportacin de datos tcnicos se refiere para la configuracin del sistema definitivo, como a los datos objetivos pues se han conseguido recoger prcticamente cincuenta toneladas de residuos, lo que no deja de ser un xito.
Un proyecto que se ha podido llevar a cabo, entre otras razones, por la colaboracin que se ha producido entre Asimelec y las autoridades implicadas en el tema.
Los tipos de residuos generados por los telfonos mviles pueden derivarse de los accesorios y los terminales. En el captulo de accesorios nos encontramos con cargadores, sistemas de manos libres, antenas, teclados y transformadores; mientras que en el de terminales las principales fuentes de residuos proceden de componentes elctricos, carcasas, bateras y placas de circuitos.
Una vez que el ciudadano entrega el telfono en un punto de recogida, el aparato es enviado a una planta de reciclaje ubicada en Erandio (Vizcaya), donde se le extrae la batera, que se traslada a un gestor autorizado de residuos peligrosos.
Posteriormente, tambin se separan los materiales plsticos y metlicos que, tras ser sometidos a un proceso de trituracin denominado molienda, pueden ser reutilizados para otros telfonos o materiales electrnicos. La molienda es una tcnica que utiliza la vibracin por aire para separar el plstico del material pesado hasta obtener diferentes materias primas. Una vez finalizado este proceso nos encontramos con que se ha logrado reciclar el 95 por ciento del telfono mvil desechado.
En los terminales nos encontramos con las carcasas, displays, placas de circuito impreso y componentes electrnicos, principalmente. Las bateras, por su parte, varan segn se trata de niquel-cadmio, niquel-metal-hidruro o in-litio. Y por ltimo, los accesorios, suelen ser cargadores-transformadores, base, teclado y antena. A estos se suma que la presencia de displays de cristal lquido en todos los terminales requiere su retirada previa mediante un proceso manual de desmontaje.
Las diferentes fracciones obtenidas en todo el proceso sern reutilizadas como nuevas materias primas para la industria elctrica y electrnica, lo que se traduce en un importante ahorro de recursos naturales y la consiguiente mejora del medio ambiente.
Si tenemos en cuenta que la vida til de un telfono mvil se puede situar en dos aos, no resulta difcil calcular cuantos aparatos pueden estar olvidados o perdidos por nuestro pas. A este respecto, el director general de Asimelec seala que con estas premisas en el ao 2002 esperamos que se renueve un parque de doce millones de unidades.
Para evitar que el mvil vaya a para a un lugar donde no le corresponde, se han puesto en marcha diversas campaas de concienciacin. Una de las ms llamativas ha sido promovida por la propia Asimelec, que el ao pasado lanz el proyecto Tragamvil.
Esta campaa, realizada en la comunidad de Madrid, pretenda comprobar el grado de aceptacin y efectividad de la campaa, identificar puntos fuertes y disear estrategias para la extensin de la recogida y el reciclaje de telfonos mviles, bateras y otros accesorios a la totalidad del territorio nacional.
La iniciativa cont con el patrocinio de empresas como Nokia, Panasonic, Philips, Siemens y Samsung, entre otras. A estas firmas hay que aadir los nombres de otras empresas colaboradoras como Vodafone (Airtel en aquellas fechas), Payma, Amena e Indumental Recycling, que es la compaa donde se realiza el proceso de reciclado de mviles.
Segn Jos Prez Garca, los resultados han sido tan satisfactorios que los fabricantes han tomado la decisin el pasado mes de diciembre de continuar con el sistema, no ya como una experiencia piloto, sino como un sistema definitivo.
Concienciar a la gente de que haga un buen uso de estos aparatos cuando se va a deshacer de ellos es algo esencial, aunque tambin complicado.
En esto del reciclaje los expertos recomiendan tener en cuenta la regla de las tres R de la ecologa reducir, reutilizar y reciclar. Reducir al mximo el consumo, seleccionando en la compra aquellos productos que tengan un menor impacto ambiental y evitando generar basura innecesaria; reutilizar, empleando repetidamente o de diversas formas distintos productos consumibles; y reciclar, utilizando los residuos como materia prima para la elaboracin de un producto que puede ser igual o distinto al inicial. Hay que tener en cuenta que el reciclaje de materiales es fundamental ya que permite el ahorro de materias primas y disminuye el gasto de energa y agua. A esto se aade que se reduce la generacin de residuos y la contaminacin que esto conlleva.
No hay que olvidar que una buena parte de los telfonos mviles es reciclable. Jos Prez Garca seala que hay que partir de la base que el telfono mvil es recuperable en un 95 por ciento por lo que la valorizacin de los materiales puede contribuir a afrontar los gastos de logstica y recogida. Los importes varan en funcin del tipo de batera.
Este reciclado tiene grandes ventajas y son de doble naturaleza. Por un lado, evitamos que acaben en vertederos incontrolados residuos que en s no son peligrosos pero que, precisamente por esa falta de control, podran llegar a serlo. Por otro lado, estamos recuperando determinados minerales que hacer innecesario consumir nuevos recursos naturales.
Lo que no se han planteado, por el momento, son posibles inconvenientes. Desde el punto de vista medioambiental no parece existir ninguno aunque, desde otras perspectivas, existen los lgicos problemas de organizacin, financiacin del sistema y concienciacin ciudadana.
