En primer término lo ha confirmado el periódico The Wall Street Journal, informando sobre la venta por parte de SCO de la tecnología y el código central de operación de Unix. Y, por otro lado, Microsoft afirmó en un comunicado que la licencia de Unix intenta asegurar que el fabricante de software no ha violado ningún derecho de propiedad intelectual al desarrollar productos que permitan a los ordenadores con diferentes sistemas operativos trabajar unos con otros.
De momento, no se han publicado los términos del acuerdo entre Microsoft y el grupo SCO pero, sin embargo, este último ha anunciado que ha sellado un pacto de licencia con otra gran empresa de tecnología, aunque no indicó a cuál se refería.
Coincidiendo en el tiempo, SCO ha advertido que Linux es un derivado no autorizado de Unix y que la responsabilidad jurídica por el uso de Linux podría extenderse a los usuarios comerciales. De hecho, SCO ha hecho pública esta alerta en base a sus hallazgos relativos a las inclusiones ilegales de propiedad intelectual de Unix de SCO en Linux.
No obstante, SCO continuará dando soporte a los clientes actuales de SCO Linux y Caldera OpenLinux y los mantendrá indemnes de cualquier aspecto relacionado con la propiedad intelectual de SCO en referencia a los productos anteriormente mencionados.